Alergia a animales

Las manifestaciones de alergia (asma, rinoconjuntivitis, urticaria, dermatitis…) producidas por animales son por que los animales son cada vez más frecuentes debido al incremento del número de animales de compañía que hay en nuestros hogares. Como alergia a animales nos referimos a la aparición de síntomas alérgicos causados por animales vivos. No nos referimos a síntomas por tomar carne de animales como alimentos, ni a picaduras de insectos, que se detallan en otros apartados de esta web. La alergia a ácaros se detalla en su apartado específico, y la alergia a productos de insectos se comenta en el apartado de otros alérgenos. En este apartado nos referiremos fundamentalmente a alergia a animales de pelo y, más brevemente, a animales de pluma y otros.

En primer lugar destacaremos el gato, que da problemas alérgicos frecuentes y que pueden ser severos. El perro también causa alergias, aunque comparativamente con gato y caballo no son tan frecuentes, a pesar de ser el animal más común en las casas. El caballo da problemas severos, aunque no son tan frecuentes. Cualquier otro animal de pelo puede causar alergia: hámster, conejo, hurón, vaca, oveja, cerdo, cabra, chinchilla, ratón, rata, etc.

Las personas se hacen alérgicas a los animales con los cuales tienen contacto directo o indirecto. Como perro y gato son los animales más comunes, son los que causan alergia más frecuente. Pero las personas que trabajan con animales de laboratorio se pueden hacer alérgicas a esos animales. Las personas que viven en granjas, pueden desarrollar alergia frente a los animales de la granja. En una granja, se ha demostrado, incluso, alergia al ciervo.

En países que tienen contacto con otros animales, como camellos, búfalos, etc., es de esperar que también se tenga alergia a estos animales. Algunas personas que trabajan con animales salvajes, como leones, tigres, o elefantes, por ejemplo en circos, ocasionalmente tienen síntomas sospechosos de alergia, aunque esto no está bien documentado.

La caspa de los animales es la responsable principal de la alergia a animales. Los animales, igual que las personas, van renovando su piel. La piel se va desprendiendo poco a poco, en escamas microscópicas. Esas escamas se quedan flotando en el aire, y las personas las respiran, con lo cual pueden sufrir síntomas de alergia. El pelo también puede causar alergia, pero menos frecuentemente, ya que el pelo se suele quedar en el suelo y no pasa al aire.

Otras sustancias que dan alergia se pueden encontrar en la saliva de los animales, en las lágrimas, en la orina, o en el suero. Si se tiene alergia a la saliva, se pueden tener síndromes cuando alguien es lamido por un animal, o si toca al animal después de que este se haya estado lamiendo. Si se tiene alergia a algún componente de la orina, cuando se evapora y pasa al aire, puede dar síntomas, pero debemos recordar que la causa principal de la alergia a animales es la caspa.

Los mismos síntomas que otras alergias a sustancias ambientales: asma, rinitis, conjuntivitis, urticaria y edema o inflamación. Se dan más detalles sobre estos síntomas en otro apartado de esta web.

Si alguien con alergia no suele tener contacto con el animal, y un día sí que tiene contacto, puede presentar estos síntomas, muy evidentes, en pocos minutos. Esto es fácil de sospechar, ya que el animal es fácilmente visible, y se identifica el contacto sin dificultad. A veces los síntomas no son inmediatos, sino que aparecen al cabo de varias horas, con lo que resulta algo más difícil de sospechar. Si los animales no son visibles, porque huyen de las personas, como por ejemplo, los ratones, es más difícil aun llegar a sospechar esa relación.

En otras ocasiones, una persona puede tener el animal en casa, con contacto diario. Esto va causando una inflamación interna de los órganos de choque, vía aérea, piel, conjuntiva… Los síntomas no son diarios, sino que van apareciendo y desapareciendo de modo intermitente, y es difícil relacionarlos con el animal de casa. Esa inflamación continua hace que los órganos de choque sean más sensibles a toda clase de estímulos: infecciones, otras alergias, ejercicio, aire frío, contaminación, etc. Esos estímulos causan entonces síntomas agudos y desorientan sobre la culpa de los animales. Esos estímulos no causarían síntomas si tuvieran inflamación previa debida a la alergia a los animales. Lo mismo que en los bronquios sucede en la nariz y en los ojos.

Sí, sí que es muy frecuente. Los contactos indirectos pueden en primer lugar dar origen al desarrollo de la alergia, y después ocasionar los síntomas, sin que una persona sea consciente del animal. Esto es motivo de muchas sorpresas.

La caspa de los animales se queda flotando en el aire. Si alguien con alergia acude a una casa en la que hay animales, aunque el animal no esté presente en esos momentos, va respirando las partículas de caspa ambientales, y puede tener síntomas. También puede suceder al acudir a espacios al aire libre, como espectáculos, circos, ferias, etc., lugares donde ha habido animales.

Cuando una persona se va moviendo por un lugar donde hay animales (en su propia casa, en hípicas, veterinarias, granjas, lugares de trabajo, etc), en la ropa van quedando pegadas partículas de caspa. Luego transporta esas partículas de caspa a los sitios donde va, y se las puede transmitir a la persona alérgica en otra casa, en el colegio, lugar de trabajo, o lugar de reunión, y la persona alérgica puede sufrir síntomas. Así, un compañero de clase puede estar trayendo partículas de gato, caballo, perro, o de cualquier otro animal.

Se ha comprobado que la mayoría de los colegios tienen partículas de animales que llegan a través de la ropa de alumnos o profesores, y que en muchas viviendas se pueden detectar partículas de gato, aunque nunca haya habido gatos en ellas.

Algunos animales, como perro y gato, son causa tan frecuente de alergia, que se estudian casi siempre en las personas con asma, rinitis o conjuntivitis. Los otros animales se investigan cuando hay sospecha. Cuando los síntomas de posible alergia son intermitentes y aparecen poco después de tener contacto con un animal, es fácil de sospechar.

Cuando se tiene contacto frecuente con animales, aunque aparentemente no causen síntomas, se ha de comentar con el especialista, para que se estudie su posible alergia. En personas con síntomas sospechosos de alergia y en las cuales no se identifica ninguna causa, se ha de valorar la posible alergia a animales, aunque parezca una posibilidad muy remota.

Como con otras alergias, se hacen pruebas en piel, análisis de sangre y pruebas de provocación si están indicadas. Se dan detalles sobre estas técnicas en el apartado de Estudio de la alergia.

De los animales más corrientes existen ya pruebas y análisis comercializados. Si es un animal fuera de lo habitual, el estudio puede ser más difícil. Existen métodos para ello, pero en muchos sitios no están disponibles.

Como el resto de alergias, se debe usar un tratamiento de rescate cuando aparecen síntomas, un tratamiento preventivo según la severidad de los síntomas, y también existe tratamiento inmunoterápico con vacunas frente a algunos animales. Se da información de estos tipos de tratamiento en otras zonas de esta web.

Pero el paso fundamental en la alergia a animales es evitar el contacto con el animal responsable de la alergia siguiendo una serie de consejos.

Se dan una serie de recomendaciones que son más estrictas cuanto más intensa sea la alergia. La recomendación principal es evitar el animal. Si se tiene el animal en casa, se aconseja retirarlo. Una vez que se retira, la caspa del animal se puede detectar incluso hasta varios meses después. La caspa de gato es la más persistente.

Se recomienda no acudir a otras casas u otros lugares donde haya animales. El que otros familiares retiren el animal de sus casas es una situación comprometida: los familiares y amigos deben ser informados de la alergia del paciente, y deben conocer la posibilidad de contactos indirectos. Si alguien que convive en el mismo domicilio trabaja con animales, debe ducharse y cambiarse la ropa de trabajo antes de volver a casa.

Si se tiene contacto con partículas de animales en colegios u otros lugares, puede uno preguntarse la utilidad de retirar un animal de casa. Los contactos indirectos serán siempre de menos intensidad que el contacto que se tiene durante todas las horas que se pasan en la propia casa, donde la cantidad de alérgeno del animal está más concentrada.

Debe recordarse que la exposición mantenida al animal va causando una inflamación que puede llegar a hacerse crónica, aunque aparentemente no cause síntomas, o los síntomas no sean continuos sino intermitentes, o sean síntomas de poca intensidad. Esto puede representar síntomas bronquiales, nasales, conjuntivales o cutáneos.

La recomendación básica es retirar el animal de casa; no obstante, algunas personas deciden no hacerlo.

Para disminuir los problemas se recomienda que el animal no entre en la habitación del alérgico, y mucho menos que duerma allí. Conviene ventilar la habitación a menudo. El alérgico debe tocar lo menos posible al animal, y lavarse las manos después de hacerlo. Se debe lavar al animal con frecuencia, y en tiendas especializadas venden algunos productos para aplicar al animal y que no desprenda tanta caspa.

Estas normas pueden disminuir la capacidad del animal de dar alergia, pero se debe recordar que la recomendación básica es retirar al animal de la casa.

El tratamiento con vacunas se debe considerar cuando no se puede evitar el contacto con los animales, por ejemplo, si se trabaja en veterinaria, granjas u otras profesiones en que no se pueden evitar. También son candidatas para la vacunación las personas que conscientemente deciden seguir con el animal en casa, o las personas que no tienen contacto directo, sino indirecto, con los animales y no pueden evitar ese contacto.

Además se debe considerar la vacunación en algunos niños o niñas que tienen alergia a animales y que piensan dedicarse a profesiones en contacto con animales.

No existen disponibles vacunas para la alergia frente a todos los animales, sino frente a los habituales como perro, gato y caballo. Se debe consultar con el especialista la conveniencia de estas vacunaciones.

Igual que con el resto de alergias, sí que puede desaparecer la alergia a animales, aunque no siempre. A veces desaparece de manera espontánea, y otras veces desaparece por efectos de la vacunación. La desaparición espontánea puede darse al evitar el contacto con el animal responsable, y en algunas personas puede desaparecer incluso manteniendo el contacto con el animal. Es prácticamente imposible predecir si una persona concreta va a superar esa alergia, por lo que deben valorarse individualmente los riesgos de permanencia de los síntomas o incluso su agravamiento si alguien decide mantener el contacto con un animal al que le tiene alergia.

Cuando se tiene alergia a un animal, por ejemplo el perro, se admite que se tiene alergia a todas las razas de ese animal. Sin embargo, algunas personas pueden tener síntomas con unas razas pero no con otras, ya que unas razas pueden desprender más caspa que otras y causar más o menos síntomas. Algunos animales tienen menos pelo o más corto que otros, pero se debe recordar que la principal causa de la alergia a animales es la caspa que desprenden al renovar la piel, y todos los animales van renovando su piel, tengan mucho o poco pelo.

La cantidad de alérgeno que se produce aumenta con la edad del animal, parece estar relacionado con cambios hormonales, es diferente en el mismo animal en diferentes momentos y los machos producen más cantidad de alérgenos que las hembras. A través de la orina y secreción prostática.

No es recomendable. La alergia a los animales, como el resto de las alergias, no es de nacimiento, sino que aparece en un momento dado de la vida, va aumentando, hasta que finalmente causa síntomas. Este proceso puede tardar semanas, meses, o incluso años.

Si se tiene alergia, por ejemplo, a los gatos, y alguien se lleva un perro a su casa, al principio no le tendrá alergia, pero al cabo de varios meses puede aparecer y causar síntomas. Esto no siempre será así, pero si una persona tiene facilidad para desarrollar alergia, puede suceder, y será muy difícil deshacerse del animal al cabo de varios meses de convivencia.

Tampoco es recomendable en principio. La situación es parecida a la comentada en la pregunta anterior. Algunas personas tienen facilidad para desarrollar unas alergias después de otras. Aunque no se tenga alergia a animales desde el primer momento, siempre cabe el riesgo de que vaya apareciendo con el paso del tiempo si se convive con ellos, y se debe valorar la repercusión que causará el tener que deshacerse de un animal más adelante.

Otro problema añadido es que la caspa de los animales, igual que la de las personas, sirve de alimento para los ácaros, con lo cual estos serán más abundantes en las casas que tiene animales.

Sí que pueden causarla, pero mucho menos frecuentemente que los de pelo. Se pueden desprender partículas de las plumas que causen síntomas de alergia. Además de las plumas, se puede tener alergia a sustancias de la orina o de las heces de las aves.

Hay un caso especial de alergia a huevo, en el que predomina la alergia a la yema amarilla más que a la clara, al revés de lo habitual. Las personas con alergia a la yema tienen más facilidad para tener alergia a las plumas y a la carne de pollo. Aunque esto se refiere a las plumas de pollo o gallina, se generaliza a todas las plumas de otras aves, como palomos, canarios, periquitos, gansos, ocas, etc.

Hay un caso especial de síntomas por plumas o heces de aves, sobre todo palomos, que causan lo que se llama alveolitis alérgica extrínseca. Provoca síntomas respiratorios, pero distintos de la alergia clásica. Se puede dar en personas que crían palomos, o que tienen contacto con muchas aves por motivos profesionales.

Si se tiene alergia a las plumas deben evitarse los edredones, almohadas, o ropas con relleno de pluma natural. Además también pueden favorecer la abundancia de ácaros. Se recomienda que la ropa de cama de las personas con alergia sea muy fácil de lavar, cosa que no ocurre con los rellenos de plumas.

A veces se sospecha alergia a un animal y no se confirma; si la sospecha es alta se deben considerar otras posibilidades que no sean la alergia al animal en sí mismo. Se puede tener alergia a productos que estén en la comida de los animales y presentar síntomas por manipularla; se puede tener alergia a hongos que se crían en las jaulas y en las heces y otros desperdicios que sueltan los animales.

Además de los animales de pelo, y los animales de plumas, también se han dado casos de alergia a animales como las iguanas o lagartos, ya que desprenden escamas que causan alergia. Los síntomas son iguales a los de otras alergias, fundamentalmente asma y rinoconjuntivitis.

Dado que no existen pruebas comercializadas para la alergia a estos animales, se pueden necesitar análisis especiales que no están disponibles en muchos centros médicos.

Esto es motivo de discusión y controversia.

Algunos estudios encuentran que tener animales en casa desde recién nacido o desde pocos meses de edad se asocia con menos alergia frente a dichos animales y frente a todas las sustancias en general. Otros estudios, sin embargo, encuentran lo contrario.

Los niños criados en granjas con animales parecen tener menos alergias que los criados en ciudad. Parece que no solo influye el contacto con animales, sino otros factores, como el tipo de alimentación y el contacto con otras sustancias, que son diferentes en los dos ambientes. Además, la protección parece que no se da en todos los niños, sino sólo en los niños con algunos rasgos genéticos concretos.

Por ello, actualmente no se pueden hacer recomendaciones muy firmes sobre la conveniencia o inconveniencia de tener animales en los domicilios urbanos con la finalidad de obtener protección frente a la alergia.

Sí que pueden tener alergia. Además de poder causar alergia, los animales también pueden sufrir alergia. Pueden presentar enfermedades de piel, rinoconjuntivitis y asma. Son relativamente frecuentes en perros, gatos, animales de laboratorio, caballos, y se han visto incluso en leones.

Índice de contenidos

Índice de contenidos

¿Qué animales causan alergia?

En primer lugar destacaremos el gato, que da problemas alérgicos frecuentes y que pueden ser severos. El perro también causa alergias, aunque comparativamente con gato y caballo no son tan frecuentes, a pesar de ser el animal más común en las casas. El caballo da problemas severos, aunque no son tan frecuentes. Cualquier otro animal de pelo puede causar alergia: hámster, conejo, hurón, vaca, oveja, cerdo, cabra, chinchilla, ratón, rata, etc.

Las personas se hacen alérgicas a los animales con los cuales tienen contacto directo o indirecto. Como perro y gato son los animales más comunes, son los que causan alergia más frecuente. Pero las personas que trabajan con animales de laboratorio se pueden hacer alérgicas a esos animales. Las personas que viven en granjas, pueden desarrollar alergia frente a los animales de la granja. En una granja, se ha demostrado, incluso, alergia al ciervo.

En países que tienen contacto con otros animales, como camellos, búfalos, etc., es de esperar que también se tenga alergia a estos animales. Algunas personas que trabajan con animales salvajes, como leones, tigres, o elefantes, por ejemplo en circos, ocasionalmente tienen síntomas sospechosos de alergia, aunque esto no está bien documentado.

¿Cómo causan alergia los animales?

La caspa de los animales es la responsable principal de la alergia a animales. Los animales, igual que las personas, van renovando su piel. La piel se va desprendiendo poco a poco, en escamas microscópicas. Esas escamas se quedan flotando en el aire, y las personas las respiran, con lo cual pueden sufrir síntomas de alergia. El pelo también puede causar alergia, pero menos frecuentemente, ya que el pelo se suele quedar en el suelo y no pasa al aire.

Otras sustancias que dan alergia se pueden encontrar en la saliva de los animales, en las lágrimas, en la orina, o en el suero. Si se tiene alergia a la saliva, se pueden tener síndromes cuando alguien es lamido por un animal, o si toca al animal después de que este se haya estado lamiendo. Si se tiene alergia a algún componente de la orina, cuando se evapora y pasa al aire, puede dar síntomas, pero debemos recordar que la causa principal de la alergia a animales es la caspa.

¿Qué síntomas causa la alergia a animales?

Los mismos síntomas que otras alergias a sustancias ambientales: asma, rinitis, conjuntivitis, urticaria y edema o inflamación. Se dan más detalles sobre estos síntomas en otro apartado de esta web.

Si alguien con alergia no suele tener contacto con el animal, y un día sí que tiene contacto, puede presentar estos síntomas, muy evidentes, en pocos minutos. Esto es fácil de sospechar, ya que el animal es fácilmente visible, y se identifica el contacto sin dificultad. A veces los síntomas no son inmediatos, sino que aparecen al cabo de varias horas, con lo que resulta algo más difícil de sospechar. Si los animales no son visibles, porque huyen de las personas, como por ejemplo, los ratones, es más difícil aun llegar a sospechar esa relación.

En otras ocasiones, una persona puede tener el animal en casa, con contacto diario. Esto va causando una inflamación interna de los órganos de choque, vía aérea, piel, conjuntiva… Los síntomas no son diarios, sino que van apareciendo y desapareciendo de modo intermitente, y es difícil relacionarlos con el animal de casa. Esa inflamación continua hace que los órganos de choque sean más sensibles a toda clase de estímulos: infecciones, otras alergias, ejercicio, aire frío, contaminación, etc. Esos estímulos causan entonces síntomas agudos y desorientan sobre la culpa de los animales. Esos estímulos no causarían síntomas si tuvieran inflamación previa debida a la alergia a los animales. Lo mismo que en los bronquios sucede en la nariz y en los ojos.

¿Se pueden tener síntomas sin tocar o ver al animal?

Sí, sí que es muy frecuente. Los contactos indirectos pueden en primer lugar dar origen al desarrollo de la alergia, y después ocasionar los síntomas, sin que una persona sea consciente del animal. Esto es motivo de muchas sorpresas.

La caspa de los animales se queda flotando en el aire. Si alguien con alergia acude a una casa en la que hay animales, aunque el animal no esté presente en esos momentos, va respirando las partículas de caspa ambientales, y puede tener síntomas. También puede suceder al acudir a espacios al aire libre, como espectáculos, circos, ferias, etc., lugares donde ha habido animales.

Cuando una persona se va moviendo por un lugar donde hay animales (en su propia casa, en hípicas, veterinarias, granjas, lugares de trabajo, etc), en la ropa van quedando pegadas partículas de caspa. Luego transporta esas partículas de caspa a los sitios donde va, y se las puede transmitir a la persona alérgica en otra casa, en el colegio, lugar de trabajo, o lugar de reunión, y la persona alérgica puede sufrir síntomas. Así, un compañero de clase puede estar trayendo partículas de gato, caballo, perro, o de cualquier otro animal.

Se ha comprobado que la mayoría de los colegios tienen partículas de animales que llegan a través de la ropa de alumnos o profesores, y que en muchas viviendas se pueden detectar partículas de gato, aunque nunca haya habido gatos en ellas.

¿Cuándo se sospecha la alergia a animales?

Algunos animales, como perro y gato, son causa tan frecuente de alergia, que se estudian casi siempre en las personas con asma, rinitis o conjuntivitis. Los otros animales se investigan cuando hay sospecha. Cuando los síntomas de posible alergia son intermitentes y aparecen poco después de tener contacto con un animal, es fácil de sospechar.

Cuando se tiene contacto frecuente con animales, aunque aparentemente no causen síntomas, se ha de comentar con el especialista, para que se estudie su posible alergia. En personas con síntomas sospechosos de alergia y en las cuales no se identifica ninguna causa, se ha de valorar la posible alergia a animales, aunque parezca una posibilidad muy remota.

¿Cómo se estudia la alergia a animales?

Como con otras alergias, se hacen pruebas en piel, análisis de sangre y pruebas de provocación si están indicadas. Se dan detalles sobre estas técnicas en el apartado de Estudio de la alergia.

De los animales más corrientes existen ya pruebas y análisis comercializados. Si es un animal fuera de lo habitual, el estudio puede ser más difícil. Existen métodos para ello, pero en muchos sitios no están disponibles.

¿Cómo se trata la alergia a animales?

Como el resto de alergias, se debe usar un tratamiento de rescate cuando aparecen síntomas, un tratamiento preventivo según la severidad de los síntomas, y también existe tratamiento inmunoterápico con vacunas frente a algunos animales. Se da información de estos tipos de tratamiento en otras zonas de esta web.

Pero el paso fundamental en la alergia a animales es evitar el contacto con el animal responsable de la alergia siguiendo una serie de consejos.

¿Qué se hace si se tiene alergia a animales?

Se dan una serie de recomendaciones que son más estrictas cuanto más intensa sea la alergia. La recomendación principal es evitar el animal. Si se tiene el animal en casa, se aconseja retirarlo. Una vez que se retira, la caspa del animal se puede detectar incluso hasta varios meses después. La caspa de gato es la más persistente.

Se recomienda no acudir a otras casas u otros lugares donde haya animales. El que otros familiares retiren el animal de sus casas es una situación comprometida: los familiares y amigos deben ser informados de la alergia del paciente, y deben conocer la posibilidad de contactos indirectos. Si alguien que convive en el mismo domicilio trabaja con animales, debe ducharse y cambiarse la ropa de trabajo antes de volver a casa.

¿Se debe retirar el animal de casa si hay contactos indirectos?

Si se tiene contacto con partículas de animales en colegios u otros lugares, puede uno preguntarse la utilidad de retirar un animal de casa. Los contactos indirectos serán siempre de menos intensidad que el contacto que se tiene durante todas las horas que se pasan en la propia casa, donde la cantidad de alérgeno del animal está más concentrada.

Debe recordarse que la exposición mantenida al animal va causando una inflamación que puede llegar a hacerse crónica, aunque aparentemente no cause síntomas, o los síntomas no sean continuos sino intermitentes, o sean síntomas de poca intensidad. Esto puede representar síntomas bronquiales, nasales, conjuntivales o cutáneos.

¿Qué se puede hacer si no se retira el animal de casa?

La recomendación básica es retirar el animal de casa; no obstante, algunas personas deciden no hacerlo.

Para disminuir los problemas se recomienda que el animal no entre en la habitación del alérgico, y mucho menos que duerma allí. Conviene ventilar la habitación a menudo. El alérgico debe tocar lo menos posible al animal, y lavarse las manos después de hacerlo. Se debe lavar al animal con frecuencia, y en tiendas especializadas venden algunos productos para aplicar al animal y que no desprenda tanta caspa.

Estas normas pueden disminuir la capacidad del animal de dar alergia, pero se debe recordar que la recomendación básica es retirar al animal de la casa.

¿Cuándo se usan las vacunas frente a la alergia a animales?

El tratamiento con vacunas se debe considerar cuando no se puede evitar el contacto con los animales, por ejemplo, si se trabaja en veterinaria, granjas u otras profesiones en que no se pueden evitar. También son candidatas para la vacunación las personas que conscientemente deciden seguir con el animal en casa, o las personas que no tienen contacto directo, sino indirecto, con los animales y no pueden evitar ese contacto.

Además se debe considerar la vacunación en algunos niños o niñas que tienen alergia a animales y que piensan dedicarse a profesiones en contacto con animales.

No existen disponibles vacunas para la alergia frente a todos los animales, sino frente a los habituales como perro, gato y caballo. Se debe consultar con el especialista la conveniencia de estas vacunaciones.

¿Desaparece la alergia a animales?

Igual que con el resto de alergias, sí que puede desaparecer la alergia a animales, aunque no siempre. A veces desaparece de manera espontánea, y otras veces desaparece por efectos de la vacunación. La desaparición espontánea puede darse al evitar el contacto con el animal responsable, y en algunas personas puede desaparecer incluso manteniendo el contacto con el animal. Es prácticamente imposible predecir si una persona concreta va a superar esa alergia, por lo que deben valorarse individualmente los riesgos de permanencia de los síntomas o incluso su agravamiento si alguien decide mantener el contacto con un animal al que le tiene alergia.

¿Se puede tener alergia a unas razas de animal y no a otras?

Cuando se tiene alergia a un animal, por ejemplo el perro, se admite que se tiene alergia a todas las razas de ese animal. Sin embargo, algunas personas pueden tener síntomas con unas razas pero no con otras, ya que unas razas pueden desprender más caspa que otras y causar más o menos síntomas. Algunos animales tienen menos pelo o más corto que otros, pero se debe recordar que la principal causa de la alergia a animales es la caspa que desprenden al renovar la piel, y todos los animales van renovando su piel, tengan mucho o poco pelo.

La cantidad de alérgeno que se produce aumenta con la edad del animal, parece estar relacionado con cambios hormonales, es diferente en el mismo animal en diferentes momentos y los machos producen más cantidad de alérgenos que las hembras. A través de la orina y secreción prostática.

¿Se puede tener algún animal distinto del que causa alergia?

No es recomendable. La alergia a los animales, como el resto de las alergias, no es de nacimiento, sino que aparece en un momento dado de la vida, va aumentando, hasta que finalmente causa síntomas. Este proceso puede tardar semanas, meses, o incluso años.

Si se tiene alergia, por ejemplo, a los gatos, y alguien se lleva un perro a su casa, al principio no le tendrá alergia, pero al cabo de varios meses puede aparecer y causar síntomas. Esto no siempre será así, pero si una persona tiene facilidad para desarrollar alergia, puede suceder, y será muy difícil deshacerse del animal al cabo de varios meses de convivencia.

¿Se puede tener algún animal si se tiene alergia pero no a animales?

Tampoco es recomendable en principio. La situación es parecida a la comentada en la pregunta anterior. Algunas personas tienen facilidad para desarrollar unas alergias después de otras. Aunque no se tenga alergia a animales desde el primer momento, siempre cabe el riesgo de que vaya apareciendo con el paso del tiempo si se convive con ellos, y se debe valorar la repercusión que causará el tener que deshacerse de un animal más adelante.

Otro problema añadido es que la caspa de los animales, igual que la de las personas, sirve de alimento para los ácaros, con lo cual estos serán más abundantes en las casas que tiene animales.

¿Los animales de pluma causan alergia?

Sí que pueden causarla, pero mucho menos frecuentemente que los de pelo. Se pueden desprender partículas de las plumas que causen síntomas de alergia. Además de las plumas, se puede tener alergia a sustancias de la orina o de las heces de las aves.

Hay un caso especial de alergia a huevo, en el que predomina la alergia a la yema amarilla más que a la clara, al revés de lo habitual. Las personas con alergia a la yema tienen más facilidad para tener alergia a las plumas y a la carne de pollo. Aunque esto se refiere a las plumas de pollo o gallina, se generaliza a todas las plumas de otras aves, como palomos, canarios, periquitos, gansos, ocas, etc.

Hay un caso especial de síntomas por plumas o heces de aves, sobre todo palomos, que causan lo que se llama alveolitis alérgica extrínseca. Provoca síntomas respiratorios, pero distintos de la alergia clásica. Se puede dar en personas que crían palomos, o que tienen contacto con muchas aves por motivos profesionales.

¿Los edredones de plumas pueden causar alergia?

Si se tiene alergia a las plumas deben evitarse los edredones, almohadas, o ropas con relleno de pluma natural. Además también pueden favorecer la abundancia de ácaros. Se recomienda que la ropa de cama de las personas con alergia sea muy fácil de lavar, cosa que no ocurre con los rellenos de plumas.

¿La comida de los animales causa alergia?

A veces se sospecha alergia a un animal y no se confirma; si la sospecha es alta se deben considerar otras posibilidades que no sean la alergia al animal en sí mismo. Se puede tener alergia a productos que estén en la comida de los animales y presentar síntomas por manipularla; se puede tener alergia a hongos que se crían en las jaulas y en las heces y otros desperdicios que sueltan los animales.

¿Qué otros animales causan alergia?

Además de los animales de pelo, y los animales de plumas, también se han dado casos de alergia a animales como las iguanas o lagartos, ya que desprenden escamas que causan alergia. Los síntomas son iguales a los de otras alergias, fundamentalmente asma y rinoconjuntivitis.

Dado que no existen pruebas comercializadas para la alergia a estos animales, se pueden necesitar análisis especiales que no están disponibles en muchos centros médicos.

¿El convivir con animales desde recién nacido protege frente a alergias?

Esto es motivo de discusión y controversia.

Algunos estudios encuentran que tener animales en casa desde recién nacido o desde pocos meses de edad se asocia con menos alergia frente a dichos animales y frente a todas las sustancias en general. Otros estudios, sin embargo, encuentran lo contrario.

Los niños criados en granjas con animales parecen tener menos alergias que los criados en ciudad. Parece que no solo influye el contacto con animales, sino otros factores, como el tipo de alimentación y el contacto con otras sustancias, que son diferentes en los dos ambientes. Además, la protección parece que no se da en todos los niños, sino sólo en los niños con algunos rasgos genéticos concretos.

Por ello, actualmente no se pueden hacer recomendaciones muy firmes sobre la conveniencia o inconveniencia de tener animales en los domicilios urbanos con la finalidad de obtener protección frente a la alergia.

¿Los animales pueden tener alergia?

Sí que pueden tener alergia. Además de poder causar alergia, los animales también pueden sufrir alergia. Pueden presentar enfermedades de piel, rinoconjuntivitis y asma. Son relativamente frecuentes en perros, gatos, animales de laboratorio, caballos, y se han visto incluso en leones.

Resumen de la alergia a animales

Los animales son una causa frecuente de alergia. Los que más alergia provocan son los animales de pelo, que son los que más contacto tienen con las personas. La caspa es el principal origen de estas alergias, y puede dar síntomas por contacto directo con el animal, o por contacto indirectos a través de otras personas. Los síntomas, los métodos de estudio y los tipos de tratamiento son los mismos que para otras sustancias que causan alergia. El aspecto más fundamental del tratamiento de la alergia a animales consiste en evitar los animales responsables, y como prevención se aconseja evitar todos los animales en general.