Alergia a picaduras de insecto

Las picaduras por insectos son muy frecuentes entre la población infantil ya que los niños suelen pasar mucho tiempo al aire libre.

Los insectos que con más frecuencia pican a los niños son los mosquitos y los más peligrosos, por las reacciones alérgicas que pueden producir, los himenópteros (avispas, abejas y hormigas).

Existen otros insectos como arañas, orugas (procesionaria del pino), pulgas, tábanos, etc. que también pueden producir una reacción de hipersensibilidad.

Los mosquitos, moscas y tábanos pertenecen al orden de los dípteros.

La reacción que producen es más leve que las producidas por picadura de himenópteros, si bien es cierto que muchos niños presentan reacciones intensas con picaduras de mosquito.

La picadura se presenta como una gran inflamación local, con mucho picor y no suelen corresponderse con una reacción alérgica mediada por inmunoglobulina E específica (IgE). A pesar de que estas reacciones son molestas, no son peligrosas para la vida.

Las picaduras de abeja o avispa duelen en el momento del picotazo. Las abejas dejan clavado el aguijón, cosa que no hacen las avispas. Si a uno le pica una abeja, se debe intentar extraer el aguijón usando cualquier método, raspando con las uñas, con un objeto romo, con pinzas, o como se pueda. Anteriormente se recomendaba no tocarlo, para no inyectar el resto del veneno, pero se ha comprobado que cuando el aguijón está dentro de la piel, un mecanismo reflejo del aguijón inyecta poco a poco todo el veneno. Por tanto hay que intentar extraerlo inmediatamente, idealmente en los primeros segundos.

Estas picaduras sí que pueden dar reacciones muy graves.
Cuando alguien sufre una picadura de abeja o avispa, se producen reacciones de inflamación en la zona de la picadura, reacciones que llamamos reacciones locales. Estas reacciones de enrojecimiento, hinchazón y dolor son normales. Pueden ser muy grandes, y extenderse varios centímetros alrededor de la picadura. El que las reacciones sean más o menos grandes depende sobre todo de la constitución individual de cada persona. A pesar de lo molestas y dolorosas que pueden ser, no son peligrosas para la vida.

Pero algunas personas pueden presentar reacciones a distancia del punto de picadura, reacciones que llamamos reacciones sistémicas. No es normal que a alguien le pique una avispa/abeja en el brazo, se le inflamen los ojos o le aparezcan ronchas generalizadas (habones, urticaria) por el cuerpo, o que a alguien le piquen en la pierna y le aparezca dificultad para respirar.

Estas reacciones sistémicas pueden ser muy graves, e incluso mortales.

Cuando alguien ha presentado alguna reacción sistémica tras una picadura de abeja o avispa, debe consultar con un especialista, para determinar si verdaderamente ha sido una reacción alérgica, y a qué insecto en concreto se le tiene alergia.

Con el estudio alergológico, con pruebas de piel y/o con análisis de sangre, el especialista le confirmará si es una alergia, y el tratamiento correspondiente.
Si nunca le han picado abejas o avispas no se desarrolla alergia. La alergia a insectos no se hereda, sino que se adquiere con el paso del tiempo. Para desarrollar la alergia es necesario haber sido picado previamente; la alergia no aparece en la primera picadura, sino que se necesita más de una.

Se recomienda usar insecticidas en casa y algún repelente en la piel para el exterior.

Puede ser útil en un primer momento elevar el miembro afecto y aplicar frío local para reducir la inflamación y el dolor. Para combatir el picor se puede administrar un antihistamínico vía oral o incluso un corticoide tópico.

Aplicar de forma rápida los productos a base de amoníaco, proporciona un alivio rápido en las picaduras de insectos, ya que neutraliza el veneno y frena la irritación y picor de la piel. En relación con las picaduras de pulga, arañas y otro tipo de insectos, las normas son igual que para los mosquitos, aunque con estos otros insectos no hay ni siquiera pruebas de alergia.

El hecho de tener reacciones intensas con picaduras de mosquito no supone ningún riesgo de reacciones a picaduras de abeja o avispa, puesto que el veneno de estos insectos no tiene relación con el de mosquito.

Habitualmente uno no se da cuenta en el momento que le pica un mosquito, sino al cabo de varias horas, no como en las picaduras de abeja o avispa, que sí que son dolorosas y uno se da cuenta en el momento.

Existen unas normas que los niños deben conocer

a. No acercarse a nidos de avispas ni a panales de abejas (pican cuando se sienten amenazadas).

b. Si se posa encima, permanecer quieto o hacer movimientos muy lentos hasta que se vaya

c. Alejarse del lugar del accidente. La avispa puede picar repetidas veces ya que conserva el aguijón

d. Asegurar que no haya insectos en el borde del vaso. En piscinas o campos con flores, evitar andar descalzo y sacudir la ropa dejada en el suelo antes de ponérsela. Evitar ropas llamativas o perfumes cuando se sale al campo.

e. En las excursiones, los niños deben llevar pantalones y manga larga.

f. No correr, ni ir en bicicleta en lugares donde haya muchas flores por el riesgo a colisionar con el insecto.

g. Cubos de basura bien cerrados en merenderos y campo

Si alguien con alergia sufre un picotazo debe acudir al centro médico más cercano para valoración. En el camino debe usar antihistamínicos si tiene síntomas de piel (urticaria o inflamación), e inhalaciones de broncodilatador si tiene síntomas de sibilantes o dificultad respiratoria. Pero el tratamiento verdaderamente importante cuando se tienen varios síntomas o se presenta una reacción grave es la adrenalina o epinefrina. Existen adrenalinas autoinyectables que inyectan la adrenalina automáticamente, y se utilizan incluso a través de la ropa (ver tratamiento). La adrenalina se puede repetir varias veces, cada 15-20 minutos, si es necesario porque continúan los síntomas de peligro.

El tratamiento a largo plazo de la alergia a picaduras de abeja o avispa es la inmunoterapia o vacuna de la alergia.

Esta vacunación es la más eficaz entre todas las vacunas para la alergia.

Las vacunas, como en el caso de otras alergias, se administran en inyecciones, habitualmente cada mes, durante un tiempo mínimo de 3 a 5 años.

Con las vacunaciones se consigue tolerancia frente al veneno del insecto, de manera que la persona con alergia reacciona igual que las personas que nunca han padecido alergia. Hasta que se consigue este efecto, el alérgico debe seguir con el resto de precauciones.

El especialista decidirá en cada paciente si está indicado o no el vacunarse, durante cuánto tiempo, y cuándo se debe interrumpir.

Consulte cualquier duda con su especialista.

En el siguiente enlace puede descargarse el decálogo de consejos para la alergia a himenópteros: http://www.seicap.es/decálogo-de-alergia-a-himenópteros-septiembre-2019_69607.pdf

Índice de contenidos

Índice de contenidos

Picaduras de mosquito

Los mosquitos, moscas y tábanos pertenecen al orden de los dípteros.

La reacción que producen es más leve que las producidas por picadura de himenópteros, si bien es cierto que muchos niños presentan reacciones intensas con picaduras de mosquito.

La picadura se presenta como una gran inflamación local, con mucho picor y no suelen corresponderse con una reacción alérgica mediada por inmunoglobulina E específica (IgE). A pesar de que estas reacciones son molestas, no son peligrosas para la vida.

Picaduras de abejas o avispas

Las picaduras de abeja o avispa duelen en el momento del picotazo. Las abejas dejan clavado el aguijón, cosa que no hacen las avispas. Si a uno le pica una abeja, se debe intentar extraer el aguijón usando cualquier método, raspando con las uñas, con un objeto romo, con pinzas, o como se pueda. Anteriormente se recomendaba no tocarlo, para no inyectar el resto del veneno, pero se ha comprobado que cuando el aguijón está dentro de la piel, un mecanismo reflejo del aguijón inyecta poco a poco todo el veneno. Por tanto hay que intentar extraerlo inmediatamente, idealmente en los primeros segundos.

Estas picaduras sí que pueden dar reacciones muy graves.
Cuando alguien sufre una picadura de abeja o avispa, se producen reacciones de inflamación en la zona de la picadura, reacciones que llamamos reacciones locales. Estas reacciones de enrojecimiento, hinchazón y dolor son normales. Pueden ser muy grandes, y extenderse varios centímetros alrededor de la picadura. El que las reacciones sean más o menos grandes depende sobre todo de la constitución individual de cada persona. A pesar de lo molestas y dolorosas que pueden ser, no son peligrosas para la vida.

Pero algunas personas pueden presentar reacciones a distancia del punto de picadura, reacciones que llamamos reacciones sistémicas. No es normal que a alguien le pique una avispa/abeja en el brazo, se le inflamen los ojos o le aparezcan ronchas generalizadas (habones, urticaria) por el cuerpo, o que a alguien le piquen en la pierna y le aparezca dificultad para respirar.

Estas reacciones sistémicas pueden ser muy graves, e incluso mortales.

Cuando alguien ha presentado alguna reacción sistémica tras una picadura de abeja o avispa, debe consultar con un especialista, para determinar si verdaderamente ha sido una reacción alérgica, y a qué insecto en concreto se le tiene alergia.

Con el estudio alergológico, con pruebas de piel y/o con análisis de sangre, el especialista le confirmará si es una alergia, y el tratamiento correspondiente.
Si nunca le han picado abejas o avispas no se desarrolla alergia. La alergia a insectos no se hereda, sino que se adquiere con el paso del tiempo. Para desarrollar la alergia es necesario haber sido picado previamente; la alergia no aparece en la primera picadura, sino que se necesita más de una.

Evitar la picadura de insecto

Se recomienda usar insecticidas en casa y algún repelente en la piel para el exterior.

Tratamiento de la picadura de insecto

Puede ser útil en un primer momento elevar el miembro afecto y aplicar frío local para reducir la inflamación y el dolor. Para combatir el picor se puede administrar un antihistamínico vía oral o incluso un corticoide tópico.

Aplicar de forma rápida los productos a base de amoníaco, proporciona un alivio rápido en las picaduras de insectos, ya que neutraliza el veneno y frena la irritación y picor de la piel. En relación con las picaduras de pulga, arañas y otro tipo de insectos, las normas son igual que para los mosquitos, aunque con estos otros insectos no hay ni siquiera pruebas de alergia.

El hecho de tener reacciones intensas con picaduras de mosquito no supone ningún riesgo de reacciones a picaduras de abeja o avispa, puesto que el veneno de estos insectos no tiene relación con el de mosquito.

Habitualmente uno no se da cuenta en el momento que le pica un mosquito, sino al cabo de varias horas, no como en las picaduras de abeja o avispa, que sí que son dolorosas y uno se da cuenta en el momento.

Normas para evitar la picadura de himenópteros

Existen unas normas que los niños deben conocer

a. No acercarse a nidos de avispas ni a panales de abejas (pican cuando se sienten amenazadas).

b. Si se posa encima, permanecer quieto o hacer movimientos muy lentos hasta que se vaya

c. Alejarse del lugar del accidente. La avispa puede picar repetidas veces ya que conserva el aguijón

d. Asegurar que no haya insectos en el borde del vaso. En piscinas o campos con flores, evitar andar descalzo y sacudir la ropa dejada en el suelo antes de ponérsela. Evitar ropas llamativas o perfumes cuando se sale al campo.

e. En las excursiones, los niños deben llevar pantalones y manga larga.

f. No correr, ni ir en bicicleta en lugares donde haya muchas flores por el riesgo a colisionar con el insecto.

g. Cubos de basura bien cerrados en merenderos y campo

Cuando no se pudo evitar el picotazo

Si alguien con alergia sufre un picotazo debe acudir al centro médico más cercano para valoración. En el camino debe usar antihistamínicos si tiene síntomas de piel (urticaria o inflamación), e inhalaciones de broncodilatador si tiene síntomas de sibilantes o dificultad respiratoria. Pero el tratamiento verdaderamente importante cuando se tienen varios síntomas o se presenta una reacción grave es la adrenalina o epinefrina. Existen adrenalinas autoinyectables que inyectan la adrenalina automáticamente, y se utilizan incluso a través de la ropa (ver tratamiento). La adrenalina se puede repetir varias veces, cada 15-20 minutos, si es necesario porque continúan los síntomas de peligro.

Vacuna para la alergia a picaduras de abeja o avispa

El tratamiento a largo plazo de la alergia a picaduras de abeja o avispa es la inmunoterapia o vacuna de la alergia.

Esta vacunación es la más eficaz entre todas las vacunas para la alergia.

Las vacunas, como en el caso de otras alergias, se administran en inyecciones, habitualmente cada mes, durante un tiempo mínimo de 3 a 5 años.

Con las vacunaciones se consigue tolerancia frente al veneno del insecto, de manera que la persona con alergia reacciona igual que las personas que nunca han padecido alergia. Hasta que se consigue este efecto, el alérgico debe seguir con el resto de precauciones.

El especialista decidirá en cada paciente si está indicado o no el vacunarse, durante cuánto tiempo, y cuándo se debe interrumpir.

Consulte cualquier duda con su especialista.

En el siguiente enlace puede descargarse el decálogo de consejos para la alergia a himenópteros: http://www.seicap.es/decálogo-de-alergia-a-himenópteros-septiembre-2019_69607.pdf