¿Qué problemas tienen en la escuela los niños con asma y alergia?

La educación y formación en la escuela es muy importante para los profesores, monitores, personal de comedor y cocina y para todo el personal del centro educativo.

Los niños con asma y alergia tienen los mismos problemas generales que el resto de los niños, y además tienen unos problemas específicos derivados de sus síntomas y del tratamiento. En ocasiones por culpa de su enfermedad tienen que faltar al colegio y otras veces el aspecto físico de algunas enfermedades alérgicas como la dermatitis, puede llevar a cierto grado de rechazo por los compañeros o incomprensión por parte de los profesores.

En el asma se deben tener en cuenta la posibilidad de crisis de asma incluso graves, pero, sin duda, el problema más importante es la supervivencia en los niños con reacciones de anafilaxia y asma grave, que pueden presentarse en la escuela, y ser potencialmente mortales.

Cada una de ellas tiene unos síntomas y unos tratamientos específicos que se detallan en las secciones correspondientes de esta web. Asimismo, hay secciones dedicadas a los alergenos más frecuentes. Para ampliar información se pueden consultar dichas secciones. En esta sección se comentan los aspectos específicos que pueden repercutir en la escuela.

El asma es una causa de absentismo escolar. Algunos niños con asma padecen síntomas desencadenados por el ejercicio físico (se dan más detalles en el apartado de asma en esta web), produciendo en ocasione limitaciones e incapacidad para seguir el ritmo de sus compañeros, excluyéndolo en ocasiones de algunas actividades, como excursiones. Si los profesores desconocen esta circunstancia pueden calificar al niño como no colaborador, o simulador, por eso es importante dar formación a todo el personal del centro educativo. Es importante conocer las limitaciones de los alumnos y no forzarles si están con crisis de asma.

El niño con rinitis tiene síntomas como son los estornudos, que se presentan totalmente involuntarios y en salvas, picores intensos, que le llevan a frotarse la nariz con movimientos   parecidos a tics o realizando el llamado saludo alérgico, siendo también importante la obstrucción nasal. Todos estos síntomas pueden interferir en el sueño, haciendo que el niño esté más somnoliento durante el día, con poca capacidad de concentración o el tratamiento con antihistamínicos también podrían producirle sueño, aunque los de nueva generación no inducen sueño en la mayoría de los pacientes.

Si la rinitis es primaveral puede notarse peor rendimiento en los exámenes realizados en esa época.

Lo hace de modo similar a la rinitis. El niño con conjuntivitis tiene síntomas de picores oculares intensos, que le llevan a frotarse los ojos. En ocasiones los síntomas son tan molestos que hace necesario el uso de gafas de sol, lo cual también puede aumentar los comentarios de los compañeros.
El tratamiento con antihistamínicos, igual que en la rinitis, puede inducir el sueño en los niños más sensibles a este efecto secundario.
Aunque la conjuntivitis alérgica no daña la visión de manera permanente, en las fases agudas sí que puede producir cierta interferencia temporal en la agudeza visual, con el consiguiente trastorno en la lectura y escritura. Estos efectos son más importantes durante la época de primavera en las conjuntivitis por pólenes y en la conjuntivitis vernal.

La dermatitis atópica produce picores muy intensos e irritabilidad, lo que puede condicionar cambios de carácter y de comportamiento en las aulas. Los antihistamínicos más útiles para el picor son los que tienen efecto sedante, por lo que el niño puede estar más somnoliento El aspecto inflamado de la piel es muy llamativo en las agudizaciones, y puede producir cierto rechazo por parte de los compañeros. Conceptos erróneos como el de que la dermatitis atópica sea contagiosa, también pueden dar lugar a cierto grado de aislamiento y exclusión.

La urticaria también se caracteriza por el picor, pudiendo producir irritabilidad, alteraciones del comportamiento, y su tratamiento con antihistamínicos también puede inducir somnolencia.
El niño con episodios de edema presenta deformaciones temporales en las zonas afectadas (con más frecuencia labios y parpados), pudiendo ocasionar rechazo por sus compañeros o incluso ser objeto de burlas.

as personas con alergia a picaduras de himenópteros pueden presentar reacciones alérgicas graves, como la anafilaxia, si son picados por estos insectos. Estas reacciones requieren un tratamiento urgente, que se comenta más adelante en esta sección.

Hay numerosos objetos que pueden contener látex que deben ser evitados por los alérgicos a látex. Esto puede limitar o impedir la participación en algunas actividades en que se usan estos objetos, como por ejemplo fiestas en las que se emplean globos, o ejercicios que requieren el uso de guantes. Existen materiales alternativos al látex para gran parte de dichos objetos.
Los síntomas que causa la alergia al látex son muy variados en su presentación y en su gravedad, siendo su tratamiento el correspondiente a cada síntoma.

La alergia a alimentos produce unos síntomas que pueden ser muy variables, siendo su tratamiento el correspondiente a cada síntoma.
La alergia no mediada por IgE, no suele provocar síntomas amenazantes para la vida, aunque los vómitos repetidos que provoca, en ocasiones pueden precisar atención hospitalaria. La alergia mediada por IgE produce diferentes síntomas, siendo los más frecuentes las ronchas en la piel (urticaria), pero pueden llegar a producir reacciones alérgicas graves como la anafilaxia, que puede llegar a ser mortal.
La prevención de estas reacciones es crucial, implicando a todo el personal del centro educativo, Esto repercute en las comidas en la escuela, ya sea en el comedor, en el patio, en actividades extraescolares, o en las que se manipulan alimentos, por eso es importante la educación y formación en los centros escolares.
Se debe recordar que las reacciones alimentarias no sólo ocurren cuando se toma un alimento, sino que puede ser por contacto, directo, o indirecto a través de otras personas o de utensilios como cubiertos, platos, etc. En los casos más sensibles con tan sólo los olores o vapores se pueden presentar síntomas, como puede ocurrir con la alergia al pescado o marisco.

La anafilaxia es la reacción alérgica más grave que puede ocurrir, su gravedad es variable, pudiendo llegar a provocar la muerte o secuelas en los casos más graves. La anafilaxia puede ser causada por diversos alergenos, siendo lo más frecuente en niños los alimentos, seguido de medicamentos y vacunas, látex, venenos de himenópteros y ejercicio. Hay descritos numerosos casos de niños que han tenido reacciones anafilácticas por alimentos en la escuela.
Aunque hay algunas sustancias que causan alergia o anafilaxia más frecuentemente que otras, lo que interesa es conocer el alimento u otro alergeno responsable a nivel individual, para cada niño en concreto.

El manejo de estos problemas debe hacerse de una formal integral y coordinada por todos los agentes implicados, como son los padres o tutores del niño, el personal docente y no docente de la escuela, los médicos especialistas en el diagnóstico y tratamiento del niño, el personal médico y de enfermería de que disponen algunas escuelas, las asociaciones de pacientes y familiares, y las autoridades encargadas del marco legal. Cuando el niño empieza a alcanzar cierta madurez, gran parte de la responsabilidad recaerá sobre él mismo.

Los padres son el elemento clave de comunicación. Entre sus tareas podemos incluir:

  • encargarse de comunicar por escrito a la escuela si su hijo padece asma u otra enfermedad alérgica, y si los síntomas pueden llegar a ser graves.
  • informar del modo de contacto en caso de reacción grave.
  • obtener de su especialista un informe sobre la enfermedad del niño, las posibles alergias, los métodos de prevención, los posibles síntomas y la actitud a seguir ante una reacción grave.
  • proporcionar una copia de dicho informe a la escuela.
  • proporcionar medicación a la escuela, vigilando su caducidad, si el niño puede necesitar medicación de urgencia.
  • conocer ellos mismo los métodos de prevención, saber administrar la medicación de urgencia, e ir enseñando al niño cuando vaya alcanzando la madurez adecuada.

La responsabilidad que debe asumir el propio niño alérgico irá aumentando según vaya creciendo y madurando. Se debe contemplar:

  • saber a qué tiene alergia y qué alergenos debe evitar y cómo hacerlo.
  • conocer qué situaciones y actividades suponen un aumento de riesgo.
  • saber reconocer sus síntomas.
  • saber administrarse la medicación de urgencia.
  • saber cuándo debe pedir ayuda a las personas de su alrededor.

El médico especialista (pediatra alergólogo), debe encargarse de suministrar toda la información relativa al diagnóstico y tratamiento preventivo y de urgencia del niño alérgico. Su labor es fundamental en:

  • Comunicar el diagnóstico y tratamiento a los padres, y a la escuela a través de los padres o tutores.
  • Realizar un informe escrito sobre el diagnóstico del niño, alergias que padece, cómo evitar alergenos, qué síntomas puede presentar, y cómo tratar dichos síntomas cuando son graves.
  • Escribir dicho informe de forma clara y detallada pero escueta y en lenguaje fácilmente comprensible.
  • Participar en las tareas de formación y entrenamiento de las personas involucradas, tanto de forma general como específica ante pacientes concretos.

Cuando una reacción grave aparece en la escuela, el tratamiento rápido es vital, pues el retraso en la respuesta puede tener consecuencias irreparables. Entre las funciones del personal de la escuela se incluyen:

  • designar a la persona responsable de la organización general de la atención al niño con reacciones alérgicas o asmáticas graves.
  • obtener el informe escrito del diagnóstico y tratamiento necesario.
  • asegurarse de que el niño en riesgo esté bien identificado por el personal de la escuela, incluido el personal temporal.
  • designar varias personas que sepan cómo actuar ante una reacción en un niño alérgico.
  • solicitar y obtener la formación específica de estas personas por personal sanitario adecuado.
  • custodiar la medicación de urgencia en un lugar seguro, pero fácilmente accesible en caso de emergencia.
  • conocer los circuitos de solicitud de atención médica urgente y de aviso a los padres o tutores.
  • administrar la medicación de urgencia, siguiendo las instrucciones escritas, y bajo supervisión del 061/112, en los casos en los que no pueden permitirse retrasos.

Este personal se encuentra disponible en un número limitado de centros educativos. Cuando así sea, entre sus funciones estarían:

  • adquirir la destreza necesaria para reconocer y tratar los síntomas.
  • encargarse de la atención urgente al niño que lo necesite.
  • proporcionar y actualizar la formación para el personal no sanitario en el caso de estar ausente.

La acción de estas asociaciones es incomparablemente más eficaz que la de las personas aisladas, por lo que pueden realizar tareas referentes a:

  • proporcionar consejos, apoyo y ayuda práctica a los niños alérgicos y sus familiares.
  • organizar y participar en actividades de formación al personal de los centros educativos.
  • difundir la problemática de la alergia en la escuela.
  • influir para la mejora de servicios y legislación de esta problemática.

Las competencias de las autoridades pueden ser de tipo local, regional o nacional. Su actuación se centra sobre diversos aspectos:

  • proporcionar los mejores servicios para la atención del niño alérgico en la escuela.
  • regular la formación general pregrado y la formación continuada del personal docente y no docente de la escuela.
  • regular la formación específica ante casos concretos.
  • elaborar la legislación que proteja al niño de las situaciones de riesgo.
  • elaborar la legislación que proteja al personal de la escuela de las posibles consecuencias que pueden surgir cuando se siguen las instrucciones que les han proporcionado.

Las actuaciones son de tipo preventivo, y de tratamiento en los casos de urgencia vital. La escuela también puede tener un papel importante en la detección de empeoramiento de síntomas alérgicos ya conocidos, y de las primeras manifestaciones de la alergia y del asma.
Estas actuaciones incluyen unas precauciones que deben llevarse a cabo por el personal involucrado y en las zonas de la escuela implicadas.

Todo el personal que trabaja en un centro educativo comparte responsabilidad: profesores, educadores, entrenadores, o monitores deportivos en los que se refiere a personal docente y personal no docente como cuidadores de patio o cuidadores de comedor; incluso el personal que no tiene contacto directo con los niños, como personal de cocina o de empresas de catering, también tiene un gran papel en lo referente a alergia a alimentos.
Cuando hay personal por sustituciones, también debe ser informado de los casos concretos de riesgo.

Las precauciones deben tenerse en todas las zonas de la escuela: aulas, patios, gimnasios, campos de deporte, laboratorios, talleres, comedores, bares o cantinas, autobuses de transporte, etc.
Las precauciones deben prolongarse en las actividades fuera de la escuela, como viajes, excursiones o acampadas.

Las precauciones han de ser evitar los alergenos. Algunos alergenos son de fácil evitación, mientras que en otros no hay medidas prácticas disponibles (en otra zona de esta web se dan detalles para los alergenos más frecuentes).

  • En el caso del látex se han de evitar los objetos de látex y productos que lo contengan, sustituirlos por objetos con materiales alternativos.
  • En el caso de los alimentos se debe hacer dieta evitando el alimento responsable.
  • En el caso del asma se debe tener especial precaución con el asma de esfuerzo.
  • En el caso de anafilaxia, cualquiera que sea su causa, se deben conocer las medidas de prevención, reconocimiento rápido de síntomas, de administración del tratamiento en caso de urgencia vital, y obtención de ayuda médica.
  • En todas las precauciones se debe buscar un difícil equilibrio entre la integración del niño con asma o alergia y las actividades de los demás niños no afectados. Así se debe intentar que el niño afectado pueda realizar las mismas actividades que los demás, y que estos no pierdan la oportunidad de realizar actividades o utilizar materiales que al niño afectado le están restringidos.

Aunque hay problemas de absentismo, rendimiento escolar, integración y autoestima, la actuación prioritaria se debe encaminar a los problemas en los que hay riesgo de reacciones amenazantes para la vida.
Las que más a menudo se dan en la escuela son las reacciones asmáticas graves, y las reacciones anafilácticas. La causa más frecuente de anafilaxia y también de alguna crisis de asma es la alergia alimentaría.

El asma puede aparecer de manera brusca en cualquier lugar. Una causa de asma muy severa es la alergia alimentaria. Otra causa de asma es la exposición a alergenos, que se da en circunstancias variables para cada alergeno. Cuando un escolar padece asma y se conoce el alergeno responsable se deben seguir las normas específicas de evitación.
Un factor desencadenante muy frecuente de asma es el ejercicio físico (asma de esfuerzo). Por ello, el profesor de educación física, entrenador o monitor deportivo debe conocer su existencia. Se debe tener identificado a todo niño con asma, para saber que el esfuerzo puede desencadenar una crisis de asma. Hay que adecuar el esfuerzo a las posibilidades del niño, saber reconocer los síntomas, permitir el uso de medicación de rescate, y el uso de medicación preventiva cuando le haya sido recomendada por el médico (en el apartado de asma, en otra zona de esta web, se dan más detalles sobre el asma de esfuerzo).

La actuación básica es la prevención. Se debe evitar que el niño con alergia a algún alimento lo ingiera, e incluso entre en contacto directo o indirecto con el alimento y en ocasiones que lo inhale. Intervienen en esta actuación personas de distintos estamentos.
El personal de cocina o de empresas de catering debe preparar la alimentación para los alérgicos a alimentos sabiendo qué alimento concreto ha de evitar. Si se usan productos ya manufacturados se han de conocer los ingredientes, para que no contenga el alimento problemático. Durante la preparación de la comida han de evitar la contaminación con el alimento. Esto quiere decir que los utensilios, como cazuelas, sartenes, espumaderas, planchas, etc., que tengan contacto previo con ese alimento no deben ser utilizados para preparar la comida del alérgico, a no ser que hayan sido lavados a conciencia.
El personal que sirve la comida debe tener esa misma precaución con los utensilios que utiliza. El personal que vigila debe estar atento a que el niño con alergia no tome alimentos de otros niños. Debe haber alguna persona responsable presente que haya sido instruida en el reconocimiento de los síntomas y su tratamiento cuando este no se pueda demorar.
Esta vigilancia para que no haya intercambio de comidas con el niño alérgico, se debe mantener en las horas de patio, y en las actividades realizadas fuera del recinto de la escuela, como viajes y excursiones.

Cuando aparece una reacción grave, que puede llegar a ser mortal, hay que administrar el tratamiento sin demora. Las instrucciones sobre cuándo y cómo aplicar dicho tratamiento deben haber sido proporcionadas por escrito por el médico del niño. Existen diversos formularios sobre la actitud a seguir. Como ejemplo consta un formulario en otra zona de esta web: http://pacientes.seicap.es/es/protocolo-para-alergia-en-la-escuela-seicap-2015_30502

En todo caso, el médico del niño debe proporcionar las instrucciones escritas de forma clara.

Debemos recordar que, ante una situación de peligro vital en un paciente con anafilaxia, el tratamiento consiste en la administración rápida de adrenalina intramuscular. En otra zona de esta web se dan más detalles sobre la adrenalina.

Cuando aparece esta situación, el protocolo de actuación debe estar bien determinado por el informe médico. El procedimiento más habitual es, sin demorarse, uno de los profesores se queda con el niño y llama al 061/112, explicando lo que ocurre, mientras que otro profesor va a buscar la adrenalina autoinyectable, para según instrucciones del médico coordinador administrársela al niño, y posteriormente se avisa a los padres o tutores. No se debe retrasar la medicación de urgencia mientras se está pendiente de la asistencia médica.

Debe estar en un sitio seguro, fuera del alcance de los niños, pero bien localizado, y rápida y fácilmente accesible por las personas encargadas de administrarlo. En el caso del autoinyector de adrenalina, la medicación es proporcionada por los padres, que deben estar pendientes de su caducidad. En el caso de usar broncodilatadores las condiciones de custodia deben ser las mismas.
Se recomienda guardar la medicación en algún recipiente, tipo Tupperware o similar, donde estén juntos los medicamentos y las instrucciones de administración.
Cuando el niño tiene una madurez suficiente llevará encima la medicación de urgencia, como el inhalador para el asma (salbutamol) para administrársela a sí mismo. En el caso de la adrenalina es mejor que esté custodiada por un adulto. En cualquier caso debe avisar a alguien del personal del centro educativo y debe estar acompañado en todo momento hasta que llegue la atención médica si así lo precisa.

En el caso de una reacción de peligro vital la rapidez en la administración es crucial. Debe administrársela quien primero pueda hacerlo, independientemente de la categoría profesional.
Para hacerse cargo de esa responsabilidad de reconocimiento de síntomas y de tratamiento urgente, debe ser algún miembro del personal del centro educativo que haya recibido formación, siguiendo las indicaciones del médico coordinador del 061/112. Es importante que más de una persona haya recibido dicha formación, por ello la implantación de un modelo de formación a todo el personal educativo es importante y prioritaria, en toda escuela a la que acude un niño con riesgo de reacciones alérgicas.

Se deben considerar dos grados de formación: la formación general, y la formación específica ante un caso concreto.
La formación general sobre la alergia en la escuela se debe proporcionar a todo el personal involucrado durante sus estudios de pregrado, y se debe mantener en los programas de formación continuada. En los estudios para profesores de educación física se debe incluir información sobre el asma de esfuerzo. A las personas que estudian cocina y hostelería se les debe instruir sobre los riesgos y las medidas a tomar referentes a la alergia a alimentos, dando formación sobre los diferentes alergenos y normas de evitación.
Esta formación general proporcionaría ideas básicas y serviría sobre todo para difundir la problemática. Como la formación general tiende a olvidarse cuando no se utiliza o practica repetidamente, habría que proporcionar formación específica, individual, cuando un niño de riesgo acude a una escuela.

Cuando, a principio de curso o en cualquier momento a lo largo del mismo, se tiene conocimiento de que asiste un niño de riesgo, tendría que proporcionarse una formación adicional sobre los datos concretos de ese niño. Esa formación tendría que recibirla varias personas del centro escolar, conjuntamente con los padres, de manera práctica, conociendo los alergenos implicados y utilizando dispositivos de adrenalina para formación (simuladores), y otras medicaciones si se precisan.
Estos dispositivos permiten que se familiarice con su uso, pues son de manejo sencillo, y contribuyen a eliminar falsos mitos sobre la adrenalina. Es importante que el personal del centro educativo conozca que no existe ninguna contraindicación del uso de adrenalina en los niños.
La formación debe ser impartida por personal sanitario. Para la formación se deben usar los recursos disponibles según la zona. Estos recursos pueden ser humanos, como personal médico o de enfermería de la escuela, si existe, personal sanitario de atención primaria del área, personal sanitario de centros especializados. Los recursos organizativos son las actividades de formación continuada oficiales proporcionadas por las autoridades, actividades de asociaciones de pacientes o de sociedades científicas, o actividades organizadas a nivel particular por personal sanitario.
Como los recursos serán muy variables, hay que aprovechar al máximo los disponibles en cada zona.

En varias comunidades autonómicas como Galicia y Baleares esta implantado el programa ALERTA ESCOLAR, que realiza registro de estos niños de riesgo y realiza formación al personal educativo.

Si un niño ya está identificado como alérgico o asmático, es más sencillo reconocer sus síntomas si se dispone de un plan personal de atención. Es más difícil si los primeros síntomas de alergia aparecen en la escuela en un niño del que se desconoce que tenga alergia.
Se debe solicitar atención médica urgente (061/112), y acompañar al niño en todo momento hasta que llegue esa atención. Si los síntomas de alergia son muy claros, y se ha recibido formación sobre reconocimiento de esos síntomas, siguiendo indicaciones del médico coordinador del 061/112, se debe administrar la medicación de urgencia vital.
Se debe conocer la legislación referente a ese tipo de atención. En algunos sitios el personal escolar tiene legalmente el deber de administrar la medicación ante una urgencia vital, mientras que en otros lugares la legislación determina que el personal no sanitario tiene prohibido administrar medicamentos.

De acuerdo con el artículo 195 del Código penal, se establece como delito el incumplimiento de la obligación de todas las personas de socorrer a una persona que esté desamparada y en peligro manifiesto o grave, cuando pueda hacerlo sin riesgo propio ni de terceros.

Así mismo, el artículo 20 del mismo Código indica que están exentos de responsabilidad criminal los que actúan en cumplimiento de un deber. Cabe señalar que no hay responsabilidad de ningún tipo si en el uso del deber de socorrer se produce alguna aplicación incorrecta del medicamento de rescate.

En la escuela se tiene la oportunidad de observar algunos síntomas y reacciones que pueden pasar desapercibidas para la familia. La mala tolerancia al ejercicio por un asma de esfuerzo puede ser detectada por primera vez en la clase de educación física. Una disminución del rendimiento escolar, por pérdida de días de clase, o por incapacidad para concentrarse, o por somnolencia, o cambios de la conducta pueden deberse a alguna enfermedad alérgica o a su tratamiento. Los profesores que detectan estas alteraciones pueden advertir a los padres para que pidan cita con el especialista (pediatra alergólogo) para su diagnóstico o modificaciones del tratamiento necesarias.

Índice de contenidos

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¿Qué síntomas producen las enfermedades alérgicas?

Cada una de ellas tiene unos síntomas y unos tratamientos específicos que se detallan en las secciones correspondientes de esta web. Asimismo, hay secciones dedicadas a los alergenos más frecuentes. Para ampliar información se pueden consultar dichas secciones. En esta sección se comentan los aspectos específicos que pueden repercutir en la escuela.

¿Cómo repercute el asma en la escuela?

El asma es una causa de absentismo escolar. Algunos niños con asma padecen síntomas desencadenados por el ejercicio físico (se dan más detalles en el apartado de asma en esta web), produciendo en ocasione limitaciones e incapacidad para seguir el ritmo de sus compañeros, excluyéndolo en ocasiones de algunas actividades, como excursiones. Si los profesores desconocen esta circunstancia pueden calificar al niño como no colaborador, o simulador, por eso es importante dar formación a todo el personal del centro educativo. Es importante conocer las limitaciones de los alumnos y no forzarles si están con crisis de asma.

¿Cómo repercute la rinitis en la escuela?

El niño con rinitis tiene síntomas como son los estornudos, que se presentan totalmente involuntarios y en salvas, picores intensos, que le llevan a frotarse la nariz con movimientos   parecidos a tics o realizando el llamado saludo alérgico, siendo también importante la obstrucción nasal. Todos estos síntomas pueden interferir en el sueño, haciendo que el niño esté más somnoliento durante el día, con poca capacidad de concentración o el tratamiento con antihistamínicos también podrían producirle sueño, aunque los de nueva generación no inducen sueño en la mayoría de los pacientes.

Si la rinitis es primaveral puede notarse peor rendimiento en los exámenes realizados en esa época.

¿Cómo repercute la conjuntivitis en la escuela?

Lo hace de modo similar a la rinitis. El niño con conjuntivitis tiene síntomas de picores oculares intensos, que le llevan a frotarse los ojos. En ocasiones los síntomas son tan molestos que hace necesario el uso de gafas de sol, lo cual también puede aumentar los comentarios de los compañeros.
El tratamiento con antihistamínicos, igual que en la rinitis, puede inducir el sueño en los niños más sensibles a este efecto secundario.
Aunque la conjuntivitis alérgica no daña la visión de manera permanente, en las fases agudas sí que puede producir cierta interferencia temporal en la agudeza visual, con el consiguiente trastorno en la lectura y escritura. Estos efectos son más importantes durante la época de primavera en las conjuntivitis por pólenes y en la conjuntivitis vernal.

¿Cómo repercute la dermatitis atópica en la escuela?

La dermatitis atópica produce picores muy intensos e irritabilidad, lo que puede condicionar cambios de carácter y de comportamiento en las aulas. Los antihistamínicos más útiles para el picor son los que tienen efecto sedante, por lo que el niño puede estar más somnoliento El aspecto inflamado de la piel es muy llamativo en las agudizaciones, y puede producir cierto rechazo por parte de los compañeros. Conceptos erróneos como el de que la dermatitis atópica sea contagiosa, también pueden dar lugar a cierto grado de aislamiento y exclusión.

¿Cómo repercute la urticaria-angioedema en la escuela?

La urticaria también se caracteriza por el picor, pudiendo producir irritabilidad, alteraciones del comportamiento, y su tratamiento con antihistamínicos también puede inducir somnolencia.
El niño con episodios de edema presenta deformaciones temporales en las zonas afectadas (con más frecuencia labios y parpados), pudiendo ocasionar rechazo por sus compañeros o incluso ser objeto de burlas.

¿Cómo repercute la alergia a picaduras en la escuela?

as personas con alergia a picaduras de himenópteros pueden presentar reacciones alérgicas graves, como la anafilaxia, si son picados por estos insectos. Estas reacciones requieren un tratamiento urgente, que se comenta más adelante en esta sección.

¿Cómo repercute la alergia a látex en la escuela?

Hay numerosos objetos que pueden contener látex que deben ser evitados por los alérgicos a látex. Esto puede limitar o impedir la participación en algunas actividades en que se usan estos objetos, como por ejemplo fiestas en las que se emplean globos, o ejercicios que requieren el uso de guantes. Existen materiales alternativos al látex para gran parte de dichos objetos.
Los síntomas que causa la alergia al látex son muy variados en su presentación y en su gravedad, siendo su tratamiento el correspondiente a cada síntoma.

¿Cómo repercute la alergia a alimentos en la escuela?

La alergia a alimentos produce unos síntomas que pueden ser muy variables, siendo su tratamiento el correspondiente a cada síntoma.
La alergia no mediada por IgE, no suele provocar síntomas amenazantes para la vida, aunque los vómitos repetidos que provoca, en ocasiones pueden precisar atención hospitalaria. La alergia mediada por IgE produce diferentes síntomas, siendo los más frecuentes las ronchas en la piel (urticaria), pero pueden llegar a producir reacciones alérgicas graves como la anafilaxia, que puede llegar a ser mortal.
La prevención de estas reacciones es crucial, implicando a todo el personal del centro educativo, Esto repercute en las comidas en la escuela, ya sea en el comedor, en el patio, en actividades extraescolares, o en las que se manipulan alimentos, por eso es importante la educación y formación en los centros escolares.
Se debe recordar que las reacciones alimentarias no sólo ocurren cuando se toma un alimento, sino que puede ser por contacto, directo, o indirecto a través de otras personas o de utensilios como cubiertos, platos, etc. En los casos más sensibles con tan sólo los olores o vapores se pueden presentar síntomas, como puede ocurrir con la alergia al pescado o marisco.

¿Cómo repercute la anafilaxia en la escuela?

La anafilaxia es la reacción alérgica más grave que puede ocurrir, su gravedad es variable, pudiendo llegar a provocar la muerte o secuelas en los casos más graves. La anafilaxia puede ser causada por diversos alergenos, siendo lo más frecuente en niños los alimentos, seguido de medicamentos y vacunas, látex, venenos de himenópteros y ejercicio. Hay descritos numerosos casos de niños que han tenido reacciones anafilácticas por alimentos en la escuela.
Aunque hay algunas sustancias que causan alergia o anafilaxia más frecuentemente que otras, lo que interesa es conocer el alimento u otro alergeno responsable a nivel individual, para cada niño en concreto.

¿Cómo se deben abordar los problemas del alérgico en la escuela?

El manejo de estos problemas debe hacerse de una formal integral y coordinada por todos los agentes implicados, como son los padres o tutores del niño, el personal docente y no docente de la escuela, los médicos especialistas en el diagnóstico y tratamiento del niño, el personal médico y de enfermería de que disponen algunas escuelas, las asociaciones de pacientes y familiares, y las autoridades encargadas del marco legal. Cuando el niño empieza a alcanzar cierta madurez, gran parte de la responsabilidad recaerá sobre él mismo.

¿Cuál es el papel de los padres en la alergia en la escuela?

Los padres son el elemento clave de comunicación. Entre sus tareas podemos incluir:

  • encargarse de comunicar por escrito a la escuela si su hijo padece asma u otra enfermedad alérgica, y si los síntomas pueden llegar a ser graves.
  • informar del modo de contacto en caso de reacción grave.
  • obtener de su especialista un informe sobre la enfermedad del niño, las posibles alergias, los métodos de prevención, los posibles síntomas y la actitud a seguir ante una reacción grave.
  • proporcionar una copia de dicho informe a la escuela.
  • proporcionar medicación a la escuela, vigilando su caducidad, si el niño puede necesitar medicación de urgencia.
  • conocer ellos mismo los métodos de prevención, saber administrar la medicación de urgencia, e ir enseñando al niño cuando vaya alcanzando la madurez adecuada.

¿Cuál es el papel del niño alérgico?

La responsabilidad que debe asumir el propio niño alérgico irá aumentando según vaya creciendo y madurando. Se debe contemplar:

  • saber a qué tiene alergia y qué alergenos debe evitar y cómo hacerlo.
  • conocer qué situaciones y actividades suponen un aumento de riesgo.
  • saber reconocer sus síntomas.
  • saber administrarse la medicación de urgencia.
  • saber cuándo debe pedir ayuda a las personas de su alrededor.

¿Cuál es el papel del médico especialista?

El médico especialista (pediatra alergólogo), debe encargarse de suministrar toda la información relativa al diagnóstico y tratamiento preventivo y de urgencia del niño alérgico. Su labor es fundamental en:

  • Comunicar el diagnóstico y tratamiento a los padres, y a la escuela a través de los padres o tutores.
  • Realizar un informe escrito sobre el diagnóstico del niño, alergias que padece, cómo evitar alergenos, qué síntomas puede presentar, y cómo tratar dichos síntomas cuando son graves.
  • Escribir dicho informe de forma clara y detallada pero escueta y en lenguaje fácilmente comprensible.
  • Participar en las tareas de formación y entrenamiento de las personas involucradas, tanto de forma general como específica ante pacientes concretos.

¿Cuál es el papel del personal de la escuela?

Cuando una reacción grave aparece en la escuela, el tratamiento rápido es vital, pues el retraso en la respuesta puede tener consecuencias irreparables. Entre las funciones del personal de la escuela se incluyen:

  • designar a la persona responsable de la organización general de la atención al niño con reacciones alérgicas o asmáticas graves.
  • obtener el informe escrito del diagnóstico y tratamiento necesario.
  • asegurarse de que el niño en riesgo esté bien identificado por el personal de la escuela, incluido el personal temporal.
  • designar varias personas que sepan cómo actuar ante una reacción en un niño alérgico.
  • solicitar y obtener la formación específica de estas personas por personal sanitario adecuado.
  • custodiar la medicación de urgencia en un lugar seguro, pero fácilmente accesible en caso de emergencia.
  • conocer los circuitos de solicitud de atención médica urgente y de aviso a los padres o tutores.
  • administrar la medicación de urgencia, siguiendo las instrucciones escritas, y bajo supervisión del 061/112, en los casos en los que no pueden permitirse retrasos.

¿Cuál es el papel del personal médico y de enfermería de la escuela?

Este personal se encuentra disponible en un número limitado de centros educativos. Cuando así sea, entre sus funciones estarían:

  • adquirir la destreza necesaria para reconocer y tratar los síntomas.
  • encargarse de la atención urgente al niño que lo necesite.
  • proporcionar y actualizar la formación para el personal no sanitario en el caso de estar ausente.

¿Cuál es el papel de las asociaciones de pacientes y familiares?

La acción de estas asociaciones es incomparablemente más eficaz que la de las personas aisladas, por lo que pueden realizar tareas referentes a:

  • proporcionar consejos, apoyo y ayuda práctica a los niños alérgicos y sus familiares.
  • organizar y participar en actividades de formación al personal de los centros educativos.
  • difundir la problemática de la alergia en la escuela.
  • influir para la mejora de servicios y legislación de esta problemática.

¿Cuál es el papel de las autoridades?

Las competencias de las autoridades pueden ser de tipo local, regional o nacional. Su actuación se centra sobre diversos aspectos:

  • proporcionar los mejores servicios para la atención del niño alérgico en la escuela.
  • regular la formación general pregrado y la formación continuada del personal docente y no docente de la escuela.
  • regular la formación específica ante casos concretos.
  • elaborar la legislación que proteja al niño de las situaciones de riesgo.
  • elaborar la legislación que proteja al personal de la escuela de las posibles consecuencias que pueden surgir cuando se siguen las instrucciones que les han proporcionado.

¿Qué actuaciones se deben realizar para la alergia en la escuela?

Las actuaciones son de tipo preventivo, y de tratamiento en los casos de urgencia vital. La escuela también puede tener un papel importante en la detección de empeoramiento de síntomas alérgicos ya conocidos, y de las primeras manifestaciones de la alergia y del asma.
Estas actuaciones incluyen unas precauciones que deben llevarse a cabo por el personal involucrado y en las zonas de la escuela implicadas.

¿Qué personal de la escuela está involucrado?

Todo el personal que trabaja en un centro educativo comparte responsabilidad: profesores, educadores, entrenadores, o monitores deportivos en los que se refiere a personal docente y personal no docente como cuidadores de patio o cuidadores de comedor; incluso el personal que no tiene contacto directo con los niños, como personal de cocina o de empresas de catering, también tiene un gran papel en lo referente a alergia a alimentos.
Cuando hay personal por sustituciones, también debe ser informado de los casos concretos de riesgo.

¿En qué zonas de la escuela se han de tener precauciones?

Las precauciones deben tenerse en todas las zonas de la escuela: aulas, patios, gimnasios, campos de deporte, laboratorios, talleres, comedores, bares o cantinas, autobuses de transporte, etc.
Las precauciones deben prolongarse en las actividades fuera de la escuela, como viajes, excursiones o acampadas.

¿Qué precauciones se deben tener en la escuela?

Las precauciones han de ser evitar los alergenos. Algunos alergenos son de fácil evitación, mientras que en otros no hay medidas prácticas disponibles (en otra zona de esta web se dan detalles para los alergenos más frecuentes).

  • En el caso del látex se han de evitar los objetos de látex y productos que lo contengan, sustituirlos por objetos con materiales alternativos.
  • En el caso de los alimentos se debe hacer dieta evitando el alimento responsable.
  • En el caso del asma se debe tener especial precaución con el asma de esfuerzo.
  • En el caso de anafilaxia, cualquiera que sea su causa, se deben conocer las medidas de prevención, reconocimiento rápido de síntomas, de administración del tratamiento en caso de urgencia vital, y obtención de ayuda médica.
  • En todas las precauciones se debe buscar un difícil equilibrio entre la integración del niño con asma o alergia y las actividades de los demás niños no afectados. Así se debe intentar que el niño afectado pueda realizar las mismas actividades que los demás, y que estos no pierdan la oportunidad de realizar actividades o utilizar materiales que al niño afectado le están restringidos.

¿Cuáles son las actuaciones prioritarias en la alergia en la escuela?

Aunque hay problemas de absentismo, rendimiento escolar, integración y autoestima, la actuación prioritaria se debe encaminar a los problemas en los que hay riesgo de reacciones amenazantes para la vida.
Las que más a menudo se dan en la escuela son las reacciones asmáticas graves, y las reacciones anafilácticas. La causa más frecuente de anafilaxia y también de alguna crisis de asma es la alergia alimentaría.

¿Qué actuaciones requiere el asma en la escuela?

El asma puede aparecer de manera brusca en cualquier lugar. Una causa de asma muy severa es la alergia alimentaria. Otra causa de asma es la exposición a alergenos, que se da en circunstancias variables para cada alergeno. Cuando un escolar padece asma y se conoce el alergeno responsable se deben seguir las normas específicas de evitación.
Un factor desencadenante muy frecuente de asma es el ejercicio físico (asma de esfuerzo). Por ello, el profesor de educación física, entrenador o monitor deportivo debe conocer su existencia. Se debe tener identificado a todo niño con asma, para saber que el esfuerzo puede desencadenar una crisis de asma. Hay que adecuar el esfuerzo a las posibilidades del niño, saber reconocer los síntomas, permitir el uso de medicación de rescate, y el uso de medicación preventiva cuando le haya sido recomendada por el médico (en el apartado de asma, en otra zona de esta web, se dan más detalles sobre el asma de esfuerzo).

¿Qué actuaciones requiere la alergia a alimentos en la escuela?

La actuación básica es la prevención. Se debe evitar que el niño con alergia a algún alimento lo ingiera, e incluso entre en contacto directo o indirecto con el alimento y en ocasiones que lo inhale. Intervienen en esta actuación personas de distintos estamentos.
El personal de cocina o de empresas de catering debe preparar la alimentación para los alérgicos a alimentos sabiendo qué alimento concreto ha de evitar. Si se usan productos ya manufacturados se han de conocer los ingredientes, para que no contenga el alimento problemático. Durante la preparación de la comida han de evitar la contaminación con el alimento. Esto quiere decir que los utensilios, como cazuelas, sartenes, espumaderas, planchas, etc., que tengan contacto previo con ese alimento no deben ser utilizados para preparar la comida del alérgico, a no ser que hayan sido lavados a conciencia.
El personal que sirve la comida debe tener esa misma precaución con los utensilios que utiliza. El personal que vigila debe estar atento a que el niño con alergia no tome alimentos de otros niños. Debe haber alguna persona responsable presente que haya sido instruida en el reconocimiento de los síntomas y su tratamiento cuando este no se pueda demorar.
Esta vigilancia para que no haya intercambio de comidas con el niño alérgico, se debe mantener en las horas de patio, y en las actividades realizadas fuera del recinto de la escuela, como viajes y excursiones.

¿Qué se debe hacer cuando aparece una reacción severa?

Cuando aparece una reacción grave, que puede llegar a ser mortal, hay que administrar el tratamiento sin demora. Las instrucciones sobre cuándo y cómo aplicar dicho tratamiento deben haber sido proporcionadas por escrito por el médico del niño. Existen diversos formularios sobre la actitud a seguir. Como ejemplo consta un formulario en otra zona de esta web: http://pacientes.seicap.es/es/protocolo-para-alergia-en-la-escuela-seicap-2015_30502

En todo caso, el médico del niño debe proporcionar las instrucciones escritas de forma clara.

Debemos recordar que, ante una situación de peligro vital en un paciente con anafilaxia, el tratamiento consiste en la administración rápida de adrenalina intramuscular. En otra zona de esta web se dan más detalles sobre la adrenalina.

¿Cómo se debe actuar ante una situación de riesgo vital?

Cuando aparece esta situación, el protocolo de actuación debe estar bien determinado por el informe médico. El procedimiento más habitual es, sin demorarse, uno de los profesores se queda con el niño y llama al 061/112, explicando lo que ocurre, mientras que otro profesor va a buscar la adrenalina autoinyectable, para según instrucciones del médico coordinador administrársela al niño, y posteriormente se avisa a los padres o tutores. No se debe retrasar la medicación de urgencia mientras se está pendiente de la asistencia médica.

¿Dónde se debe guardar la medicación de urgencia?

Debe estar en un sitio seguro, fuera del alcance de los niños, pero bien localizado, y rápida y fácilmente accesible por las personas encargadas de administrarlo. En el caso del autoinyector de adrenalina, la medicación es proporcionada por los padres, que deben estar pendientes de su caducidad. En el caso de usar broncodilatadores las condiciones de custodia deben ser las mismas.
Se recomienda guardar la medicación en algún recipiente, tipo Tupperware o similar, donde estén juntos los medicamentos y las instrucciones de administración.
Cuando el niño tiene una madurez suficiente llevará encima la medicación de urgencia, como el inhalador para el asma (salbutamol) para administrársela a sí mismo. En el caso de la adrenalina es mejor que esté custodiada por un adulto. En cualquier caso debe avisar a alguien del personal del centro educativo y debe estar acompañado en todo momento hasta que llegue la atención médica si así lo precisa.

¿Quién debe administrar la medicación de urgencia?

En el caso de una reacción de peligro vital la rapidez en la administración es crucial. Debe administrársela quien primero pueda hacerlo, independientemente de la categoría profesional.
Para hacerse cargo de esa responsabilidad de reconocimiento de síntomas y de tratamiento urgente, debe ser algún miembro del personal del centro educativo que haya recibido formación, siguiendo las indicaciones del médico coordinador del 061/112. Es importante que más de una persona haya recibido dicha formación, por ello la implantación de un modelo de formación a todo el personal educativo es importante y prioritaria, en toda escuela a la que acude un niño con riesgo de reacciones alérgicas.

¿Cómo debe ser la formación para la alergia en la escuela?

Se deben considerar dos grados de formación: la formación general, y la formación específica ante un caso concreto.
La formación general sobre la alergia en la escuela se debe proporcionar a todo el personal involucrado durante sus estudios de pregrado, y se debe mantener en los programas de formación continuada. En los estudios para profesores de educación física se debe incluir información sobre el asma de esfuerzo. A las personas que estudian cocina y hostelería se les debe instruir sobre los riesgos y las medidas a tomar referentes a la alergia a alimentos, dando formación sobre los diferentes alergenos y normas de evitación.
Esta formación general proporcionaría ideas básicas y serviría sobre todo para difundir la problemática. Como la formación general tiende a olvidarse cuando no se utiliza o practica repetidamente, habría que proporcionar formación específica, individual, cuando un niño de riesgo acude a una escuela.

¿Cómo debe ser la formación específica?

Cuando, a principio de curso o en cualquier momento a lo largo del mismo, se tiene conocimiento de que asiste un niño de riesgo, tendría que proporcionarse una formación adicional sobre los datos concretos de ese niño. Esa formación tendría que recibirla varias personas del centro escolar, conjuntamente con los padres, de manera práctica, conociendo los alergenos implicados y utilizando dispositivos de adrenalina para formación (simuladores), y otras medicaciones si se precisan.
Estos dispositivos permiten que se familiarice con su uso, pues son de manejo sencillo, y contribuyen a eliminar falsos mitos sobre la adrenalina. Es importante que el personal del centro educativo conozca que no existe ninguna contraindicación del uso de adrenalina en los niños.
La formación debe ser impartida por personal sanitario. Para la formación se deben usar los recursos disponibles según la zona. Estos recursos pueden ser humanos, como personal médico o de enfermería de la escuela, si existe, personal sanitario de atención primaria del área, personal sanitario de centros especializados. Los recursos organizativos son las actividades de formación continuada oficiales proporcionadas por las autoridades, actividades de asociaciones de pacientes o de sociedades científicas, o actividades organizadas a nivel particular por personal sanitario.
Como los recursos serán muy variables, hay que aprovechar al máximo los disponibles en cada zona.

En varias comunidades autonómicas como Galicia y Baleares esta implantado el programa ALERTA ESCOLAR, que realiza registro de estos niños de riesgo y realiza formación al personal educativo.

¿Cómo se debe actuar ante un primer síntoma de alergia en la escuela?

Si un niño ya está identificado como alérgico o asmático, es más sencillo reconocer sus síntomas si se dispone de un plan personal de atención. Es más difícil si los primeros síntomas de alergia aparecen en la escuela en un niño del que se desconoce que tenga alergia.
Se debe solicitar atención médica urgente (061/112), y acompañar al niño en todo momento hasta que llegue esa atención. Si los síntomas de alergia son muy claros, y se ha recibido formación sobre reconocimiento de esos síntomas, siguiendo indicaciones del médico coordinador del 061/112, se debe administrar la medicación de urgencia vital.
Se debe conocer la legislación referente a ese tipo de atención. En algunos sitios el personal escolar tiene legalmente el deber de administrar la medicación ante una urgencia vital, mientras que en otros lugares la legislación determina que el personal no sanitario tiene prohibido administrar medicamentos.

De acuerdo con el artículo 195 del Código penal, se establece como delito el incumplimiento de la obligación de todas las personas de socorrer a una persona que esté desamparada y en peligro manifiesto o grave, cuando pueda hacerlo sin riesgo propio ni de terceros.

Así mismo, el artículo 20 del mismo Código indica que están exentos de responsabilidad criminal los que actúan en cumplimiento de un deber. Cabe señalar que no hay responsabilidad de ningún tipo si en el uso del deber de socorrer se produce alguna aplicación incorrecta del medicamento de rescate.

¿Qué otras actuaciones puede seguir la escuela ante el asma y la alergia?

En la escuela se tiene la oportunidad de observar algunos síntomas y reacciones que pueden pasar desapercibidas para la familia. La mala tolerancia al ejercicio por un asma de esfuerzo puede ser detectada por primera vez en la clase de educación física. Una disminución del rendimiento escolar, por pérdida de días de clase, o por incapacidad para concentrarse, o por somnolencia, o cambios de la conducta pueden deberse a alguna enfermedad alérgica o a su tratamiento. Los profesores que detectan estas alteraciones pueden advertir a los padres para que pidan cita con el especialista (pediatra alergólogo) para su diagnóstico o modificaciones del tratamiento necesarias.

Resumen de la alergia en la escuela

El niño con alergia tiene unos problemas específicos debido al asma o a otros síntomas alérgicos. Los problemas incluyen repercusión en el rendimiento escolar, concentración y atención en clase, absentismo escolar, limitaciones en las actividades docentes y extraescolares. Estos problemas pueden deberse a los síntomas o a la medicación utilizada. El problema más importante es el riesgo de reacciones graves, incluso mortales, en niños con asma severa o en niños con anafilaxia. Estos problemas importantes requieren el conocimiento de las posibles reacciones y su tratamiento ante urgencias vitales. En el caso del asma se necesita mayor precaución en los esfuerzos físicos. En el caso de alergia a alimentos debe tenerse cuidado para que el niño alérgico no tome el alimento responsable. Las precauciones deben tomarse en comedores, pero también en el patio, talleres, y en las actividades fuera del recinto de la escuela. Todo el personal está involucrado en conseguir un ambiente seguro. Dado que una reacción potencialmente mortal se debe tratar de inmediato, deben designarse varias personas para que se encarguen del reconocimiento y tratamiento inmediato de esas reacciones severas. Se deben organizar actividades de formación general de todo el personal, y actividades de formación específica antes casos individuales ya identificados. Para conseguir un ambiente más seguro se necesita la coordinación de padres, personal de la escuela, personal sanitario, asociaciones de pacientes, autoridades y de los propios niños cuando alcanzan una madurez suficiente.