¿Qué es la evitación de alérgenos?

Los alergenos son sustancias, en general proteínas de pequeño tamaño, a las que una persona es alérgica. Su evitación o desalergenización es el conjunto de actuaciones encaminadas a disminuir o evitar por completo el contacto con ellos, y es parte fundamental del tratamiento causal de la alergia.

Pueden ser sustancias que se ingieren, que entran en contacto directo con la piel, o que flotan en el aire y se respiran. Así, su evitación puede consistir en medidas dietéticas, evitación de ciertos materiales o medicamentos, o control de alergenos ambientales.

Las personas que tienen alergia a alguna sustancia.

Es imprescindible conocer dónde puede encontrarse dicha sustancia, cómo llega a entrar en el cuerpo, y qué medidas seguir para evitarla.

En las sustancias de fácil de evitación, las medidas a efectuar pueden ser suficiente para eliminar totalmente los síntomas y no necesitar medicación. En aquellos alergenos más difíciles de controlar, la evitación dentro de lo posible es un componente más del tratamiento.

La evitación de un alergeno concreto se recomienda sólo a las personas que ya han desarrollado una reacción alérgica a esa sustancia. La mera sensibilización demostrada por pruebas analíticas, si no se evidencia que produzca reacción alérgica, no comporta la necesidad de su eliminación.

A veces, también se recomienda hacer evitación en algunos bebés que tienen un número considerable de familiares cercanos alérgicos, aunque no hayan desarrollado todavía ninguna alergia, y en especial en alérgenos ambientales.

a evitación de alergenos tiene una triple finalidad, evitar el desencadenamiento de síntomas agudos, disminuir la inflamación continua, y disminuir el desarrollo de nuevas alergias.

Cuando una persona tiene alergia y la cantidad de alergenos con la que tiene contacto es importante, puede desencadenarse una agudización de los síntomas de la enfermedad que padece. Evitando el alergeno disminuye el número y la severidad de las agudizaciones.

Si la cantidad de alergeno no alcanza un determinado límite no se presentan síntomas agudos, pero puede ser capaz de producir una inflamación continua del órgano afecto. Cuando esto ocurre es más fácil que nuevos alergenos lo atraviesen, pasen al interior del cuerpo y puedan desarrollarse nuevas alergias frente a ellos. Evitando el alergeno, se disminuye la inflamación continua y la penetración de otros nuevos. Además, las sustancias irritantes y otros desencadenantes también pueden ser causa de agudizaciones de síntomas en el órgano lesionado. Por tanto, mediante la evitación del alergeno y otros desencadenantes/irritantes se rompe el círculo:

En otras secciones de esta web se expone detalladamente la evitación para cada tipo de alérgeno.

Algunos tratamientos se basan en la administración progresiva de partículas o de pequeñas cantidades del alérgeno (Inmunoterapia, desensibilización específica), pero siempre de una forma estrechamente controlada por el alergólogo.

Hasta que desaparezca la alergia. Algunas alergias desaparecen de manera espontánea, otras lo hacen con un tratamiento específico. Hasta esa desaparición debe evitarse el alérgeno. Cuando ha desaparecido, el contacto con el mismo ya será igual que en el caso de una persona que nunca ha tenido alergia. En los alérgenos ambientales inhalados, aunque haya desaparecido, es conveniente seguir las normas de evitación, si bien de una manera no tan estricta, como cuando estaba activa.

En caso de persistir, la evitación debe ser continuada de por vida; esto ocurre sobre todo con las alergias de contacto, con algunos alimentos y a veces con los alérgenos ambientales.

Algunos alérgenos, como los pólenes, pueden ser muy difíciles o imposibles de evitar. En ese caso debe seguirse el tratamiento preventivo que le recomiende su especialista. Para algunos alérgenos ambientales se dispone del tratamiento inmunoterápico o hiposensibilizante, las vacunas de la alergia y la desensibilización específica. El especialista determinará en qué pacientes están indicadas.

Índice de contenidos

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¿Quiénes deben hacer la evitación de alergenos?

Las personas que tienen alergia a alguna sustancia.

Es imprescindible conocer dónde puede encontrarse dicha sustancia, cómo llega a entrar en el cuerpo, y qué medidas seguir para evitarla.

En las sustancias de fácil de evitación, las medidas a efectuar pueden ser suficiente para eliminar totalmente los síntomas y no necesitar medicación. En aquellos alergenos más difíciles de controlar, la evitación dentro de lo posible es un componente más del tratamiento.

¿Las personas sin alergia deben evitar los alergenos?

La evitación de un alergeno concreto se recomienda sólo a las personas que ya han desarrollado una reacción alérgica a esa sustancia. La mera sensibilización demostrada por pruebas analíticas, si no se evidencia que produzca reacción alérgica, no comporta la necesidad de su eliminación.

A veces, también se recomienda hacer evitación en algunos bebés que tienen un número considerable de familiares cercanos alérgicos, aunque no hayan desarrollado todavía ninguna alergia, y en especial en alérgenos ambientales.

¿Para qué sirve la evitación de alérgenos?

a evitación de alergenos tiene una triple finalidad, evitar el desencadenamiento de síntomas agudos, disminuir la inflamación continua, y disminuir el desarrollo de nuevas alergias.

Cuando una persona tiene alergia y la cantidad de alergenos con la que tiene contacto es importante, puede desencadenarse una agudización de los síntomas de la enfermedad que padece. Evitando el alergeno disminuye el número y la severidad de las agudizaciones.

Si la cantidad de alergeno no alcanza un determinado límite no se presentan síntomas agudos, pero puede ser capaz de producir una inflamación continua del órgano afecto. Cuando esto ocurre es más fácil que nuevos alergenos lo atraviesen, pasen al interior del cuerpo y puedan desarrollarse nuevas alergias frente a ellos. Evitando el alergeno, se disminuye la inflamación continua y la penetración de otros nuevos. Además, las sustancias irritantes y otros desencadenantes también pueden ser causa de agudizaciones de síntomas en el órgano lesionado. Por tanto, mediante la evitación del alergeno y otros desencadenantes/irritantes se rompe el círculo:

¿Cómo se hace la evitación de alérgenos?

En otras secciones de esta web se expone detalladamente la evitación para cada tipo de alérgeno.

Algunos tratamientos se basan en la administración progresiva de partículas o de pequeñas cantidades del alérgeno (Inmunoterapia, desensibilización específica), pero siempre de una forma estrechamente controlada por el alergólogo.

¿Cuánto tiempo debe hacerse la evitación de alérgenos?

Hasta que desaparezca la alergia. Algunas alergias desaparecen de manera espontánea, otras lo hacen con un tratamiento específico. Hasta esa desaparición debe evitarse el alérgeno. Cuando ha desaparecido, el contacto con el mismo ya será igual que en el caso de una persona que nunca ha tenido alergia. En los alérgenos ambientales inhalados, aunque haya desaparecido, es conveniente seguir las normas de evitación, si bien de una manera no tan estricta, como cuando estaba activa.

En caso de persistir, la evitación debe ser continuada de por vida; esto ocurre sobre todo con las alergias de contacto, con algunos alimentos y a veces con los alérgenos ambientales.

¿Qué se hace si no se puede evitar el alérgeno?

Algunos alérgenos, como los pólenes, pueden ser muy difíciles o imposibles de evitar. En ese caso debe seguirse el tratamiento preventivo que le recomiende su especialista. Para algunos alérgenos ambientales se dispone del tratamiento inmunoterápico o hiposensibilizante, las vacunas de la alergia y la desensibilización específica. El especialista determinará en qué pacientes están indicadas.

Resumen de la evitación de alérgenos

La evitación de alérgenos es una parte fundamental del tratamiento de la causa de las enfermedades alérgicas. Contribuye a que disminuyan los síntomas agudos, la inflamación continua y la aparición de nuevas alergias.

  • Deben hacerla las personas con alergia ya desarrollada y algunas personas sin ella, pero con alto riesgo de desarrollarla.
  • Ha de mantenerse hasta la desaparición de la alergia.
  • Es importante la valoración de las vacunas hiposensibilizantes y la desensibilización específica y seguir el tratamiento preventivo prescrito, si se precisa.