Alergia a hongos
Hay muchos tipos de hongos o mohos. Los hongos ambientales que pueden dar alergia son organismos microscópicos, que se pueden encontrar por todas partes. Los hongos que pueden dar alergia no son las setas, los hongos comestibles. Estos pueden dar alergia alimentaria, pero este tipo de alergia no tiene relación con la alergia a los hongos ambientales.
Hay otros hongos que pueden dar infecciones en las personas, infecciones de piel, o de pulmones, o generalizadas. Estos hongos infecciosos no son tampoco los que habitualmente causan alergia ambiental.
Como los hongos crecen más en condiciones de humedad, muchas veces se dice “alergia a la humedad” cuando en realidad se debe decir “alergia a los hongos” o “alergia a los hongos aerógenos”, ya que estos hongos pasan al aire.
Existen miles de familias de hongos. Hay algunas que dan alergia con mucha frecuencia y son más conocidas. Reciben nombres en latín. Destaca sobre todas la Alternaria. Otras familias de hongos son Aspergillus, Cladosporium, Curvularia, Fusarium, Penicillium, Ustilago, etc.
Los hongos ambientales que dan alergia habitualmente no penetran en el cuerpo humano. Estos hongos sueltan unas partículas microscópicas llamadas esporas. Las esporas flotan en el aire y son respiradas por las personas, y pueden causar síntomas en los alérgicos. Los síntomas que provocan son fundamentalmente de tipo asma, rinitis y conjuntivitis.
Cuando se respira gran cantidad de esporas se pueden presentar síntomas agudos evidentes. Si se respira una cantidad menor pero de manera repetida, se origina una inflamación interna de los bronquios de tipo crónico, igual que con otras alergias. La inflamación crónica aumenta la reacción de los bronquios frente a otros estímulos como infecciones, aire frío, ejercicio, tabaco, etc., y entonces la relación con la alergia a los ácaros no resulta tan evidente.
El Aspergillus es el nombre de un hongo. Este hongo tiene una característica especial, y es que puede dar alergia, o dar infección invasiva, interna, en los pulmones.
La alergia del Aspergillus es frente a las esporas ambientales que flotan en el aire, sin que el hongo penetre en el cuerpo. Da síntomas de asma o rinoconjuntivitis, igual que las alergias a otros hongos o a otras sustancias ambientales.
Pero puede dar también una infección interna de los bronquios. Se debe a que el hongo penetra en los pulmones y allí se reproduce y se va extendiendo. Esto se llama Aspergillosis. Es poco frecuente, pero puede ser un problema en las personas con defensas disminuidas, y sobre todo en personas con fibrosis quística, una enfermedad hereditaria.
Los hongos se encuentran en cualquier lugar, en el interior de las casas, y sobre todo en el exterior. En el interior se pueden encontrar en habitaciones húmedas y oscuras, poco ventiladas, no soleadas, con manchas de humedad, en plantas de interior y en la tierra de las macetas. También están en el polvo, en baños y en lugares donde se almacenan alimentos. Como son microscópicos no son normalmente visibles al ojo humano; cuando ya se ven porque aparecen manchas negras de humedad o en alimentos estropeados es porque hay cantidades enormes de hongos.
Pero donde más hongos hay es en el ambiente exterior. Crecen en los desperdicios, basura, en plantas, donde haya vegetación y tierra, en lugares donde se almacenan alimentos tanto para personas como para animales.
Dentro del agua de las piscinas no hay ningún problema especial para las personas alérgicas a hongos. El cloro puede ser un irritante igual que para el resto de personas. Los hongos en los pies que se achacan a las piscinas no dan problemas de alergia. Pero en el ambiente de los vestuarios de las piscinas cubiertas hay una humedad más alta, que puede favorecer el crecimiento de hongos. Las personas alérgicas a hongos deben consultar con el especialista su caso concreto para que le dé el consejo adecuado.
Como mejor crecen los hongos es con temperaturas templadas y con humedad, igual que los ácaros. Cuando menos hongos ambientales hay es en invierno; predominan en primavera, verano y otoño.
El otoño es una época en la que también hay más ácaros, y además coincide con la vuelta de los niños al colegio, y hay más infecciones por virus. Por eso, el hecho de empeorar en otoño no se puede atribuir siempre a los hongos. Todos estos factores pueden actuar por separado o se pueden acumular unos a otros, multiplicando sus efectos sobre los síntomas.
Los días de viento, y los días de humedad, por nieblas, y tanto antes como después de las lluvias, puede haber más esporas de hongos flotando en el aire, y las personas alérgicas pueden notar empeoramientos. De todas maneras, hay personas con asma por otras alergias o sin ninguna alergia que notan empeoramiento también en relación con la humedad.
Cuando los síntomas de asma, rinitis, o conjuntivitis aparecen en épocas o zonas de humedad es más sospechoso que sea por alergia a hongos, aunque no siempre se confirme. Como es una alergia muy frecuente, se suele estudiar rutinariamente en todas las personas con esos síntomas, aunque en principio no parezcan sospechosos.
Como el resto de alergias, con pruebas en piel, análisis de sangre y pruebas de provocación. Se dan más detalles en el apartado de Estudio de la alergia.
En el tratamiento de las personas con alergia a los hongos se contemplan dos tipos de tratamiento, compatibles entre sí, y que forman parte del tratamiento etiológico del asma y otras enfermedades alérgicas. Son la evitación de alergenos y la inmunoterapia o vacunas de la alergia. Se dan más detalles sobre estas últimas en otra zona de esta web. Aquí se comentan aspectos específicos de la evitación de hongos.
Las normas se dirigen a la disminución de hongos en el interior de las casas, ya que los de exterior, transportados por el aire, no se pueden evitar.
Se recomiendan las mismas normas que en los alérgicos a ácaros. Son preferibles las habitaciones luminosas y soleadas. Hay que evitar los humificadores. Se han de reparar y eliminar manchas de humedad, goteras, y filtraciones si existen. Se han de reducir todos los objetos que puedan acumular polvo. Las paredes y el suelo han de ser lisos y fáciles de limpiar, retirando papeles pintados, moquetas y alfombras. Existen pinturas antimoho con sustancias que impiden el crecimiento de hongos.
No debe haber plantas de interior, ni en la habitación de la persona alérgica ni en el resto de la casa.
Sí que se pueden utilizar. Tanto las calefacciones como los aparatos de aire acondicionado resecan el ambiente. Al disminuir la humedad ambiental, se dificulta que se reproduzcan los hongos y también los ácaros. Los filtros de los aparatos de calefacción o de aire acondicionado se han de limpiar con frecuencia, para que no suelten más polvo que lo que filtran.
Conviene limpiar regularmente con lejía las zonas que se humedecen más frecuentemente, como bañeras, lavabos, azulejos del baño. Cuando se limpie la casa, se ha de ventilar y secar las zonas que hayan quedado húmedas.
El polvo que contiene partículas de hongos está flotando en el aire, se va depositando por efecto de la gravedad en el suelo y los objetos, y con las corrientes de aire que hacen las personas al moverse vuelve a flotar. Así está en un ciclo de subir y bajar continuamente.
Se debe retirar el polvo con un paño húmedo o que atrape el polvo. Las superficies que queden húmedas deben secarse después. No se debe sacudir el polvo con un trapo o con un plumero. No es conveniente barrer con una escoba, sino usar una fregona o un aspirador.
Los aspiradores aspiran por el tubo, pero por la parte posterior del aspirador expulsan aire. Parte del polvo queda dentro de la bolsa, pero otra parte es expulsada de nuevo al aire de la habitación. Se recomiendan aspiradores con filtro de agua o filtro HEPA, que retienen al máximo las partículas de hongos.
Son una serie de aparatos, de tamaño y precio variables, que se utilizan con el fin de disminuir la cantidad de partículas en el aire, no sólo de hongos, sino también de otras sustancias.
Su utilidad es discutida, y se debe valorar individualmente la conveniencia de usarlos según los síntomas del paciente y la eficacia de otros tratamientos. Consulte con el especialista su caso concreto.
Los hongos que flotan en el aire no se pueden evitar. Se ha de estar pendiente durante los días de viento y de humedad si se empieza a presentar síntomas, para empezar el tratamiento de rescate cuanto antes. Se debe prestar atención a lugares cerrados problemáticos como sótanos, garajes, bodegas, establos, corrales, graneros, almacenes con vegetales, floristerías.
Respecto a lugares abiertos hay que tener precaución con las zonas pantanosas y húmedas, con la vegetación suelta como ramas, hojas secas, hierbas segadas o paja.
Índice de contenidos
Índice de contenidos
¿Qué son los hongos o mohos?
Hay muchos tipos de hongos o mohos. Los hongos ambientales que pueden dar alergia son organismos microscópicos, que se pueden encontrar por todas partes. Los hongos que pueden dar alergia no son las setas, los hongos comestibles. Estos pueden dar alergia alimentaria, pero este tipo de alergia no tiene relación con la alergia a los hongos ambientales.
Hay otros hongos que pueden dar infecciones en las personas, infecciones de piel, o de pulmones, o generalizadas. Estos hongos infecciosos no son tampoco los que habitualmente causan alergia ambiental.
Como los hongos crecen más en condiciones de humedad, muchas veces se dice “alergia a la humedad” cuando en realidad se debe decir “alergia a los hongos” o “alergia a los hongos aerógenos”, ya que estos hongos pasan al aire.
¿Cuántos hongos existen?
Existen miles de familias de hongos. Hay algunas que dan alergia con mucha frecuencia y son más conocidas. Reciben nombres en latín. Destaca sobre todas la Alternaria. Otras familias de hongos son Aspergillus, Cladosporium, Curvularia, Fusarium, Penicillium, Ustilago, etc.
¿Cómo dan alergia los hongos?
Los hongos ambientales que dan alergia habitualmente no penetran en el cuerpo humano. Estos hongos sueltan unas partículas microscópicas llamadas esporas. Las esporas flotan en el aire y son respiradas por las personas, y pueden causar síntomas en los alérgicos. Los síntomas que provocan son fundamentalmente de tipo asma, rinitis y conjuntivitis.
Cuando se respira gran cantidad de esporas se pueden presentar síntomas agudos evidentes. Si se respira una cantidad menor pero de manera repetida, se origina una inflamación interna de los bronquios de tipo crónico, igual que con otras alergias. La inflamación crónica aumenta la reacción de los bronquios frente a otros estímulos como infecciones, aire frío, ejercicio, tabaco, etc., y entonces la relación con la alergia a los ácaros no resulta tan evidente.
¿Qué son el Aspergillus y la Aspergillosis?
El Aspergillus es el nombre de un hongo. Este hongo tiene una característica especial, y es que puede dar alergia, o dar infección invasiva, interna, en los pulmones.
La alergia del Aspergillus es frente a las esporas ambientales que flotan en el aire, sin que el hongo penetre en el cuerpo. Da síntomas de asma o rinoconjuntivitis, igual que las alergias a otros hongos o a otras sustancias ambientales.
Pero puede dar también una infección interna de los bronquios. Se debe a que el hongo penetra en los pulmones y allí se reproduce y se va extendiendo. Esto se llama Aspergillosis. Es poco frecuente, pero puede ser un problema en las personas con defensas disminuidas, y sobre todo en personas con fibrosis quística, una enfermedad hereditaria.
¿Dónde viven los hongos?
Los hongos se encuentran en cualquier lugar, en el interior de las casas, y sobre todo en el exterior. En el interior se pueden encontrar en habitaciones húmedas y oscuras, poco ventiladas, no soleadas, con manchas de humedad, en plantas de interior y en la tierra de las macetas. También están en el polvo, en baños y en lugares donde se almacenan alimentos. Como son microscópicos no son normalmente visibles al ojo humano; cuando ya se ven porque aparecen manchas negras de humedad o en alimentos estropeados es porque hay cantidades enormes de hongos.
Pero donde más hongos hay es en el ambiente exterior. Crecen en los desperdicios, basura, en plantas, donde haya vegetación y tierra, en lugares donde se almacenan alimentos tanto para personas como para animales.
¿Hay hongos en las piscinas?
Dentro del agua de las piscinas no hay ningún problema especial para las personas alérgicas a hongos. El cloro puede ser un irritante igual que para el resto de personas. Los hongos en los pies que se achacan a las piscinas no dan problemas de alergia. Pero en el ambiente de los vestuarios de las piscinas cubiertas hay una humedad más alta, que puede favorecer el crecimiento de hongos. Las personas alérgicas a hongos deben consultar con el especialista su caso concreto para que le dé el consejo adecuado.
¿En qué época hay más hongos?
Como mejor crecen los hongos es con temperaturas templadas y con humedad, igual que los ácaros. Cuando menos hongos ambientales hay es en invierno; predominan en primavera, verano y otoño.
El otoño es una época en la que también hay más ácaros, y además coincide con la vuelta de los niños al colegio, y hay más infecciones por virus. Por eso, el hecho de empeorar en otoño no se puede atribuir siempre a los hongos. Todos estos factores pueden actuar por separado o se pueden acumular unos a otros, multiplicando sus efectos sobre los síntomas.
Los días de viento, y los días de humedad, por nieblas, y tanto antes como después de las lluvias, puede haber más esporas de hongos flotando en el aire, y las personas alérgicas pueden notar empeoramientos. De todas maneras, hay personas con asma por otras alergias o sin ninguna alergia que notan empeoramiento también en relación con la humedad.
¿Cuándo se sospecha la alergia a hongos?
Cuando los síntomas de asma, rinitis, o conjuntivitis aparecen en épocas o zonas de humedad es más sospechoso que sea por alergia a hongos, aunque no siempre se confirme. Como es una alergia muy frecuente, se suele estudiar rutinariamente en todas las personas con esos síntomas, aunque en principio no parezcan sospechosos.
¿Cómo se estudia la alergia a hongos?
Como el resto de alergias, con pruebas en piel, análisis de sangre y pruebas de provocación. Se dan más detalles en el apartado de Estudio de la alergia.
¿Qué se hace si se tiene alergia a los hongos?
En el tratamiento de las personas con alergia a los hongos se contemplan dos tipos de tratamiento, compatibles entre sí, y que forman parte del tratamiento etiológico del asma y otras enfermedades alérgicas. Son la evitación de alergenos y la inmunoterapia o vacunas de la alergia. Se dan más detalles sobre estas últimas en otra zona de esta web. Aquí se comentan aspectos específicos de la evitación de hongos.
Las normas se dirigen a la disminución de hongos en el interior de las casas, ya que los de exterior, transportados por el aire, no se pueden evitar.
¿Cómo deben ser las habitaciones de los alérgicos a hongos?
Se recomiendan las mismas normas que en los alérgicos a ácaros. Son preferibles las habitaciones luminosas y soleadas. Hay que evitar los humificadores. Se han de reparar y eliminar manchas de humedad, goteras, y filtraciones si existen. Se han de reducir todos los objetos que puedan acumular polvo. Las paredes y el suelo han de ser lisos y fáciles de limpiar, retirando papeles pintados, moquetas y alfombras. Existen pinturas antimoho con sustancias que impiden el crecimiento de hongos.
No debe haber plantas de interior, ni en la habitación de la persona alérgica ni en el resto de la casa.
¿Se puede usar calefacción o aire acondicionado?
Sí que se pueden utilizar. Tanto las calefacciones como los aparatos de aire acondicionado resecan el ambiente. Al disminuir la humedad ambiental, se dificulta que se reproduzcan los hongos y también los ácaros. Los filtros de los aparatos de calefacción o de aire acondicionado se han de limpiar con frecuencia, para que no suelten más polvo que lo que filtran.
¿Cómo se hace la limpieza para evitar hongos?
Conviene limpiar regularmente con lejía las zonas que se humedecen más frecuentemente, como bañeras, lavabos, azulejos del baño. Cuando se limpie la casa, se ha de ventilar y secar las zonas que hayan quedado húmedas.
El polvo que contiene partículas de hongos está flotando en el aire, se va depositando por efecto de la gravedad en el suelo y los objetos, y con las corrientes de aire que hacen las personas al moverse vuelve a flotar. Así está en un ciclo de subir y bajar continuamente.
Se debe retirar el polvo con un paño húmedo o que atrape el polvo. Las superficies que queden húmedas deben secarse después. No se debe sacudir el polvo con un trapo o con un plumero. No es conveniente barrer con una escoba, sino usar una fregona o un aspirador.
Los aspiradores aspiran por el tubo, pero por la parte posterior del aspirador expulsan aire. Parte del polvo queda dentro de la bolsa, pero otra parte es expulsada de nuevo al aire de la habitación. Se recomiendan aspiradores con filtro de agua o filtro HEPA, que retienen al máximo las partículas de hongos.
¿Qué son los purificadores, desionizadores y deshumidificadores?
Son una serie de aparatos, de tamaño y precio variables, que se utilizan con el fin de disminuir la cantidad de partículas en el aire, no sólo de hongos, sino también de otras sustancias.
Su utilidad es discutida, y se debe valorar individualmente la conveniencia de usarlos según los síntomas del paciente y la eficacia de otros tratamientos. Consulte con el especialista su caso concreto.
¿Qué se puede hacer para evitar los hongos de exterior?
Los hongos que flotan en el aire no se pueden evitar. Se ha de estar pendiente durante los días de viento y de humedad si se empieza a presentar síntomas, para empezar el tratamiento de rescate cuanto antes. Se debe prestar atención a lugares cerrados problemáticos como sótanos, garajes, bodegas, establos, corrales, graneros, almacenes con vegetales, floristerías.
Respecto a lugares abiertos hay que tener precaución con las zonas pantanosas y húmedas, con la vegetación suelta como ramas, hojas secas, hierbas segadas o paja.
Resumen de la alergia a hongos
Los hongos o mohos son una causa frecuente de alergia. A la alergia a los hongos se le llama a menudo alergia a la humedad. Los hongos microscópicos sueltan partículas, llamadas esporas, al aire. Por eso se llaman hongos aerógenos. Esas partículas pueden dar síntomas de asma, de rinitis y de conjuntivitis, síntomas agudos y también inflamación crónica del aparato respiratorio de los alérgicos. Los hongos se encuentran en el interior de las casas, y sobre todo en el exterior. Se alimentan de desperdicios, de restos animales y vegetales. Dentro de las casas se deben evitar humedades, y hacer limpieza frecuente, pero hecha de modo que elimine el polvo y no sólo lo haga pasar de los objetos al aire que se respira. Además de la evitación, se pueden usar vacunas contra los hongos, que el especialista recomendará si están indicadas para cada caso. Se puede descargar una hoja resumida de normas para evitar hongos.