El 14 de septiembre se celebra el Día Mundial de la Dermatitis Atópica, una enfermedad inflamatoria de la piel que se diagnóstica, en el 50% de los casos, durante el primer año de vida
La dermatitis atópica afecta a entre el 15 y el 20% de la población infantil en España, una cifra que ha aumentado en los últimos años. Se trata de una enfermedad crónica de la piel que puede afectar en gran medida a la calidad de vida del niño que la sufre. Su síntoma principal es el picor o prurito que puede dar lugar a frecuentes rascados, dolor en la piel, falta de sueño o infecciones cutáneas. Por ello, es preciso prestar atención a los cuidados de la piel de estos pacientes para que su día a día se vea afectado lo menos posible.
Los picores que puede sufrir un niño con dermatitis atópica pueden llegar a ser muy intensos e insoportables, lo que repercute en el descanso y en su carácter y estado de ánimo. Un trabajo publicado este mes en Current Pediatric Reviewsha analizado la calidad de vida de los niños con dermatitis atópica revisando toda la literatura científica disponible. En él se señala que los niños con esta patología pueden volverse irritables y tener falta de atención en momentos de picores severos y que a menudo los padres se encuentran con problemas para impedir que se rasquen.
Otro factor importante a destacar, según los autores, es el del sueño, como consecuencia de ese prurito su descanso se ve alterado lo que repercute en su dificultad para conciliar el sueño, conlleva una reducción del tiempo total de sueño, así como somnolencia e irritabilidad durante el día. Todo ello puede traer como resultado secuelas psíquicas y emocionales, así como problemas conductuales, que derivan en un mal comportamiento, falta de adaptación y de habilidades sociales, además de tener dependencia excesiva, apego y temor. En el caso de los adolescentes puede llegar a ser una causa de depresión y/o ansiedad.
Como resultado de todo, la calidad de vida de los padres también se ve afectada ya que a menudo experimentan agotamiento, frustración, impotencia, falta de sueño, ausencias en el trabajo y estrés, entre otros. Además, les preocupa los efectos secundarios de los medicamentos como los corticoesteroides de uso tópico.
A todo esto se le une el mayor riesgo que tienen los niños con dermatitis atópica de sufrir otro tipo de enfermedades alérgicas, como asma, alergia alimentaria o rinitis, lo que incrementa también el impacto en su calidad de vida.
Por todo ello, los autores del trabajo concluyen que es importante dotar a las familias y a los profesionales sanitarios de las herramientas sanitarias que permitan identificar este tipo de dificultades para la calidad de vida de los niños con dermatitis atópica. De esta manera se podrá ayudar tanto a los padres como a los propios pacientes a controlar y sobrellevar la enfermedad.
Cuidados del niño con dermatitis atópica
Desde SEICAP se apuesta también por preguntar por todos estos aspectos en las consultas de alergia infantil con el objetivo de que padres y pequeños se sientan comprendidos y se les pueda dar apoyo para solventar este tipo de dificultades. Además, advierte que muchos brotes de dermatitis atópica se podrían prevenir con los cuidados indicados a continuación y con el tratamiento rápido de las lesiones cuando están comenzando con los medicamentos indicados por el pediatra:
- Cuidados de la ropa: es importante que esta sea de algodón o de tejidos naturales, que no sea muy ajustada y no abrigue demasiado al niño. Debe lavarse con jabón, sin lejías ni suavizantes.
- Cambios de temperatura: evitar los contrastes de frío y calor y las temperaturas extremas, todo ello afecta a la piel del niño. Procurar una temperatura ambiente de entre 20 y 22 grados.
- Baño: preferiblemente con agua templada y de corta duración. Emplear jabones especiales para pieles atópicas y aplicar después cremas hidratantes emolientes para proteger la piel.
- Cambio de pañal: se limpiará al bebé con agua y solo se empleará jabón cuando lo necesite por estar sucio. Emplear después una crema protectora.
- Picores: para reducir los picores es aconsejable aplicar crema hidratante abundante y usar el antihistamínico pautado por el pediatra alergólogo. También deben mantenerse las uñas cortas y limpias para evitar heridas en el rascado.
- Sensibilización a aeroalérgenos: debe seguir las normas de control ambiental de desalergenización para mejorar la dermatitis y reducir el riesgo de aparición de otras alergias.