Recomendaciones de actuación para campamentos con niños alérgicos

Con el fin del curso escolar llega el comienzo de los campamentos de verano y es imprescindible que, al igual que ocurre con los colegios, este tipo de centros sean un lugar seguro y favorable para los niños con alergias o asma. La Sociedad Española de Inmunología Clínica, Alergología y Asma Pediátrica (SEICAP) recuerda la importancia de tomar medidas de evitación de alérgenos para que los menores con alguna enfermedad alérgica no entren en contacto con aquello que les pueda causar reacción y de tener un protocolo de actuación para casos de reacción grave.

La SEICAP propone el siguiente protocolo de actuación para campamentos que tengan entre sus campistas a niños alérgicos.

1.Asignar a un responsable

En caso de que el campamento no cuente con servicio de enfermería, deberá designarse a una persona responsable encargada de la atención del niño con alergias o asma y saber cómo actuar en caso de reacción. Deberán tener especial cuidado durante las comidas, así como en las actividades al aire libre por el posible contacto con alérgenos. El responsable tendrá, además, que asegurarse de que el menor en riesgo esté identificado por todo el personal del campamento.

2. Formación de monitores y personal del campamento

Tanto el responsable asignado como otras personas que vayan a encargarse del cuidado de los niños deben recibir una formación por parte de un profesional sanitario sobre alergias infantiles. Es indispensable para saber identificar y evaluar el tipo de reacción, el posterior tratamiento y para aprender medidas para realizar la evitación de alérgeno

3. Aportar informe médico

Es importante que se incluya siempre en la maleta el informe médico del niño con su historial completo de alergias, tratamiento y precauciones por si resulta necesario acudir a un servicio de emergencias. Además de la medicación para el botiquín de emergencia, así como uno o varios teléfonos de contacto.

4. Control de los comedores

El personal de cocina y del comedor deberá estar informado acerca de las alergias alimentarias que puedan tener los pequeños, conocer los alérgenos y cómo evitarlos. Las medidas de seguridad en el comedor deben ser las idóneas para evitar contaminaciones cruzadas.

5. Sistema de contacto con padres y centros sanitarios

El personal a cargo del menor deberá llamar a urgencias y comunicar la reacción alérgica. Después de administrar la medicación siembre se deberá llevar al niño a un centro médico.

6. Custodiar y administrar la medicación

El responsable deberá custodiar la medicación, inhaladores o adrenalina autoinyectable, en un lugar seguro pero accesible en caso de emergencia. Asimismo, tendrá que saber administrarla en el caso de que sea necesario y urgente. Se recomienda a los padres que incluyan en la mochila de sus hijos dos autoinyectores de adrenalina para administrar en caso de que el campamento se encuentre alejado del centro médico y sea necesario repetir las dosis pasados entre cinco y 15 minutos de la primera crisis.

7. Disponer de la autorización pertinente

Se recomienda la administración precoz de adrenalina ante los síntomas más comunes, para evitar su progresión a una reacción grave y, en caso de ésta, se deberá usar de forma obligatoria. Para ello, el campamento deberá tener inmunidad frente a acusaciones judiciales por las consecuencias de administrar la medicación de urgencia o rescate. Por ello es recomendable contar con un permiso, debidamente firmado por los padres o los tutores del menor.