¿Qué es la alergia a frutos secos?

La alergia a frutos secos es un término muy general que se refiere a reacciones frente a alimentos vegetales muy distintos que pertenecen a familias botánicas diferentes.

Aquí trataremos aspectos concretos de la alergia a los frutos secos. Se dan detalles generales sobre alergia a alimentos en otra sección de esta web. Se recomienda leer en primer lugar el apartado de “Generalidades de alergia a alimentos”, y posteriormente los aspectos específicos referentes a frutos secos.

Bajo el término frutos secos se engloban diversos alimentos vegetales de distintas familias botánicas que se caracterizan por carecer de jugo. Se trata de frutos con una cáscara generalmente dura y un porcentaje de agua inferior al 50%.

En general cuando se habla de alergia a frutos secos suele hacerse referencia a:

cacahuete (pertenece a la familia de las legumbres)

frutos de cáscara (almendras, nueces, avellanas, pistachos, anacardos, castañas…)

semillas (pipas de girasol, de calabaza, semillas de amapola, sésamo, piñones…).

A pesar de pertenecer a familias de alimentos diferentes puede existir “reactividad cruzada” entre ellos, de manera que los pacientes alérgicos pueden presentar reacciones con varios de ellos. Esto ocurre porque hay proteínas similares dentro de las distintas familias de alimentos.

No son frutos secos los altramuces (leguminosa) ni los quicos de maíz (cereal). Tampoco lo son los garbanzos (leguminosa) que a veces vienen en las bolsas de “chucherías”.

En nuestro medio los que más frecuentemente producen alergia son el cacahuete o maní, la nuez y la avellana, principalmente porque son los que más se consumen.

La almendra y las pipas de girasol también se consumen bastante pero en general suelen tolerarse mejor.

Potencialmente cualquier fruto seco, como cualquier alimento, puede llegar a producir alergia.

En los lactantes las alergias más frecuentes son a la leche de vaca y al huevo. La alergia a los frutos secos suele aparecer después de los 3-4 años porque en nuestro medio el consumo de estos alimentos se inicia más tardíamente.

La frecuencia de las alergias a alimentos depende de las costumbres alimentarias de cada país. Cuanto más extendido es el consumo de un alimento, más casos de alergia pueden encontrarse.

Dado que pertenecen a distintas familias vegetales, es más frecuente tener alergia a los frutos secos de una misma familia. Se recomienda consultar la “Clasificación de alimentos” presente en la sección “Hoja de recomendaciones” de esta web.

Las proteínas del cacahuete son muy diferentes a las de otros frutos de cáscara, por lo que alguien alérgico al cacahuete no tiene por qué ser alérgico a la avellana, nueces, almendras, etc. Y aunque el cacahuete es una legumbre, es raro que el alérgico a cacahuete lo sea a otras leguminosas como lentejas, garbanzos o alubias.

No obstante puede ser difícil predecir quién será alérgico a un solo fruto seco o a varios, porque eso dependerá de a qué proteína se haya hecho alérgico el individuo (a una única proteína presente en un único alimento o a una proteína que es muy similar en distintos alimentos).

Igual que con el resto de las alergias: primero se produce un fenómeno de “sensibilización” tras el primer contacto con el alimento. Transcurrido un tiempo y tras nuevos contactos con dicho alimento, empiezan a aparecer los síntomas.

Una persona puede hacerse alérgica tras el primer contacto, tras el segundo o tras numerosos contactos. En el caso de los frutos secos el contacto puede producirse sin ser conscientes del mismo a través de alimentos como galletas, chocolates, cereales e incluso papillas para bebés.

Los síntomas más típicos incluyen ronchas (urticaria), hinchazón de labios, vómitos, dolor abdominal o diarrea habitualmente antes de una hora transcurrida desde la ingesta del alimento.

Otros síntomas como dificultad para respirar o respiración ruidosa, hinchazón de lengua, sensación de opresión en garganta, voz afónica, tos persistente o sensación intensa de mareo ocurren en reacciones alérgicas graves. Los lactantes suelen quedarse pálidos y muy decaídos.

Si cualquiera de los síntomas descritos ocurre de forma inmediata y hasta una hora después de transcurrida la ingesta del fruto seco, es fácil la sospecha. Otras veces la relación no está tan clara, ya que se ignora que algunos alimentos pueden contener frutos secos (como repostería, salsas, etc).

Lo más importante es la entrevista con el paciente, que permite orientar las pruebas a realizar. Para el diagnóstico de alergia a alimentos los pediatras alergólogos realizamos pruebas en la piel (prick-test), análisis de sangre específicos y, si son precisas, pruebas de exposición oral controlada   (se ofrecen, bajo estrecha vigilancia médica, cantidades en aumento del alimento sospechoso para valorar la tolerancia al mismo).

El único tratamiento hasta ahora demostrado para la alergia a frutos secos es la EVITACIÓN de los mismos. Es importante entender que no hay que evitar más que aquellos que no se toleran.

En nuestro medio van ganando protagonismo tratamientos de “desensibilización” con frutos secos y se está ensayando la inmunoterapia (oral y sublingual) con resultados prometedores. Pero estas estrategias no están generalizadas, no se realizan en todas las unidades de alergia del país y de momento existe poca experiencia.

Se debe evitar su ingesta directa así como la de los alimentos que los incluyan entre sus ingredientes. Es necesario consultar el etiquetado de los productos elaborados que se consumen puesto que los frutos secos aparecen en muchos de ellos: cereales de desayuno, galletas, repostería, helados, salsas, panes con semillas, turrones, cremas de chocolate (Nocilla® o similares), etc.

En España, la mayoría de las etiquetas de ingredientes exhiben el nombre “común” del fruto seco. El cacahuete puede aparecer también como maní o Arachis.

Respecto al etiquetado de productos elaborados en otros países se debe tener en cuenta que los frutos secos pueden recibir distintos nombres y no ser reconocidos. Si tiene dudas sobre algún ingrediente que le resulta desconocido evítelo hasta que aclare lo que es. En la tabla se muestran los principales frutos secos y sus nombres en latín.

Pipa de girasolHelianthus annuus
Coquito o nuez de BrasilBertholletia excelsa
Cacahuete, maníArachis hypogaea
AltramuzLupinus angustifolius
CastañaCastanea sativa
AvellanaCorylus avellana
Nuez AmericanaJuglans nigra
NuezJuglans regia
AlmendraPrunus dulcis
Anacardo, marañón, castaña de cajúAnacardium occidentale
PistachoPistacia vera
MacadamiaMacadamia tetraphylla
PacanaCarya illinoinensis

Si está bien identificado que únicamente se tiene alergia a un fruto seco solo hay que evitar ese y se pueden tomar los otros. Si hay dudas sobre la tolerancia del resto, es prudente evitarlos hasta que se aclare la situación. Se deben seguir las instrucciones que le dé el especialista.

Algunos productos elaborados vienen etiquetados como “puede contener trazas de frutos secos” sin especificar cuáles. En este caso también resulta más prudente evitarlos.

No hay ningún inconveniente si el chocolate no lleva frutos secos ni trazas. En algunas zonas de España los cacahuetes o manís reciben el nombre de “cacaos”. Esto puede llevar a confusión con el cacao del que se obtiene el chocolate. El cacao del chocolate no tiene ninguna relación con los cacahuetes, y los alérgicos a cacahuete pueden comer chocolate.

La alergia al chocolate es muy poco frecuente.

El aceite de girasol es muy utilizado en nuestro medio y suele ser bien tolerado. Pero también existen aceites de otros frutos secos, como el aceite de cacahuete, muy extendido en la cocina oriental.

El aceite está compuesto por lípidos o grasas en prácticamente su totalidad y los lípidos no causan alergia. Pero si el proceso de refinamiento no ha sido exhaustivo no se puede garantizar que no exista contaminación del mismo con fracciones proteicas, que son las que causan alergia. Por este motivo, aunque los aceites refinados se han demostrado seguros en algunos estudios, en el momento actual se recomienda la evitación de aceites obtenidos de los frutos secos implicados en la alergia.

Lo mismo podría decirse sobre cremas y cosméticos que contienen esos aceites. Se dan más detalles sobre las trazas en el apartado de “Generalidades de alergia a alimentos”.

Las mantequillas de frutos secos se fabrican triturando los frutos secos completos, de manera que contienen todas las proteínas y, por consiguiente, DEBEN EVITARSE.

Así como la alergia a leche de vaca y huevo tiende a desaparecer en un porcentaje importante de pacientes, la alergia a frutos secos suele ser más persistente, tanto más cuanto más tardía haya sido su aparición.

Índice de contenidos

Índice de contenidos

¿Qué alimentos se consideran frutos secos?

Bajo el término frutos secos se engloban diversos alimentos vegetales de distintas familias botánicas que se caracterizan por carecer de jugo. Se trata de frutos con una cáscara generalmente dura y un porcentaje de agua inferior al 50%.

En general cuando se habla de alergia a frutos secos suele hacerse referencia a:

cacahuete (pertenece a la familia de las legumbres)

frutos de cáscara (almendras, nueces, avellanas, pistachos, anacardos, castañas…)

semillas (pipas de girasol, de calabaza, semillas de amapola, sésamo, piñones…).

A pesar de pertenecer a familias de alimentos diferentes puede existir “reactividad cruzada” entre ellos, de manera que los pacientes alérgicos pueden presentar reacciones con varios de ellos. Esto ocurre porque hay proteínas similares dentro de las distintas familias de alimentos.

No son frutos secos los altramuces (leguminosa) ni los quicos de maíz (cereal). Tampoco lo son los garbanzos (leguminosa) que a veces vienen en las bolsas de “chucherías”.

¿Qué frutos secos dan alergia?

En nuestro medio los que más frecuentemente producen alergia son el cacahuete o maní, la nuez y la avellana, principalmente porque son los que más se consumen.

La almendra y las pipas de girasol también se consumen bastante pero en general suelen tolerarse mejor.

Potencialmente cualquier fruto seco, como cualquier alimento, puede llegar a producir alergia.

¿Es frecuente la alergia a los frutos secos?

En los lactantes las alergias más frecuentes son a la leche de vaca y al huevo. La alergia a los frutos secos suele aparecer después de los 3-4 años porque en nuestro medio el consumo de estos alimentos se inicia más tardíamente.

La frecuencia de las alergias a alimentos depende de las costumbres alimentarias de cada país. Cuanto más extendido es el consumo de un alimento, más casos de alergia pueden encontrarse.

¿Se suele tener alergia a todos los frutos secos?

Dado que pertenecen a distintas familias vegetales, es más frecuente tener alergia a los frutos secos de una misma familia. Se recomienda consultar la “Clasificación de alimentos” presente en la sección “Hoja de recomendaciones” de esta web.

Las proteínas del cacahuete son muy diferentes a las de otros frutos de cáscara, por lo que alguien alérgico al cacahuete no tiene por qué ser alérgico a la avellana, nueces, almendras, etc. Y aunque el cacahuete es una legumbre, es raro que el alérgico a cacahuete lo sea a otras leguminosas como lentejas, garbanzos o alubias.

No obstante puede ser difícil predecir quién será alérgico a un solo fruto seco o a varios, porque eso dependerá de a qué proteína se haya hecho alérgico el individuo (a una única proteína presente en un único alimento o a una proteína que es muy similar en distintos alimentos).

Cómo aparece la alergia a frutos secos?

Igual que con el resto de las alergias: primero se produce un fenómeno de “sensibilización” tras el primer contacto con el alimento. Transcurrido un tiempo y tras nuevos contactos con dicho alimento, empiezan a aparecer los síntomas.

Una persona puede hacerse alérgica tras el primer contacto, tras el segundo o tras numerosos contactos. En el caso de los frutos secos el contacto puede producirse sin ser conscientes del mismo a través de alimentos como galletas, chocolates, cereales e incluso papillas para bebés.

¿Qué síntomas da la alergia a frutos secos?

Los síntomas más típicos incluyen ronchas (urticaria), hinchazón de labios, vómitos, dolor abdominal o diarrea habitualmente antes de una hora transcurrida desde la ingesta del alimento.

Otros síntomas como dificultad para respirar o respiración ruidosa, hinchazón de lengua, sensación de opresión en garganta, voz afónica, tos persistente o sensación intensa de mareo ocurren en reacciones alérgicas graves. Los lactantes suelen quedarse pálidos y muy decaídos.

¿Cómo se sospecha la alergia a frutos secos?

Si cualquiera de los síntomas descritos ocurre de forma inmediata y hasta una hora después de transcurrida la ingesta del fruto seco, es fácil la sospecha. Otras veces la relación no está tan clara, ya que se ignora que algunos alimentos pueden contener frutos secos (como repostería, salsas, etc).

¿Cómo se estudia la alergia a frutos secos?

Lo más importante es la entrevista con el paciente, que permite orientar las pruebas a realizar. Para el diagnóstico de alergia a alimentos los pediatras alergólogos realizamos pruebas en la piel (prick-test), análisis de sangre específicos y, si son precisas, pruebas de exposición oral controlada   (se ofrecen, bajo estrecha vigilancia médica, cantidades en aumento del alimento sospechoso para valorar la tolerancia al mismo).

¿Cuál es el tratamiento de la alergia a frutos secos?

El único tratamiento hasta ahora demostrado para la alergia a frutos secos es la EVITACIÓN de los mismos. Es importante entender que no hay que evitar más que aquellos que no se toleran.

En nuestro medio van ganando protagonismo tratamientos de “desensibilización” con frutos secos y se está ensayando la inmunoterapia (oral y sublingual) con resultados prometedores. Pero estas estrategias no están generalizadas, no se realizan en todas las unidades de alergia del país y de momento existe poca experiencia.

¿Cómo se debe hacer la dieta sin frutos secos?

Se debe evitar su ingesta directa así como la de los alimentos que los incluyan entre sus ingredientes. Es necesario consultar el etiquetado de los productos elaborados que se consumen puesto que los frutos secos aparecen en muchos de ellos: cereales de desayuno, galletas, repostería, helados, salsas, panes con semillas, turrones, cremas de chocolate (Nocilla® o similares), etc.

En España, la mayoría de las etiquetas de ingredientes exhiben el nombre “común” del fruto seco. El cacahuete puede aparecer también como maní o Arachis.

Respecto al etiquetado de productos elaborados en otros países se debe tener en cuenta que los frutos secos pueden recibir distintos nombres y no ser reconocidos. Si tiene dudas sobre algún ingrediente que le resulta desconocido evítelo hasta que aclare lo que es. En la tabla se muestran los principales frutos secos y sus nombres en latín.

Pipa de girasolHelianthus annuus
Coquito o nuez de BrasilBertholletia excelsa
Cacahuete, maníArachis hypogaea
AltramuzLupinus angustifolius
CastañaCastanea sativa
AvellanaCorylus avellana
Nuez AmericanaJuglans nigra
NuezJuglans regia
AlmendraPrunus dulcis
Anacardo, marañón, castaña de cajúAnacardium occidentale
PistachoPistacia vera
MacadamiaMacadamia tetraphylla
PacanaCarya illinoinensis

¿Hay que evitar todos los frutos secos si sólo se tiene alergia a uno?

Si está bien identificado que únicamente se tiene alergia a un fruto seco solo hay que evitar ese y se pueden tomar los otros. Si hay dudas sobre la tolerancia del resto, es prudente evitarlos hasta que se aclare la situación. Se deben seguir las instrucciones que le dé el especialista.

Algunos productos elaborados vienen etiquetados como “puede contener trazas de frutos secos” sin especificar cuáles. En este caso también resulta más prudente evitarlos.

¿Los alérgicos a frutos secos pueden comer chocolate?

No hay ningún inconveniente si el chocolate no lleva frutos secos ni trazas. En algunas zonas de España los cacahuetes o manís reciben el nombre de “cacaos”. Esto puede llevar a confusión con el cacao del que se obtiene el chocolate. El cacao del chocolate no tiene ninguna relación con los cacahuetes, y los alérgicos a cacahuete pueden comer chocolate.

La alergia al chocolate es muy poco frecuente.

¿Los alérgicos pueden tomar aceite o mantequilla de frutos secos?

El aceite de girasol es muy utilizado en nuestro medio y suele ser bien tolerado. Pero también existen aceites de otros frutos secos, como el aceite de cacahuete, muy extendido en la cocina oriental.

El aceite está compuesto por lípidos o grasas en prácticamente su totalidad y los lípidos no causan alergia. Pero si el proceso de refinamiento no ha sido exhaustivo no se puede garantizar que no exista contaminación del mismo con fracciones proteicas, que son las que causan alergia. Por este motivo, aunque los aceites refinados se han demostrado seguros en algunos estudios, en el momento actual se recomienda la evitación de aceites obtenidos de los frutos secos implicados en la alergia.

Lo mismo podría decirse sobre cremas y cosméticos que contienen esos aceites. Se dan más detalles sobre las trazas en el apartado de “Generalidades de alergia a alimentos”.

Las mantequillas de frutos secos se fabrican triturando los frutos secos completos, de manera que contienen todas las proteínas y, por consiguiente, DEBEN EVITARSE.

¿Desaparece la alergia a frutos secos?

Así como la alergia a leche de vaca y huevo tiende a desaparecer en un porcentaje importante de pacientes, la alergia a frutos secos suele ser más persistente, tanto más cuanto más tardía haya sido su aparición.