El Grupo de Trabajo de Alergia Respiratoria y Asma de SEICAP ha elaborado unas recomendaciones para seguir en los centros educativos para minimizar la exposición de los alumnos al polen
Una de las principales medidas para evitar la transmisión de la COVID-19 es la ventilación de los espacios interiores ya que se ha comprobado que el virus causante, el SARS-CoV-2, se puede mantener flotando durante minutos u horas en ambientes mal ventilados. Es por eso que la apertura de ventanas y puertas en las aulas es una de las medidas que se han seguido durante todo el curso escolar. Todo esto puede hacer que los niños con alergia al polen se vean más expuestos durante esta primavera.
El polen aerovagante depende de las fluctuaciones del aire y el viento, así como de la lluvia, tres condiciones que pueden conducirle hacia el interior de las aulas y provocar síntomas en los niños alérgicos. Por ello, es importante conocer las especies vegetales más presentes en la zona en la que se mueve niño y estar informado sobre los niveles de polen en el aire. También es importante evitar salir a la calle en las horas clave del día en las que existen mayores niveles en el ambiente (atardecer y noche) y usar mascarillas autofiltrantes FFP2 homologadas porque se ajustan mejor y protegen más que el resto.
En cuanto a las aulas, desde SEICAP se recomiendan las siguientes medidas que actúan sobre el riesgo de transmisión de la COVID-19 y el de exposición al polen:
- Ubicar a los pacientes polínicos en zonas alejadas de las ventanas (más cercanos a puertas o paredes).
- Utilizar mascarillas FFP2 en el interior del aula.
- Limpiar e higienizar los filtros y conducciones de aire acondicionado y ventilación.
- Valorar el uso de sistemas portátiles de limpieza de aire con filtros HEPA en cada aula.
- Evitar realizar actividades al aire libre.
- En casos especiales de alergia grave a polen, puede recomendarse la escolarización en zonas costeras, donde los niveles de polen son menores, durante los meses de polinización elevada.
Cómo evitar el polen en las casas
Esto también sucede en las casas al tenerlas más ventiladas que antes. Por ello, se recomienda evitar la ventilación de las mismas si hay viento y hacerlo durante 15 minutos. Debe procurarse mantener las ventanas cerradas el mayor tiempo posible, sobre todo en las horas clave del día, como son el atardecer y la noche que es cuando existe una mayor cantidad de polen en el aire. Otras opciones son el uso de mosquiteras en las ventanas y pulverizar agua en las habitaciones para que arrastre el polen hacia el suelo.
En el exterior, procurar que los niños y niñas con alergia al polen lleven el cabello recogido o gorra y se cambien de ropa al llegar a casa para evitar contacto con el polen que puede haberse quedado adherido, además de no secar la ropa al aire libre.
Es importante también mantener limpios los filtros de los sistemas de aire acondicionado, puesto que el polen puede introducirse en las viviendas a través de los conductos del aire.