Alergia al cloro: síntomas y prevención

El cloro es una sustancia que se utiliza para desinfectar el agua de determinados lugares, como las piscinas o en los suministros de agua potable, ya que tiene propiedades oxidativas y la capacidad de eliminar agentes patógenos que viven en ella. Se trata de un compuesto que resulta irritante y que actúa como desencadenante de reacciones alérgicas. Puede provocar efectos en las vías respiratorias y en la piel en la medida en que se ven incrementados una serie de factores: la cantidad de este, el tiempo de exposición a la sustancia y la sensibilidad de la piel. En general, los niños son siempre los más afectados, puesto que se pasan mucho rato en el agua y, además, tienen la piel más delicada y sensible que un adulto.

Tanto el cloro, como los contaminantes introducidos en el agua por los propios bañistas (sudor, restos de cremas, perfumes, saliva, piel muerta, etc.) pueden ejercer un efecto irritante. La principal reacción de esta irritación es el eccema. En concreto suele tratarse de un eccema flexural, es decir, aparece en las zonas de la piel que tiene pliegues. Estas zonas de pliegues suelen ser detrás de las rodillas, delante del codo, en la zona de la ingle, en las axilas, en los pliegues del cuello o de los párpados, y en las mujeres también debajo del pecho.

La reacción no es igual en todas las partes del cuerpo, hay determinadas zonas más sensibles y proclives a sufrir estas irritaciones. La córnea de los ojos es una de las zonas especialmente sensible a los reactivos, por eso cuando se enrojece es otro signo muy visible de la irritación debida al cloro.

En el caso de sufrir síntomas respiratorios asociados a la exposición al agua clorada, lo recomendable será seguir el tratamiento pautado por el pediatra alergólogo en niños con asma y rinitis alérgica. En caso de no tener diagnosticada ninguna enfermedad alérgica, y persistir los problemas respiratorios tras el baño en la piscina, será conveniente consultar con el pediatra para valorar cada caso.

En cuanto a los síntomas de conjuntivitis, debe hacerse forma inmediata para aliviar las molestias del pequeño. Si el niño tiene pautada una medicación de rescate por su pediatra alergólogo, que normalmente suelen ser antihistamínicos, por vía oral o colirio, se le administrará a la mayor brevedad posible. Además, puede ser útil el uso de compresas frías para aliviar el picor, así como los lavados con suero fisiológico.

Por último, en cuanto a las lesiones cutáneas ocasionadas por el cloro, como los eccemas, pueden ser los antihistamínicos por vía oral para el picor. El especialista valorará la necesidad de aplicar corticoides o inmunomoduladores en función de la lesión. Además, será necesario aplicar cremas hidratantes para restaurar la piel.

Recomendaciones para prevenir la alergia al cloro

Desde SEICAP aconsejamos seguir una serie de recomendaciones para evitar los problemas derivados del cloro en los niños.

-Aplicarse una crema hidratante antes y después de estar en contacto con el cloro.

-Ducharse antes y después del baño: es importante que la piel entre lo más limpia posible al agua de la piscina y también deben quitarse los restos de cloro y otros agentes al salir.

-Evitar en la medida de lo posible los baños prolongados

-Cuidar los ojos con gafas de agua: el objetivo es que los ojos no esten en contacto directo con el cloro.