Consejos para el tratamiento de la urticaria crónica en la infancia

El 1 de octubre se celebra el Día Mundial de la Urticaria Crónica y desde SEICAP proporcionamos una serie de consejos para tratarla en la infancia.

La urticaria es una de las enfermedades cutáneas más comunes que se caracteriza por la presencia de habones(ronchas), angioedema (hinchazón de labios y párpados), o ambas. Se calcula que aproximadamente entre el 15% y el 25% de la población en algún momento de su vida la presentará.

Se denomina urticaria crónica a aquella cuya duración es de seis semanas o más. A su vez, se divide en dos subtipos diferentes: la urticaria crónica espontánea (urticaria idiopática espontánea) y la urticaria crónica inducible (urticaria física).

La urticaria crónica inducible es una urticaria crónica que tiene una causa o desencadenante atribuible y se clasifica según el estímulo que provoca el desarrollo de las lesiones. Comúnmente, estos estímulos provocan el desarrollo de lesiones, que suelen originarse por el rascado de la piel (dermografismo), ejercicio y malestar emocional (urticaria colinérgica). Las formas menos comunes de urticaria inducible crónica se desencadenan por frío, calor, presión, luz solar (urticaria solar) o vibración.

¿Cómo tratarla?

La Sociedad Española de Inmunología Clínica, Alergología y Asma Pediátrica (SEICAP) proporciona una serie de consejos para tratar la urticaria crónica en los más pequeños.

-Ante cualquier signo de urticaria se recomienda acudir al pediatra alergólogo para la confirmación de diagnóstico y prevenir nuevos cuadros.

-El tratamiento de elección se basa en la administración de antihistamínicos.

-Durante los brotes el niño no debe ingerir alimentos ricos en histamina (alimentos fermentados, conservas, marisco…), ni alimentos liberadores de histamina (fresa, chocolate, frutos secos…)

El estrés puede empeorar el conjunto sintomático, pero a la vez los síntomas de la urticaria crónica generan estrés. Lo mejor es evitar situaciones tales como el ejercicio físico, la fiebre, el calor o frío intenso y el estrés emocional.

Evitar la ingesta de antitérmicos como ibuprofeno o ácido acetilsalicílico.

-Si presenta dermografismo, evitar que el niño se rasque y que lleve ropa muy ajustada. Además, deberá secarse la piel de forma suave o con secador.