¿Cómo se tratan el asma y otras enfermedades alérgicas?

En el asma y otras enfermedades alérgicas existen tres tipos de tratamiento: de rescate, preventivo y etiológico. Todos ellos son compatibles entre sí. El tratamiento puede combinar el empleo de fármacos, normas de evitación de  aquellos alérgenos conocidos y determinadas dietas. No todos los pacientes van a necesitar los tres tipos de tratamiento, su médico le indicará aquellos que necesita. El objetivo del tratamiento es el control de la enfermedad para que su hijo pueda realizar la misma vida diaria que realiza otro niño de su edad sin la enfermedad. La historia natural del asma y otras enfermedades alérgicas es cambiante, por ello el tratamiento de su hijo también lo será, se aumentará o bajará el tratamiento según el grado de control de la enfermedad de su hijo.   

Para que el niño realice el tratamiento de manera correcta lo más importante es entender en qué consiste la enfermedad de su hijo y cómo puede tratarla para conseguir el buen control de la enfermedad. Al diagnóstico, el tratamiento parece muy complicado de llevar a cabo, pero con el tiempo, se vuelven expertos en el tema y lo integran en su rutina perfectamente.

Los tres tipos de tratamiento son: de rescate, preventivo, y etiológico o de la causa. Los dos primeros lo constituyen los medicamentos, mientras que el etiológico incluye medidas no medicamentosas.

Un cuarto aspecto del tratamiento es el entrenamiento o educación del paciente y de sus familiares, para que conozcan la enfermedad, los tratamientos, cuándo utilizarlos y cuándo interrumpirlos, qué se puede esperar de cada tratamiento, y sepa usarlo cuando haya alguna técnica especial de administración de alguna medicación.

El tratamiento de rescate también se conoce como tratamiento de los síntomas o sintomático, tratamiento de alivio o aliviador, tratamiento de las agudizaciones o de las crisis, o con otros nombres con el mismo significado.

Es el tratamiento que se utiliza cuando una persona padece los síntomas de su enfermedad, para que esos síntomas sean lo más leves posible y desaparezcan cuanto antes. Lo usan tanto los pacientes con alergia como los pacientes sin alergia.

Su efecto es rápido, y habitualmente se utiliza durante periodos cortos de tiempo. El paciente nota sus efectos con claridad, a veces ya a los pocos minutos, a diferencia de lo que sucede con el tratamiento preventivo. En otra zona de esta web hay más detalles del tratamiento de rescate.

Del tratamiento de rescate se puede esperar una mejoría rápida y evidente de los síntomas. El paciente nota cómo sus síntomas van disminuyendo hasta desparecer por completo en la mayoría de los casos.

Como el asma y otras enfermedades alérgicas cursan en crisis, o brotes, o agudizaciones, el tratamiento de rescate se toma hasta que se ha superado esa fase aguda.

Sin embargo, el tratamiento de rescate no tiene efectos a largo plazo. Sólo hace efecto mientras se toma, y sus efectos desaparecen al interrumpirlo. No evita que los síntomas vuelvan a aparecer al cabo de cierto tiempo; para esto es necesario un tratamiento preventivo. Tampoco tiene ningún efecto sobre la desaparición de las causas de la enfermedad, sean alérgicas o no alérgicas; para esta desaparición es necesaria una evolución espontánea favorable o un tratamiento etiológico.

El tratamiento preventivo también se conoce como tratamiento de base, de mantenimiento, continuo, de control, profiláctico, anti-inflamatorio, o con otro nombre con el mismo significado que los anteriores. Debe tomarse diariamente durante el tiempo indicado por su médico, aunque el niño esté asintomático. En el asma existe una inflamación de los bronquios, y en otras alergias suele haber una inflamación de otros órganos del cuerpo. Esa inflamación hace que el paciente sea sensible a muchos estímulos desencadenantes de sus síntomas. El tratamiento preventivo se usa para disminuir esa inflamación. Se utiliza cuando una persona sufre repetición de los síntomas con cierta frecuencia, con cierta intensidad, que limitan su actividad o que tienen riesgo para la vida o el bienestar. Lo usan tanto los pacientes con alergia como los pacientes sin alergia. Su efecto es lento, tarda varios días o semanas, y se debe tomar durante períodos largos de tiempo, meses o años, hasta que su especialista se lo indique. En otra zona de esta web hay más detalles del tratamiento preventivo.

Del tratamiento preventivo se puede esperar una mejoría progresiva del control de la enfermedad de su hijo y lo van a notar en que los síntomas de la enfermedad aparecen con menos frecuencia, son más leves y más cortos o incluso desaparecen por completo y que precisan menor uso de tratamiento de rescate o incluso no lo necesitan en absoluto.

El tratamiento preventivo no tiene efecto sobre los síntomas agudos. Si se toma durante una agudización pensando que los síntomas desaparecerán, será un fracaso. Por ello algunas personas pueden pensar “que no hace nada” lo rechazan y lo abandonan, ya que la mejoría no es evidente sino lenta.

El tratamiento preventivo hace efecto mientras se toma, y sus efectos desaparecen al interrumpirlo. Se puede notar la reaparición de los síntomas días o semanas tras su interrupción, ya que no hace efecto sobre la desaparición de las causas de la enfermedad, sean alérgicas o no alérgicas; para esta desaparición es necesaria una evolución espontánea favorable o un tratamiento etiológico.

Como norma general no se utiliza el mismo tratamiento. El tratamiento preventivo se debe usar todos los días sin parar a pesar de que el niño esté bien; el tratamiento de rescate se usa de modo intermitente, en las temporadas que se tienen síntomas, y se retira cuando no hay síntomas.

Algunos medicamentos se usan sólo como de rescate y otros sólo como preventivos, pero algunos medicamentos pueden usarse en los dos tipos de tratamiento. Su especialista le indicará claramente cuándo y en qué tipo de tratamiento debe usar cada medicamento. Si tiene dudas, pida aclaraciones e instrucciones escritas para evitar confusiones.

El tratamiento etiológico es el tratamiento de la causa. Evidentemente, primero se ha de identificar la causa, sea alergia o sea otra distinta.

Cuando se identifica se puede utilizar un tratamiento específico para esa causa, aunque durante cierto tiempo se necesite también el tratamiento continuo preventivo.

Si no se identifica la causa, habrá que usar el tratamiento preventivo durante tiempo indefinido, esperando a ver si aparece una mejoría espontánea de la enfermedad.

El tratamiento etiológico de la alergia incluye las normas de evitación de alérgenos ambientales, dietas y desensibilización para alergias alimentarias e inmunoterapia (vacunas). En otra zona de esta web hay más detalles sobre estos aspectos.

Del tratamiento etiológico se puede esperar una mejoría lenta, en semanas o meses, que se nota en que los síntomas aparecen con menos frecuencia, que son más leves y más cortos, y llegan a desaparecer por completo. Al principio suele ser necesario combinarlo con el tratamiento preventivo. Con el tratamiento de la causa se evitan los síntomas de la enfermedad, y se evitan también los otros tratamientos, el de rescate y el preventivo, pudiendo suspenderse en algún momento de su evolución.

El tratamiento etiológico hace efecto mientras se usa, y además sus efectos permanecen al interrumpirlo. La finalidad del tratamiento etiológico contra la alergia es curar la alergia, que la mejoría sea permanente, y que el paciente sea capaz de tolerar la sustancia que le causaba alergia como cualquier persona que nunca hubiera tenido alergia.

Dependerá de cuál sea la causa identificada. Las causas pueden ser variadas según la enfermedad, y cada una tendrá su tratamiento correspondiente.

Si la causa no tiene tratamiento, o si no se averigua la causa, se utilizará el tratamiento de rescate, de modo intermitente, cuando se necesite, y el tratamiento preventivo, de modo continuo, mientras los síntomas continúan hasta la espera de la mejoría espontánea de la enfermedad.

Si la evolución es favorable, se disminuye o interrumpe el tratamiento preventivo, y se observa cómo responde el paciente. Si los síntomas reaparecen se ha de volver a tomar el tratamiento preventivo durante otro periodo de tiempo.

Algunos de los pacientes asmáticos, sobre todo los menores de 6 años, presentan síntomas desencadenados por infecciones víricas. Cuando van creciendo, esas infecciones van disminuyendo y con ello remiten las sintomas de reagudización de la enfermedad. Hasta que no se alcance el control de la enfermedad, se mantiene el tratamiento preventivo y el seguimiento por su médico. Cuando superan esa fase (popularmente se dice que “han hecho el cambio”) el médico le indicará si la medicación puede suspenderse.

Los causantes son los factores básicos, primarios, que dan origen a la enfermedad, los que producen inflamación de los bronquios u otros órganos. Cuando el órgano ya está inflamado, reacciona frente a esos factores causantes, y también frente a otros factores, que no son causantes, sino factores secundarios, oportunistas, llamados también inespecíficos, que actúan sobre el órgano ya previamente inflamado. Estos factores que afectan al órgano ya dañado se llaman desencadenantes. Los desencadenantes pueden ser causantes y desencadenantes al mismo tiempo.

El tratamiento del asma y otras enfermedades alérgicas incluye el tratamiento de los desencadenantes.

Si son causantes además de desencadenantes, el tratamiento será el etiológico ya comentado, con normas de evitación, dietas y desensibilización, o tratamiento inmunoterápico con vacunas.

Si no son causantes, dependerá de cuáles sean los desencadenantes. Estos pueden ser muy variados, como tabaco, contaminación, ambientes cargados, olores fuertes, ejercicio físico sin calentamiento previoaire frío, estrés, infecciones respiratorias. El tratamiento consistirá básicamente en prevenir situaciones y evitar factores de riesgo, individualizándolo para cada paciente y factor.

Se ha de conseguir que los pacientes con asma y otras enfermedades alérgicas lleven una vida lo más normal posible, con actividades como las de otros niños sin esas enfermedad.

En el caso de los niños se ha de tener en cuenta que el tratamiento puede necesitarse fuera del domicilio, en colegios, excursiones, deportes, viajes, visitas y estancias en otros domicilios. Se han de procurar los medios necesarios para tener acceso al tratamiento, y las personas que se responsabilizan del niño deben tener conocimiento de las circunstancias (dietas, evitación de alérgenos, tratamiento de rescate) que se pueden producir. Su médico puede y debe facilitarle un plan de acción escrito para conocer cómo actuar en caso de una reagudización de la enfermedad de su hijo.

Índice de contenidos

Índice de contenidos

¿Cuáles son los tres tipos de tratamiento?

Los tres tipos de tratamiento son: de rescate, preventivo, y etiológico o de la causa. Los dos primeros lo constituyen los medicamentos, mientras que el etiológico incluye medidas no medicamentosas.

Un cuarto aspecto del tratamiento es el entrenamiento o educación del paciente y de sus familiares, para que conozcan la enfermedad, los tratamientos, cuándo utilizarlos y cuándo interrumpirlos, qué se puede esperar de cada tratamiento, y sepa usarlo cuando haya alguna técnica especial de administración de alguna medicación.

¿Qué es el tratamiento de rescate y cuáles son sus expectativas?

El tratamiento de rescate también se conoce como tratamiento de los síntomas o sintomático, tratamiento de alivio o aliviador, tratamiento de las agudizaciones o de las crisis, o con otros nombres con el mismo significado.

Es el tratamiento que se utiliza cuando una persona padece los síntomas de su enfermedad, para que esos síntomas sean lo más leves posible y desaparezcan cuanto antes. Lo usan tanto los pacientes con alergia como los pacientes sin alergia.

Su efecto es rápido, y habitualmente se utiliza durante periodos cortos de tiempo. El paciente nota sus efectos con claridad, a veces ya a los pocos minutos, a diferencia de lo que sucede con el tratamiento preventivo. En otra zona de esta web hay más detalles del tratamiento de rescate.

Del tratamiento de rescate se puede esperar una mejoría rápida y evidente de los síntomas. El paciente nota cómo sus síntomas van disminuyendo hasta desparecer por completo en la mayoría de los casos.

Como el asma y otras enfermedades alérgicas cursan en crisis, o brotes, o agudizaciones, el tratamiento de rescate se toma hasta que se ha superado esa fase aguda.

Sin embargo, el tratamiento de rescate no tiene efectos a largo plazo. Sólo hace efecto mientras se toma, y sus efectos desaparecen al interrumpirlo. No evita que los síntomas vuelvan a aparecer al cabo de cierto tiempo; para esto es necesario un tratamiento preventivo. Tampoco tiene ningún efecto sobre la desaparición de las causas de la enfermedad, sean alérgicas o no alérgicas; para esta desaparición es necesaria una evolución espontánea favorable o un tratamiento etiológico.

¿Qué es el tratamiento preventivo y cuáles son sus expectativas?

El tratamiento preventivo también se conoce como tratamiento de base, de mantenimiento, continuo, de control, profiláctico, anti-inflamatorio, o con otro nombre con el mismo significado que los anteriores. Debe tomarse diariamente durante el tiempo indicado por su médico, aunque el niño esté asintomático. En el asma existe una inflamación de los bronquios, y en otras alergias suele haber una inflamación de otros órganos del cuerpo. Esa inflamación hace que el paciente sea sensible a muchos estímulos desencadenantes de sus síntomas. El tratamiento preventivo se usa para disminuir esa inflamación. Se utiliza cuando una persona sufre repetición de los síntomas con cierta frecuencia, con cierta intensidad, que limitan su actividad o que tienen riesgo para la vida o el bienestar. Lo usan tanto los pacientes con alergia como los pacientes sin alergia. Su efecto es lento, tarda varios días o semanas, y se debe tomar durante períodos largos de tiempo, meses o años, hasta que su especialista se lo indique. En otra zona de esta web hay más detalles del tratamiento preventivo.

Del tratamiento preventivo se puede esperar una mejoría progresiva del control de la enfermedad de su hijo y lo van a notar en que los síntomas de la enfermedad aparecen con menos frecuencia, son más leves y más cortos o incluso desaparecen por completo y que precisan menor uso de tratamiento de rescate o incluso no lo necesitan en absoluto.

El tratamiento preventivo no tiene efecto sobre los síntomas agudos. Si se toma durante una agudización pensando que los síntomas desaparecerán, será un fracaso. Por ello algunas personas pueden pensar “que no hace nada” lo rechazan y lo abandonan, ya que la mejoría no es evidente sino lenta.

El tratamiento preventivo hace efecto mientras se toma, y sus efectos desaparecen al interrumpirlo. Se puede notar la reaparición de los síntomas días o semanas tras su interrupción, ya que no hace efecto sobre la desaparición de las causas de la enfermedad, sean alérgicas o no alérgicas; para esta desaparición es necesaria una evolución espontánea favorable o un tratamiento etiológico.

¿Se usa el mismo medicamento como rescate y como preventivo?

Como norma general no se utiliza el mismo tratamiento. El tratamiento preventivo se debe usar todos los días sin parar a pesar de que el niño esté bien; el tratamiento de rescate se usa de modo intermitente, en las temporadas que se tienen síntomas, y se retira cuando no hay síntomas.

Algunos medicamentos se usan sólo como de rescate y otros sólo como preventivos, pero algunos medicamentos pueden usarse en los dos tipos de tratamiento. Su especialista le indicará claramente cuándo y en qué tipo de tratamiento debe usar cada medicamento. Si tiene dudas, pida aclaraciones e instrucciones escritas para evitar confusiones.

¿Qué es el tratamiento etiológico y cuáles son sus expectativas?

El tratamiento etiológico es el tratamiento de la causa. Evidentemente, primero se ha de identificar la causa, sea alergia o sea otra distinta.

Cuando se identifica se puede utilizar un tratamiento específico para esa causa, aunque durante cierto tiempo se necesite también el tratamiento continuo preventivo.

Si no se identifica la causa, habrá que usar el tratamiento preventivo durante tiempo indefinido, esperando a ver si aparece una mejoría espontánea de la enfermedad.

El tratamiento etiológico de la alergia incluye las normas de evitación de alérgenos ambientales, dietas y desensibilización para alergias alimentarias e inmunoterapia (vacunas). En otra zona de esta web hay más detalles sobre estos aspectos.

Del tratamiento etiológico se puede esperar una mejoría lenta, en semanas o meses, que se nota en que los síntomas aparecen con menos frecuencia, que son más leves y más cortos, y llegan a desaparecer por completo. Al principio suele ser necesario combinarlo con el tratamiento preventivo. Con el tratamiento de la causa se evitan los síntomas de la enfermedad, y se evitan también los otros tratamientos, el de rescate y el preventivo, pudiendo suspenderse en algún momento de su evolución.

El tratamiento etiológico hace efecto mientras se usa, y además sus efectos permanecen al interrumpirlo. La finalidad del tratamiento etiológico contra la alergia es curar la alergia, que la mejoría sea permanente, y que el paciente sea capaz de tolerar la sustancia que le causaba alergia como cualquier persona que nunca hubiera tenido alergia.

¿Cuál es el tratamiento etiológico si la causa no es por alergia?

Dependerá de cuál sea la causa identificada. Las causas pueden ser variadas según la enfermedad, y cada una tendrá su tratamiento correspondiente.

Si la causa no tiene tratamiento, o si no se averigua la causa, se utilizará el tratamiento de rescate, de modo intermitente, cuando se necesite, y el tratamiento preventivo, de modo continuo, mientras los síntomas continúan hasta la espera de la mejoría espontánea de la enfermedad.

Si la evolución es favorable, se disminuye o interrumpe el tratamiento preventivo, y se observa cómo responde el paciente. Si los síntomas reaparecen se ha de volver a tomar el tratamiento preventivo durante otro periodo de tiempo.

Algunos de los pacientes asmáticos, sobre todo los menores de 6 años, presentan síntomas desencadenados por infecciones víricas. Cuando van creciendo, esas infecciones van disminuyendo y con ello remiten las sintomas de reagudización de la enfermedad. Hasta que no se alcance el control de la enfermedad, se mantiene el tratamiento preventivo y el seguimiento por su médico. Cuando superan esa fase (popularmente se dice que “han hecho el cambio”) el médico le indicará si la medicación puede suspenderse.

¿En que se diferencia el tratamiento de la causa y de los desencadenantes?

Los causantes son los factores básicos, primarios, que dan origen a la enfermedad, los que producen inflamación de los bronquios u otros órganos. Cuando el órgano ya está inflamado, reacciona frente a esos factores causantes, y también frente a otros factores, que no son causantes, sino factores secundarios, oportunistas, llamados también inespecíficos, que actúan sobre el órgano ya previamente inflamado. Estos factores que afectan al órgano ya dañado se llaman desencadenantes. Los desencadenantes pueden ser causantes y desencadenantes al mismo tiempo.

¿Cuál es el tratamiento para los desencadenantes?

El tratamiento del asma y otras enfermedades alérgicas incluye el tratamiento de los desencadenantes.

Si son causantes además de desencadenantes, el tratamiento será el etiológico ya comentado, con normas de evitación, dietas y desensibilización, o tratamiento inmunoterápico con vacunas.

Si no son causantes, dependerá de cuáles sean los desencadenantes. Estos pueden ser muy variados, como tabaco, contaminación, ambientes cargados, olores fuertes, ejercicio físico sin calentamiento previoaire frío, estrés, infecciones respiratorias. El tratamiento consistirá básicamente en prevenir situaciones y evitar factores de riesgo, individualizándolo para cada paciente y factor.

Tratamiento fuera del domicilio

Se ha de conseguir que los pacientes con asma y otras enfermedades alérgicas lleven una vida lo más normal posible, con actividades como las de otros niños sin esas enfermedad.

En el caso de los niños se ha de tener en cuenta que el tratamiento puede necesitarse fuera del domicilio, en colegios, excursiones, deportes, viajes, visitas y estancias en otros domicilios. Se han de procurar los medios necesarios para tener acceso al tratamiento, y las personas que se responsabilizan del niño deben tener conocimiento de las circunstancias (dietas, evitación de alérgenos, tratamiento de rescate) que se pueden producir. Su médico puede y debe facilitarle un plan de acción escrito para conocer cómo actuar en caso de una reagudización de la enfermedad de su hijo.

Resumen de las generalidades de tratamiento

En el asma y otras enfermedades alérgicas se usan tres tipos de tratamiento, compatibles entre sí.

El primero es el tratamiento de rescate, para síntomas agudos, de acción rápida y de corta duración, con efectos muy evidentes, pero sin acción a largo plazo.

El segundo es el tratamiento preventivo, para evitar síntomas antes de que aparezcan, de acción lenta pero mantenida en el tiempo, sin efectos evidentes a corto plazo, y con acción que desaparece cuando éste se interrumpe.

El tercer tratamiento, el etiológico o de la causa, más lento aún para que se note el efecto, pero con efectos persistentes después de su interrupción.

El niño y sus cuidadores debe distinguir estos tratamientos y saber cuándo usar cada uno de ellos. También han de conocer y evitar factores desencadenantes inespecíficos, y tener acceso al tratamiento en todo momento.