Uno de cada diez niños sufre alguna alergia alimentaria, según datos de la Organización Mundial de Alergia (WAO). Estas reacciones alérgicas aumentan en Navidad debido al consumo de alimentos altamente alergénicos, así como al inicio en el consumo de otros.
Uno de cada diez niños sufre alguna alergia alimentaria, según datos de la Organización Mundial de Alergia (WAO). Estas reacciones alérgicas aumentan en Navidad debido al consumo de alimentos altamente alergénicos, así como al inicio en el consumo de otros.
Las vacaciones de Navidad implican cambios en los hábitos, comidas y cenas en distintas casas y con distintos familiares. Estos cambios aumentan el riesgo de una ingesta accidental de un alimento al que se es alérgico.
Por ello, la Sociedad Española de Inmunología Clínica y Alergia Pediátrica (SEICAP) advierte que es muy importante alejar al niño del alérgeno y llevar siempre la medicación de rescate. Si aparecen dudas, hay que consultar a un pediatra alergólogo que indique la dieta de evitación y la pauta de actuación a seguir ante una reacción alérgica.
Consejos a tener en cuenta
Los turrones, mazapanes, polvorones y otros dulces están elaborados, mayoritariamente, con frutos secos, huevos y leche.Junto al pescado y los mariscos, son los principales alérgenos en la infancia. Debemos estar especialmente vigilantes. No hay que alarmarse, pero debemos seguir una serie de consejos si queremos evitar ciertos peligros:
1. Mirar con especial atención el etiquetado
Es importante saber que pueden existir “alimentos ocultos”, es decir, fuentes de alérgenos frente a los cuáles se es alérgico y que pueden pasar inadvertidos al estar enmascarados o no contemplados en la etiqueta, sobre todo en los platos preparados.
2. El sitio donde se siente el menor alérgico en la mesa es importante
Es probable que hayamos puesto de nuestra parte para mantener al alérgico lejos del alérgeno. Hay que ser cauto no intercambiando platos o cubiertos jugando con otros pequeños. Por ello, es importante que los que conozcan de primera mano los alérgenos del menor se sienten cerca de él y pongan toda su atención para que tenga contacto con los alérgenos.
3. Postres caseros
Es difícil encontrar en las tiendas bollería, roscones y dulces típicos sin alérgenos. La mejor opción, si no los hallamos, es elaborar una repostería casera apta para todos y no tener que estar vigilando si lo come o no.
4. Alejarles de los vapores de cocción
Algunos alimentos, como el marisco, es un plato muy habitual en estas fechas y aunque el alérgico no lo tome, el simple hecho de estar en una casa donde se está cocinando puede desencadenarle una reacción alérgica.
5. Disponer de la medicación de rescate para administrar en caso de reacción
Todo niño alérgico debe tener un antihistamínico a mano. Sobre todo, en el caso de los niños con riesgo de anafilaxia, que deben llevar siempre con ellos sus autoinyectores de adrenalina.
6. Recordar al niño qué alimentos no puede tomar
Es importante que desde pequeño el menor conozca cuáles son los alimentos que no debe ingerir.
En el caso de ir de invitado, es importante informar con anterioridad del tipo de alergia alimentaria que tiene el menor para que puedan tomar las precauciones necesarias y preguntar cuál fue la forma de elaboración.
¿Qué hacer en caso de sufrir los primeros síntomas de alergia alimentaria?
Si el niño presenta síntomas de alergia, después de ingerir alimentos a los que tiene alergia: picores, ronchas, dolor abdominal, mareos o dificultad respiratoria, es importante administrar la medicación de rescate que tiene pautada. Después debería acudir a un servicio de urgencias, para una valoración adecuada de la situación. Posteriormente, es conveniente identificar el alimento causante, consultar con el pediatra alergólogo y poder prevenir nuevas reacciones.