La rinitis alérgica es la enfermedad crónica más frecuente en la edad pediátrica, representa el primer motivo de consulta en alergología pediátrica y uno de los diez primeros en atención primaria. Son datos publicados en el artículo ‘Cambios en la epidemiología y en la práctica clínica de la alergia mediada por IgE en pediatría’ de la revista Anales de Pediatría de la Asociación Española de Pediatría (AEP) en el que han participado varios médicos de SEICAP
La prevalencia en España de la rinitis alérgica es del 8,5% entre los seis a siete años y del 16,3% entre los 13 a 14 años con una gran variedad entre distintas zonas geográficas debido a las diferencias ambientales. Asimismo, en los últimos años ha habido un incremento de la alergia alimentaria situándose en países industrializados siendo de 6 a 8% en niños de un año, y entre el 3 y el 4% al final de la niñez, unos valores que se mantendrán estables a lo largo de los años. Los alimentos que causan alergia con mayor frecuencia son los más consumidos: proteínas de huevo, proteínas de leche, frutos secos, frutas y pescado, por ese orden. En cuanto a la alergia a fármacos, un 10% de los padres acuden a consulta porque su hijo/a ha tenido al menos una reacción, pero en pocos casos el estudio alergológico confirma la presencia de alergia. Los fármacos que causan reacciones con mayor frecuencia son los antibióticos betalactámicos, seguidos de los antiinflamatorios no esteroideos y los antibióticos no betalactámicos.
Todas estas alergias han aumentado en los últimos años al mismo tiempo que se han conseguido avances en las técnicas diagnósticas y terapéuticas. Algunos factores que han intervenido en ese incremento, según los médicos de SEICAP autores del trabajo publicado en la revista de la AEP, son los avances en las técnicas diagnósticas, el descubrimiento de nuevos alérgenos, la mayor concienciación de la población, la contaminación ambiental, la modificación en los hábitos alimenticios o la teoría higienista, entre otros.
Novedades diagnósticas y terapéuticas en alergia
Los pediatras alergólogos han podido dar un paso más en el diagnóstico in vitro con las técnicas de diagnóstico molecular o el estudio por componentes. Gracias a ellas, han podido distinguir entre sensibilización verdadera y la producida como consecuencia de la reactividad cruzada en pacientes polisensibilizados. Además, les permite cuantificar los niveles de anticuerpos específicos IgE para una determinada molécula o alérgeno individual, e identificar los alérgenos más relevantes. Todo ello les resulta de gran ayuda a la hora de indicar un tratamiento con inmunoterapia específica en el niño alérgico.
En cuanto al tratamiento, una de las mayores novedades de los últimos años ha sido la inmunoterapia específica a alérgenos (ITA) que ya es el tratamiento recomendado por la Academia Europea de Alergia e Inmunología Clínica (EAACI) para niños de 4 a 5 años con alergia mediada IgE persistente a huevo, leche y cacahuete. Esta consiste en el incremento gradual de dosis del alérgeno implicado (alimento o extractos estandarizados de calidad) durante la inducción hasta alcanzar una determinada dosis de mantenimiento.
En todos los casos el tratamiento de la alergia alimentaria implica una dieta de evitación estricta, por lo que la ITA solo será realizada en aquellos casos en los que el pediatra alergólogo considere.
En cuanto a la alergia respiratoria, la ITA a inhalantes ha sido la única estrategia capaz de modificar el curso de la alergia respiratoria, gracias a su capacidad para mejorar la rinitis alérgica y el asma alérgica en mayores de cinco años. La vía de administración más utilizada es la subcutánea y la sublingual. Los avances van encaminados a mejorar la adherencia, el perfil de efectividad y seguridad. Además, se estudia sobre el uso de adyuvantes para potenciar la inmunogenicidad y otras vías de administración.
Medicamentos biológicos para alergia
Los medicamentos biológicos representan una gran innovación terapéutica para la enfermedad alérgica. En un principio se demostró su eficacia para niños con asma refractaria y cada vez más se demuestra que la tiene en asma alérgica grave persistente. De hecho, diversos estudios han demostrado cómo permite la disminución del uso de corticoides inhalados y de medicación de rescate, así como de visitas a urgencias y hospitalizaciones, lo que mejora la calidad de vida de estos niños.
Recientemente, también han demostrado ser útiles como adyuvantes en pacientes con alergia alimentaria, urticaria crónica.