¿Qué es la medicación inhalada?

La medicación inhalada se refiere a un grupo de medicamentos usados para las enfermedades pulmonares que no se toman tragados ni son inyectados, sino que se inhalan, se respiran, para que lleguen directamente a los pulmones, donde tienen que hacer su efecto.
Se utilizan para varias enfermedades pulmonares, aunque aquí sólo nos vamos a ocupar de la medicación inhalada para el asma.

En el asma se usa para tratamiento de rescate y preventivo. El tratamiento de rescate es para aliviar los síntomas y se usa sólo mientras se tienen síntomas, y el tratamiento preventivo se usa todos los días, se tengan síntomas o no, durante periodos largos de tiempo. En otra zona de esta web se dan más detalles sobre estos tratamientos.
Como tratamiento de rescate se usan los broncodilatadores, y como preventivo se usan los corticoides inhalados, solos o asociados a broncodilatadores de acción prolongada.

No sólo hay medicación inhalada. Existen otros tratamientos preventivos tomados por boca, los antileucotrienos, que no se pueden tomar inhalados. También se pueden usar corticoides orales, pero de esta manera tienen más efectos secundarios, por lo que sólo se utilizan en casos de asma grave; los corticoides inhalados tienen muchos menos efectos secundarios que los tomados por boca y van directamente a los bronquios. Otros fármacos pueden usarse por vía oral (broncodilatadores, ketotifeno…), pero raramente se usan. La elección de un tratamiento u otro la decide el especialista valorando cada caso individualmente.

Cada una tiene sus ventajas y sus inconvenientes, y se recomienda una u otra valorando a cada paciente individualmente.
La medicación tragada tiene la gran ventaja de que es fácil de tomar. Es absorbida en estómago y por la sangre se distribuye por todo el cuerpo. Al distribuirse por todo el cuerpo no llega sólo a los pulmones, sino a todos los órganos, aunque no tengan síntomas. Esto, si se tienen síntomas en varios órganos (bronquios, nariz, ojos,…), puede ser una ventaja, porque con un solo medicamento se tratan todos a la vez. Se dan dosis más altas que si es inhalada, y tiene más efectos secundarios; en el caso de los corticoides esto tiene gran importancia.
La medicación inhalada llega más directamente al pulmón (se debe tomar siempre con cámara) que es donde tiene que hacer su efecto y es más rápida. Se necesita menos dosis y por tanto tiene menos efectos secundarios.

Es muy importante saber que la medicación para el asma hace su efecto en los bronquios, y tiene que llegar lo más profundamente posible a los pulmones.

Se debe aprender la técnica apropiada para que la medicación inhalada llegue en la mayor cantidad posible a lo más profundo de los pulmones, y se deben evitar los errores que hacen que sea menos eficaz.

Existen principalmente tres métodos para aplicar la medicación inhalada: los nebulizadores, los inhaladores MDI, y los dispositivos de polvo seco.
Los nebulizadores son aparatos eléctricos para usar en el domicilio. Los inhaladores MDI o Inhalador de Dosis Media son los “espray” o inhaladores típicos en los cuales el medicamento sale a presión. Los dispositivos de polvo seco son mecanismos en los que el medicamento sale aspirado por la fuerza que hace el paciente con sus pulmones.

Cada uno tiene ventajas e inconvenientes.
En los nebulizadores el paciente no hace ningún esfuerzo, simplemente se respira a través de una mascarilla a la cual llega la medicación inhalada. El paciente no necesita aprendizaje especial, y se puede usar aunque el paciente esté con mucha dificultad respiratoria. No es portátil, es voluminoso, necesita energía eléctrica, requiere cuidados de limpieza, y se necesitan 5-10 minutos para tomar la medicación. Por todo ello, no aportan ventajas y están en franco desuso.

Los inhaladores MDI son pequeños y manejables, se pueden llevar encima en todo momento, y requieren muy poco tiempo para su uso. El poco tiempo que la medicación está disponible hace que se necesite aprender una técnica de uso. Esta técnica es “difícil de aprender y fácil de olvidar” y la medicación puede ser menos eficaz de lo esperado si no se toma con cámara de inhalación.

Los dispositivos de polvo seco también son pequeños y manejables, se pueden llevar encima en todo momento, y requieren muy poco tiempo para su uso. La técnica es más fácil, pero para usarlos el paciente ha de ser capaz de hacer cierta fuerza con sus pulmones. Esto no es posible en niños pequeños, o en pacientes con mucha dificultad respiratoria; hay momentos con síntomas intensos de asma, en los que el paciente casi no tiene fuerzas para respirar, siendo difícil usar un dispositivo de polvo seco.

Los nebulizadores en domicilio son eléctricos. Tienen un depósito para poner la medicación; a ese depósito se conecta una mascarilla por la cual respirará el paciente. Al encender el interruptor, la medicación sale en forma de vapor y el paciente va respirando de forma lenta y profunda, durante 5 a 10 minutos, hasta que se termina la dosis.
Se necesita un volumen mínimo de medicación. Si la dosis tiene poco volumen, se añaden 2-3 mililitros de suero. Siempre quedan unos restos en el depósito que el nebulizador no es capaz de vaporizar. Al terminar hay que limpiar y poner a secar las piezas del nebulizador.

Los nebulizadores no aportan ventajas reales a los otros sistemas de inhalación, por lo que apenas se utilizan actualmente en pacientes con asma.

El funcionamiento del nebulizador es fácil de comprender, pero pueden cometerse algunos errores:

  • No medir correctamente la dosis de medicamento. Como se usan décimas de mililitro de medicación, es fácil confundirse. Si tiene dudas, pídale a su médico o farmacéutico que le marquen exactamente en una jeringuilla de insulina la dosis que corresponde.
  • No añadir suero para dar un volumen total de 2-3 mililitros. Los restos serán de medicación pura, y se perderá mucha dosis.
  • Añadir más de 2-3 mililitros de suero. Si, por el contrario, se añade demasiado suero, la nebulización tardará mucho tiempo y el paciente se cansará.
  • Usar suero de un frasco grande. Los frascos con 250 o 500 ml de suero son más baratos. Vienen esterilizados pero al abrirlos pierden la esterilización. Se pueden contaminar con microbios, y si los usamos durante mucho tiempo, podemos estar nebulizando al paciente con microbios.
  • Usar medicación abierta mucho tiempo. Los frascos con medicación, también se pueden contaminar con microbios igual que el suero, por lo cual tienen un tiempo de caducidad una vez abiertos.
  • Usar una mascarilla con agujeros, o que no ajuste bien a la cara. Se escapará mucha medicación al aire ambiente y no llegará al paciente.
  • Si el nebulizador no funciona bien, puede quedar mucho volumen de medicación sin vaporizar; hay que comprobar los restos al terminar.
  • No limpiar el aparato y la mascarilla. También se pueden contaminar con microbios igual que los frascos de suero o de medicación.

Los inhaladores MDI no se deben usar directamente por la boca, deben utilizarse con una cámara ya que la medicación sin cámara puede ser menos eficaz. Las cámaras facilitan mucho el tomar la medicación, se logra prácticamente el doble de efecto. Esta mejoría aparece en todas las personas, sean niños o adultos, tengan mucha o poca experiencia en su uso. Siempre es mejor usar la medicación con cámara. La técnica para tomarla con cámara o sin cámara es ligeramente distinta, por lo que hay que conocerlas de las dos maneras. Si se dispone de cámara, siempre es mejor utilizarla.

Solo de deben emplear así si no se dispone de una cámara espaciadora en ese momento. Se destapa y agita el inhalador y se expulsa todo el aire del pulmón. Con el pecho vacío, se pone el inhalador en la boca, se comienza a tomar aire lentamente, se aprieta el pulsador del inhalador y se continúa tomando aire sin parar hasta llenar el pecho. Se aguanta la respiración el tiempo que se pueda y luego se expulsa el aire lentamente. Algunos inhaladores se activan automáticamente cuando el paciente toma aire y no hace falta apretar el pulsador. Si se ha de tomar más de una pulsación, se deja un minuto de separación y se repiten los mismos pasos. Estos pasos están descritos en otro documento de esta web. Son frecuentes algunos errores que se comentan más abajo.

Se destapa y agita el inhalador, y se conecta a la cámara. Se expulsa todo el aire del pulmón, se ponen los labios alrededor de la boquilla, sin taparla con dientes ni lengua, manteniendo la cámara horizontal. Se aprieta el pulsador del inhalador, y la medicación se queda flotando dentro de la cámara unos 10-15 segundos. Se toma aire lentamente por la boca sin parar hasta llenar el pecho. Se aguanta la respiración el tiempo que se pueda, y luego se expulsa el aire lentamente. Si se ha de tomar más de una pulsación, se deja un minuto de separación y se repiten los mismos pasos; no se ponen las dos pulsaciones juntas dentro de la cámara. Estos pasos están descritos en otro documento de esta web.
Al quedarse flotando la medicación se facilita mucho la coordinación con la respiración, pues hay margen de tiempo para respirar.

A los niños que no son capaces de mantener la respiración se les dirá que respiren hondo y lento por la boquilla, durante 10 segundos. En niños más pequeños aun, o que no puedan colaborar, se pondrá en la boquilla de la cámara una mascarilla que cubra nariz y boca. Es muy importante que la mascarilla se ajuste bien y quede estanca, sin espacio entre la cara y su borde, para que toda la respiración se realice sobre el aire contenido en la cámara. Se aprieta el pulsador y se les mantiene respirando unos 10-15 segundos. La mascarilla es para niños pequeños o que no colaboran. Cuando son capaces de respirar voluntariamente por la boquilla, se retira la mascarilla.

Existen numerosas cámaras distintas. En España se comercializan unas 8-10: algunas son grandes y otras pequeñas, algunas de plástico y otras de metal, algunas con mascarilla y otras sin mascarilla. Algunas están financiadas y se compran con receta de la Seguridad Social, otras son pagadas en su totalidad por el paciente. Algunas son compatibles con todos los inhaladores y otras no. Su médico le recomendará la más conveniente en cada caso.

Al agitar el inhalador siempre se nota que hay líquido dentro, aunque se haya agotado la medicación. Algunos inhaladores llevan un contador automático que indica cuántas dosis quedan, pero la mayoría no lo llevan.
Si es un inhalador que se usa a diario, hay que apuntar la fecha que se comienza cada envase y mirar el número de dosis que lleva. Se divide ese número entre el número de pulsaciones que se toman cada día y el resultado es el número de días que durará el envase. Se calcula la fecha en la que se terminará para retirarlo.
Si se usa de forma intermitente y no se apunta el número de dosis consumidas, se puede utilizar otro método. Se suelta el cilindro de medicación del cartucho de plástico y se pone en un vaso de agua. Cuando está lleno se hunde hasta el fondo. Cuanto más flote, menos medicación queda. Se puede ver una imagen (tomada de www.asthma.partners.org) en otro documento de esta web. Este método no es totalmente exacto, por lo que si tiene dudas es recomendable obtener un inhalador nuevo.

Se destapa el dispositivo y se carga la dosis, de manera distinta para cada dispositivo. Se expulsa todo el aire de los pulmones, se rodea la boquilla del dispositivo con los labios, sin taparla con dientes ni lengua, y se toma todo el aire que se pueda, con toda la fuerza y rapidez posible. Se aguanta la respiración el máximo tiempo posible y se expulsa el aire lentamente. Después se tapa el dispositivo y se guarda. Estos pasos están descritos en otro documento de esta web.

Existen varios dispositivos de polvo seco. Se diferencian en el modo de cargar la dosis, pero todos comparten el modo de tomar la dosis, que consiste en aspirar la medicación con toda la fuerza posible y aguantar la respiración. Se muestran instrucciones más detalladas en otra página de esta web.

Conviene conocer los errores para evitarlos, y repasar la técnica periódicamente, pues con el tiempo se olvida y se adquieren defectos que hacen la medicación menos eficaz. Errores más o menos frecuentes son los siguientes:

  • No quitar la tapa del inhalador. Aunque es un error que parece muy simple, algunas personas se aplican el inhalador sin quitar la tapa.
  • No agitar el inhalador. Se debe agitar antes de cada pulsación. Si no se hace, el contenido no se disuelve de manera uniforme, y unas veces saldrá más y otras veces menos de lo debido.
  • No vaciar el pecho de aire antes de tomar la medicación. Algunas personas cogen aire antes de aplicarse la medicación, como se hace antes de un esfuerzo. Así los pulmones ya están medio llenos de aire y se puede tomar poco aire más, con lo cual la medicación no llega bien adentro del pulmón.
  • No cerrar bien la boca alrededor de la boquilla. Parte de la medicación se escapará, Tapar la boquilla con los dientes o la lengua. La medicación chocará contra ellos y no llegará a los bronquios.
  • Parar de tomar aire cuando se aprieta el pulsador. Si se deja de tomar aire, la medicación se quedará en la boca y garganta, sin alcanzar los bronquios.
  • Tomar aire rápidamente. Si se toma aire lentamente, la medicación llega en mayor cantidad al interior de los pulmones.
  • No llenar el pecho de aire. Cuanto más aire entre en el pecho, más medicación llegará hasta los bronquios.
  • No aguantar la respiración. Cuanto más tiempo se aguante la respiración, más medicación se depositará dentro del pulmón, pues parte de ella sale al expulsar el aire.
  • No dejar un minuto de separación entre pulsaciones. En el caso de los broncodilatadores, algunos son tan rápidos, que al cabo de un minuto ya empiezan a hacer efecto. Si se dilatan los bronquios, la medicación de la segunda pulsación llegará mejor al interior de los pulmones. En el caso de medicamentos no broncodilatadores esto no tiene tanta importancia, pero es mejor repetir la técnica siempre igual, independientemente del medicamento.

La técnica es diferente en algunos pasos en comparación con los inhaladores MDI. Algunos errores son comunes a ambos sistemas, los referidos a expulsar el aire antes de aplicarse la medicación, tomar aire al máximo, aguantar la respiración y dejar separación entre inhalaciones. Errores propios de los dispositivos de polvo seco son:

  • No cargar correctamente la dosis. Se deben seguir las instrucciones de cargado de cada dispositivo para asegurarse de que realmente se está tomando la dosis. En alguno de los sistemas, aunque se tome correctamente, el paciente no nota el efecto del polvo y parece que no lo haya tomado. Si no se ha cargado correctamente no notará la diferencia entre tomar la dosis y no tomarla.
  • Expulsar el aire dentro del dispositivo. Si se hace esto, se puede dispersar parte de la medicación, y luego uno toma menos dosis de la que corresponde.
  • No aspirar el aire con fuerza. En los inhaladores MDI la medicación sale a presión, pero en los dispositivos de polvo seco, la medicación llega aspirada por la fuerza que hace el paciente. Si no se aspira con fuerza durante todo el tiempo que se toma aire, apenas llegará medicación al pulmón.

Algunos dispositivos tienen contadores automáticos que muestran cuántas dosis quedan. Otro tiene una pequeña ventana cuadrada con fondo blanco que se vuelve rojo cuando quedan unas 15-20 dosis. En el caso de cápsulas individuales no existe problema para saber cuántas quedan; las cápsulas son transparentes, por lo que además se puede comprobar si el paciente ha aspirado el contenido por completo.

Índice de contenidos

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¿Para qué se usa la medicación inhalada?

En el asma se usa para tratamiento de rescate y preventivo. El tratamiento de rescate es para aliviar los síntomas y se usa sólo mientras se tienen síntomas, y el tratamiento preventivo se usa todos los días, se tengan síntomas o no, durante periodos largos de tiempo. En otra zona de esta web se dan más detalles sobre estos tratamientos.
Como tratamiento de rescate se usan los broncodilatadores, y como preventivo se usan los corticoides inhalados, solos o asociados a broncodilatadores de acción prolongada.

¿Sólo existe medicación inhalada para el asma?

No sólo hay medicación inhalada. Existen otros tratamientos preventivos tomados por boca, los antileucotrienos, que no se pueden tomar inhalados. También se pueden usar corticoides orales, pero de esta manera tienen más efectos secundarios, por lo que sólo se utilizan en casos de asma grave; los corticoides inhalados tienen muchos menos efectos secundarios que los tomados por boca y van directamente a los bronquios. Otros fármacos pueden usarse por vía oral (broncodilatadores, ketotifeno…), pero raramente se usan. La elección de un tratamiento u otro la decide el especialista valorando cada caso individualmente.

¿Es mejor la medicación inhalada o la tragada?

Cada una tiene sus ventajas y sus inconvenientes, y se recomienda una u otra valorando a cada paciente individualmente.
La medicación tragada tiene la gran ventaja de que es fácil de tomar. Es absorbida en estómago y por la sangre se distribuye por todo el cuerpo. Al distribuirse por todo el cuerpo no llega sólo a los pulmones, sino a todos los órganos, aunque no tengan síntomas. Esto, si se tienen síntomas en varios órganos (bronquios, nariz, ojos,…), puede ser una ventaja, porque con un solo medicamento se tratan todos a la vez. Se dan dosis más altas que si es inhalada, y tiene más efectos secundarios; en el caso de los corticoides esto tiene gran importancia.
La medicación inhalada llega más directamente al pulmón (se debe tomar siempre con cámara) que es donde tiene que hacer su efecto y es más rápida. Se necesita menos dosis y por tanto tiene menos efectos secundarios.

¿Dónde hace su efecto la medicación inhalada?

Es muy importante saber que la medicación para el asma hace su efecto en los bronquios, y tiene que llegar lo más profundamente posible a los pulmones.

Se debe aprender la técnica apropiada para que la medicación inhalada llegue en la mayor cantidad posible a lo más profundo de los pulmones, y se deben evitar los errores que hacen que sea menos eficaz.

¿Qué métodos existen para tomar medicación inhalada?

Existen principalmente tres métodos para aplicar la medicación inhalada: los nebulizadores, los inhaladores MDI, y los dispositivos de polvo seco.
Los nebulizadores son aparatos eléctricos para usar en el domicilio. Los inhaladores MDI o Inhalador de Dosis Media son los “espray” o inhaladores típicos en los cuales el medicamento sale a presión. Los dispositivos de polvo seco son mecanismos en los que el medicamento sale aspirado por la fuerza que hace el paciente con sus pulmones.

¿Cuál es el mejor método para tomar medicación inhalada?

Cada uno tiene ventajas e inconvenientes.
En los nebulizadores el paciente no hace ningún esfuerzo, simplemente se respira a través de una mascarilla a la cual llega la medicación inhalada. El paciente no necesita aprendizaje especial, y se puede usar aunque el paciente esté con mucha dificultad respiratoria. No es portátil, es voluminoso, necesita energía eléctrica, requiere cuidados de limpieza, y se necesitan 5-10 minutos para tomar la medicación. Por todo ello, no aportan ventajas y están en franco desuso.

Los inhaladores MDI son pequeños y manejables, se pueden llevar encima en todo momento, y requieren muy poco tiempo para su uso. El poco tiempo que la medicación está disponible hace que se necesite aprender una técnica de uso. Esta técnica es “difícil de aprender y fácil de olvidar” y la medicación puede ser menos eficaz de lo esperado si no se toma con cámara de inhalación.

Los dispositivos de polvo seco también son pequeños y manejables, se pueden llevar encima en todo momento, y requieren muy poco tiempo para su uso. La técnica es más fácil, pero para usarlos el paciente ha de ser capaz de hacer cierta fuerza con sus pulmones. Esto no es posible en niños pequeños, o en pacientes con mucha dificultad respiratoria; hay momentos con síntomas intensos de asma, en los que el paciente casi no tiene fuerzas para respirar, siendo difícil usar un dispositivo de polvo seco.

¿Cómo se usan los nebulizadores?

Los nebulizadores en domicilio son eléctricos. Tienen un depósito para poner la medicación; a ese depósito se conecta una mascarilla por la cual respirará el paciente. Al encender el interruptor, la medicación sale en forma de vapor y el paciente va respirando de forma lenta y profunda, durante 5 a 10 minutos, hasta que se termina la dosis.
Se necesita un volumen mínimo de medicación. Si la dosis tiene poco volumen, se añaden 2-3 mililitros de suero. Siempre quedan unos restos en el depósito que el nebulizador no es capaz de vaporizar. Al terminar hay que limpiar y poner a secar las piezas del nebulizador.

¿Qué errores se cometen con los nebulizadores?

Los nebulizadores no aportan ventajas reales a los otros sistemas de inhalación, por lo que apenas se utilizan actualmente en pacientes con asma.

El funcionamiento del nebulizador es fácil de comprender, pero pueden cometerse algunos errores:

  • No medir correctamente la dosis de medicamento. Como se usan décimas de mililitro de medicación, es fácil confundirse. Si tiene dudas, pídale a su médico o farmacéutico que le marquen exactamente en una jeringuilla de insulina la dosis que corresponde.
  • No añadir suero para dar un volumen total de 2-3 mililitros. Los restos serán de medicación pura, y se perderá mucha dosis.
  • Añadir más de 2-3 mililitros de suero. Si, por el contrario, se añade demasiado suero, la nebulización tardará mucho tiempo y el paciente se cansará.
  • Usar suero de un frasco grande. Los frascos con 250 o 500 ml de suero son más baratos. Vienen esterilizados pero al abrirlos pierden la esterilización. Se pueden contaminar con microbios, y si los usamos durante mucho tiempo, podemos estar nebulizando al paciente con microbios.
  • Usar medicación abierta mucho tiempo. Los frascos con medicación, también se pueden contaminar con microbios igual que el suero, por lo cual tienen un tiempo de caducidad una vez abiertos.
  • Usar una mascarilla con agujeros, o que no ajuste bien a la cara. Se escapará mucha medicación al aire ambiente y no llegará al paciente.
  • Si el nebulizador no funciona bien, puede quedar mucho volumen de medicación sin vaporizar; hay que comprobar los restos al terminar.
  • No limpiar el aparato y la mascarilla. También se pueden contaminar con microbios igual que los frascos de suero o de medicación.

¿Cómo se usan los inhaladores MDI?

Los inhaladores MDI no se deben usar directamente por la boca, deben utilizarse con una cámara ya que la medicación sin cámara puede ser menos eficaz. Las cámaras facilitan mucho el tomar la medicación, se logra prácticamente el doble de efecto. Esta mejoría aparece en todas las personas, sean niños o adultos, tengan mucha o poca experiencia en su uso. Siempre es mejor usar la medicación con cámara. La técnica para tomarla con cámara o sin cámara es ligeramente distinta, por lo que hay que conocerlas de las dos maneras. Si se dispone de cámara, siempre es mejor utilizarla.

¿Cómo se usan los inhaladores MDI sin cámara?

Solo de deben emplear así si no se dispone de una cámara espaciadora en ese momento. Se destapa y agita el inhalador y se expulsa todo el aire del pulmón. Con el pecho vacío, se pone el inhalador en la boca, se comienza a tomar aire lentamente, se aprieta el pulsador del inhalador y se continúa tomando aire sin parar hasta llenar el pecho. Se aguanta la respiración el tiempo que se pueda y luego se expulsa el aire lentamente. Algunos inhaladores se activan automáticamente cuando el paciente toma aire y no hace falta apretar el pulsador. Si se ha de tomar más de una pulsación, se deja un minuto de separación y se repiten los mismos pasos. Estos pasos están descritos en otro documento de esta web. Son frecuentes algunos errores que se comentan más abajo.

¿Cómo se usan los inhaladores MDI con cámara?

Se destapa y agita el inhalador, y se conecta a la cámara. Se expulsa todo el aire del pulmón, se ponen los labios alrededor de la boquilla, sin taparla con dientes ni lengua, manteniendo la cámara horizontal. Se aprieta el pulsador del inhalador, y la medicación se queda flotando dentro de la cámara unos 10-15 segundos. Se toma aire lentamente por la boca sin parar hasta llenar el pecho. Se aguanta la respiración el tiempo que se pueda, y luego se expulsa el aire lentamente. Si se ha de tomar más de una pulsación, se deja un minuto de separación y se repiten los mismos pasos; no se ponen las dos pulsaciones juntas dentro de la cámara. Estos pasos están descritos en otro documento de esta web.
Al quedarse flotando la medicación se facilita mucho la coordinación con la respiración, pues hay margen de tiempo para respirar.

A los niños que no son capaces de mantener la respiración se les dirá que respiren hondo y lento por la boquilla, durante 10 segundos. En niños más pequeños aun, o que no puedan colaborar, se pondrá en la boquilla de la cámara una mascarilla que cubra nariz y boca. Es muy importante que la mascarilla se ajuste bien y quede estanca, sin espacio entre la cara y su borde, para que toda la respiración se realice sobre el aire contenido en la cámara. Se aprieta el pulsador y se les mantiene respirando unos 10-15 segundos. La mascarilla es para niños pequeños o que no colaboran. Cuando son capaces de respirar voluntariamente por la boquilla, se retira la mascarilla.

¿Cuántas cámaras existen?

Existen numerosas cámaras distintas. En España se comercializan unas 8-10: algunas son grandes y otras pequeñas, algunas de plástico y otras de metal, algunas con mascarilla y otras sin mascarilla. Algunas están financiadas y se compran con receta de la Seguridad Social, otras son pagadas en su totalidad por el paciente. Algunas son compatibles con todos los inhaladores y otras no. Su médico le recomendará la más conveniente en cada caso.

¿Cómo se sabe si hay medicación en el inhalador?

Al agitar el inhalador siempre se nota que hay líquido dentro, aunque se haya agotado la medicación. Algunos inhaladores llevan un contador automático que indica cuántas dosis quedan, pero la mayoría no lo llevan.
Si es un inhalador que se usa a diario, hay que apuntar la fecha que se comienza cada envase y mirar el número de dosis que lleva. Se divide ese número entre el número de pulsaciones que se toman cada día y el resultado es el número de días que durará el envase. Se calcula la fecha en la que se terminará para retirarlo.
Si se usa de forma intermitente y no se apunta el número de dosis consumidas, se puede utilizar otro método. Se suelta el cilindro de medicación del cartucho de plástico y se pone en un vaso de agua. Cuando está lleno se hunde hasta el fondo. Cuanto más flote, menos medicación queda. Se puede ver una imagen (tomada de www.asthma.partners.org) en otro documento de esta web. Este método no es totalmente exacto, por lo que si tiene dudas es recomendable obtener un inhalador nuevo.

¿Cómo se usan los dispositivos de polvo seco?

Se destapa el dispositivo y se carga la dosis, de manera distinta para cada dispositivo. Se expulsa todo el aire de los pulmones, se rodea la boquilla del dispositivo con los labios, sin taparla con dientes ni lengua, y se toma todo el aire que se pueda, con toda la fuerza y rapidez posible. Se aguanta la respiración el máximo tiempo posible y se expulsa el aire lentamente. Después se tapa el dispositivo y se guarda. Estos pasos están descritos en otro documento de esta web.

¿Cuántos dispositivos de polvo seco existen?

Existen varios dispositivos de polvo seco. Se diferencian en el modo de cargar la dosis, pero todos comparten el modo de tomar la dosis, que consiste en aspirar la medicación con toda la fuerza posible y aguantar la respiración. Se muestran instrucciones más detalladas en otra página de esta web.

¿Qué errores se cometen con los inhaladores MDI?

Conviene conocer los errores para evitarlos, y repasar la técnica periódicamente, pues con el tiempo se olvida y se adquieren defectos que hacen la medicación menos eficaz. Errores más o menos frecuentes son los siguientes:

  • No quitar la tapa del inhalador. Aunque es un error que parece muy simple, algunas personas se aplican el inhalador sin quitar la tapa.
  • No agitar el inhalador. Se debe agitar antes de cada pulsación. Si no se hace, el contenido no se disuelve de manera uniforme, y unas veces saldrá más y otras veces menos de lo debido.
  • No vaciar el pecho de aire antes de tomar la medicación. Algunas personas cogen aire antes de aplicarse la medicación, como se hace antes de un esfuerzo. Así los pulmones ya están medio llenos de aire y se puede tomar poco aire más, con lo cual la medicación no llega bien adentro del pulmón.
  • No cerrar bien la boca alrededor de la boquilla. Parte de la medicación se escapará, Tapar la boquilla con los dientes o la lengua. La medicación chocará contra ellos y no llegará a los bronquios.
  • Parar de tomar aire cuando se aprieta el pulsador. Si se deja de tomar aire, la medicación se quedará en la boca y garganta, sin alcanzar los bronquios.
  • Tomar aire rápidamente. Si se toma aire lentamente, la medicación llega en mayor cantidad al interior de los pulmones.
  • No llenar el pecho de aire. Cuanto más aire entre en el pecho, más medicación llegará hasta los bronquios.
  • No aguantar la respiración. Cuanto más tiempo se aguante la respiración, más medicación se depositará dentro del pulmón, pues parte de ella sale al expulsar el aire.
  • No dejar un minuto de separación entre pulsaciones. En el caso de los broncodilatadores, algunos son tan rápidos, que al cabo de un minuto ya empiezan a hacer efecto. Si se dilatan los bronquios, la medicación de la segunda pulsación llegará mejor al interior de los pulmones. En el caso de medicamentos no broncodilatadores esto no tiene tanta importancia, pero es mejor repetir la técnica siempre igual, independientemente del medicamento.

¿Qué errores se cometen con los dispositivos de polvo seco?

La técnica es diferente en algunos pasos en comparación con los inhaladores MDI. Algunos errores son comunes a ambos sistemas, los referidos a expulsar el aire antes de aplicarse la medicación, tomar aire al máximo, aguantar la respiración y dejar separación entre inhalaciones. Errores propios de los dispositivos de polvo seco son:

  • No cargar correctamente la dosis. Se deben seguir las instrucciones de cargado de cada dispositivo para asegurarse de que realmente se está tomando la dosis. En alguno de los sistemas, aunque se tome correctamente, el paciente no nota el efecto del polvo y parece que no lo haya tomado. Si no se ha cargado correctamente no notará la diferencia entre tomar la dosis y no tomarla.
  • Expulsar el aire dentro del dispositivo. Si se hace esto, se puede dispersar parte de la medicación, y luego uno toma menos dosis de la que corresponde.
  • No aspirar el aire con fuerza. En los inhaladores MDI la medicación sale a presión, pero en los dispositivos de polvo seco, la medicación llega aspirada por la fuerza que hace el paciente. Si no se aspira con fuerza durante todo el tiempo que se toma aire, apenas llegará medicación al pulmón.

¿Cómo se sabe si hay medicación en el dispositivo de polvo seco?

Algunos dispositivos tienen contadores automáticos que muestran cuántas dosis quedan. Otro tiene una pequeña ventana cuadrada con fondo blanco que se vuelve rojo cuando quedan unas 15-20 dosis. En el caso de cápsulas individuales no existe problema para saber cuántas quedan; las cápsulas son transparentes, por lo que además se puede comprobar si el paciente ha aspirado el contenido por completo.

Resumen de la medicación inhalada para el asma

La medicación para el asma se puede tomar tragada o inhalada. La inhalada puede ser por nebulizadores, actualmente en desuso, por inhaladores MDI o por dispositivos de polvo seco. Para cada método existen ventajas e inconvenientes, una técnica específica de uso, y unos errores que se pueden cometer y que se deben conocer. Las técnicas de uso buscan que llegue el máximo de medicación a lo más profundo de los pulmones, que es donde se necesita el efecto, no en la garganta. En principio la medicación inhalada es preferible a la medicación tragada, pero es el especialista quien indicará tanto si es así para cada caso individual como el método de inhalación.

Es aconsejable enjuagar la boca después del uso de los inhaladores.