Cinco curiosidades sobre la alergia a la carne

La alergia a la carne es considerada una alergia infrecuente, si bien, es cierto que algunos niños pueden presentar reacciones alérgicas a la carne de cerdo o cordero, puede ser más habitual que las manifiesten tras ingerir carne de vaca o de ternera, sobre todo si son alérgicos a las proteínas de la leche de vaca. También la carne de aves, como el pollo o el pavo, puede ocasionar síntomas de alergia, por ejemplo en niños con alta sensibilización al huevo.

  1.  Si está muy hecha, será bien tolerada: la alergia a la carne de vaca o ternera aunque es poco frecuente, en los casos en los que se manifiesta tiene como responsable a una proteína llamada albúmina sérica bovina que queda inactiva con el calor, por lo que si la carne está muy hecha será bien tolerada. Es por eso que habrá que tener especial cuidado con aquellas raciones que se consumen en crudo o poco hechas.
  1. Las reacciones alérgicas a la carne son similares a las de cualquier otra alergia alimentarialos síntomas que pueden aparecer por alergia a cualquier tipo de carne pueden ser desde muy leves a muy graves y variados. Entre los más destacados son el picor en la boca y la garganta, la aparición de signos cutáneos como habones, incluso angioedema con inflamación de labios o párpados, urticarias, o síntomas respiratorios como rinoconjuntivitis o asma. Los casos más graves producirán una anafilaxia que debe ser tratada de inmediato.
  1. Los niños con alergia a las proteínas de la leche de vaca pueden tener alergia a la carne: un reducido número de niños que presentan alergia a las proteínas de la leche de vaca pueden presentar síntomas alérgicos si consumen carne de ternera o de vaca. En otras ocasiones, las carnes que vienen envasadas pueden contener otro tipo de ingredientes como harinas, gelatinas, frutos secos en los rebozados, que son los que pueden causar los síntomas de alergia en los niños. Por eso es de vital importancia leer bien los etiquetados de productos que se comercializan envasados.
  1. Relación entre alergia al huevo y la alergia al pollo: la alergia al huevo es una de las más frecuentes en niños pequeños, sin embargo, esto no significa que vayan a tener alergia al pollo. De hecho, los pocos pacientes sensibilizados al pollo tienen síntomas por la yema de huevo, mientras que la mayoría de los alérgicos al huevo, lo son por la clara del mismo. Es más habitual en aquellos niños que tienen un contacto frecuente con pájaros, bien porque los tengan de mascota o porque vivan cerca de criaderos, granjas, etc;  y están más expuestos a sus plumas o excrementos.
  1. La alergia tardía a la carne se llama Síndrome de alfa-gal: se trata de un tipo de alergia a la carne de ternera, vaca o cordero que produce síntomas tras varias horas después de haber ingerido la carne de estos mamíferos, y no de forma inmediata como suele ocurrir en la mayoría de casos de alergia alimentaria. En estos casos aparecen entre las 3 y 6 horas después de haberlas comido y los más frecuentes son la urticaria y picor de piel; angioedema con inflamación de labio, cara o lengua; sibilancias; síntomas digestivos; síntomas respiratorios como congestión nasal. Además, puede evolucionar a reacción grave y dar lugar a una anafilaxia. Una revisión reciente publicada en Revue Medicale Suisseconfirma que el principal  alérgeno que contiene la carne roja es la alfa-gal (galactosa-alfa) que se encuentra en todos los tejidos de mamíferos no primates.

En el caso de sufrir una reacción grave será preciso actuar de inmediato y, sino se tienen los tratamientos adecuados, acudir al servicio de urgencias más próximo. Los niños que presenten síntomas tras la ingesta de algún tipo de carne deben ser evaluados por un pediatra alergólogo para determinar el origen concreto del problema y establecer el mejor tratamiento a seguir. En cualquier caso, la forma más efectiva de evitar tener síntomas de alergia por estos alimentos es evitar tomarlos hasta que se aclare la causa exacta de los mismos